La nación sudamericana es mencionada dos veces en la acusación contra el narco mexicano que se presentó en un tribunal de Nueva York. El texto describe cómo el jefe del Cártel de Sinaloa logró vincularse con traficantes venezolanos para transportar droga hacia Centroamérica y EU.
Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo/Infobae).- Venezuela fue un punto de encuentro para miembros del Cártel de Sinaloa con narcos locales durante el ‘reinado’ de Joaquín «El Chapo» Guzmán. Así lo indica el documento contra el capo narco mexicano que presentó la Fiscalía estadounidense ante la Corte del Distrito Este de Nueva York el 20 de enero.
De acuerdo con el texto de 56 páginas, que detalla la vida y obra criminal de Guzmán durante 25 años en el negocio del narcotráfico, se remarca que Venezuela, Ecuador y Colombia fueron los puntos principales desde los cuales «El Chapo» ejecutó la expansión del Cártel de Sinaloa hacia Sudamérica y la ocupación de espacios que antes pertenecían a cárteles colombianos.
Según las autoridades estadounidenses, el modus operandi de Guzmán consistía en infiltrar en estos países a miembros de su organización criminal para negociar directamente con los traficantes locales y, de este modo, completar partes de la cadena de suministro.
Algunos transportadores de droga, que participaron en la importación de cargamentos de cocaína a suelo estadounidense, están dispuestos a testificar en el juicio contra Guzmán bajo la figura de «testigo cooperante». Allí, darán detalles sobre los métodos usados para penetrar la frontera de Estados Unidos con cargamentos de cocaína, marihuana y metanfetaminas.
Estos informantes también darán cuenta del uso de aviones cargados de cocaína que volaban desde pistas clandestinas en Venezuela hasta Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá. También de cómo los cargamentos eran trasladados por tierra hasta México y, de allí, a Estados Unidos utilizando vehículos modificados o túneles clandestinos que cruzaban la frontera.
El documento también apunta a que el método utilizado para el desplazamiento de droga por el continente coincide casi a la perfección con las estrategias reveladas en el juicio contra Efraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela.
En ese caso, Campo y Flores fueron condenados en noviembre de 2016 por conspirar para enviar un avión cargado con 800 kilogramos de cocaína proveniente de Colombia, desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía (Venezuela) hasta Honduras, con la costa este de Estados Unidos como destino final. La única diferencia en esta operación es que la droga no saldría desde una pista clandestina, sino desde la rampa presidencial del principal aeropuerto de Maiquetía.
El acuerdo hecho por Campo y Flores con José Santos Peña —ex miembro del Cártel de Sinaloa y agente encubierto de la DEA infiltrado en Venezuela para capturar a los familiares de Maduro— contemplaba que el cargamento sería movilizado desde Maiquetía hasta el Aeropuerto Internacional Juan Manuel Galvez (Honduras), luego hasta México y, finalmente, hasta Estados Unidos.