Isidro Baldenegro, de 51 años de edad, fue asesinado por la misma razón que otros 12 activistas indígenas en los últimos 30 años: la defensa del territorio ancestral tarahumara. Por este último crimen las autoridades sólo han logrado la identificación del asesino, quien está relacionado con una familia «armada» que sirve al crimen organizado y este, a su vez, a un cacique que ha pretendido despojar del bosque a la comunidad de Coloradas de la Virgen.
México, 20 ene (EFE).- Doce defensores del territorio ancestral tarahumara, en el norte de México, han sido asesinados en los últimos 30 años con la muerte el domingo pasado de Isidro Baldenegro, un reconocido activista indígena, dijo hoy la Alianza Sierra Madre.
«Isidro es el primer muerto del año; uno más de estos, sólo que [su muerte] es de alto impacto porque tenía visibilidad nacional e internacional», comentó a Efe la directora de Sierra Madre, Isela González.
La directora de la alianza, que apoya a las comunidades tarahumaras en defensa de sus bosques y su territorio, dijo que en los últimos 30 años han sido asesinados líderes indígenas, cuatro de ellos el último año.
En 2016 fueron asesinados los activistas Víctor Carrillo, Elpidio Torres y Valentín Carrillo, mientras Isidro es el primero de 2017. «Va un mes del año y ya hay una víctima relacionada con la defensa del territorio», apuntó la directora.
Relató que Baldenegro acudió a la comunidad de Coloradas de la Virgen el jueves 12 de enero por una emergencia familiar para ayudar al traslado de una tía a una valoración médica en la comunidad de Baborigame, a unas cinco horas de camino.
El domingo pasado y sin haber conseguido un transporte para trasladar a su tía, Baldenegro fue asesinado presuntamente por un sujeto identificado por las autoridades como Romeo R.M., quien le disparó seis balas con una arma de grueso calibre.
La directora de Alianza Sierra Madre denunció que uno de los hermanos de Romeo ha sido señalado como autor del asesinato del activista Víctor Carrillo en 2016.
«Es una familia que está armada porque sirven al crimen organizado, que a su vez, evidentemente, sirve al cacique que ha pretendido despojar del territorio ancestral y del bosque a la comunidad de Coloradas de la Virgen», comentó.
González dijo que Baldenegro no tenía participación activa en la defensa del territorio porque en los últimos cuatro años estuvo en «condiciones de desplazamiento forzado por la situación de inseguridad y violencia que viven muchas comunidades de la Sierra Tarahumara».
El activista indígena había vivido estos años en Chihuahua, capital del estado homónimo, en Baborigame y en Bachochi, aunque volvía con regularidad a su comunidad de Colorada, apuntó.
Demandó a las autoridades que se agilice la investigación del asesinato de Baldenegro y que no se descarte el seguimiento de líneas de investigación sobre probables autores intelectuales.
Baldenegro, de 51 años de edad, tenía un gran reconocimiento internacional y fue galardonado en 2005 con el Premio Ambiental Goldman por su defensa de los bosques de la Sierra Tarahumara.
La Red Nacional de Organismos Civiles «Todos los Derechos para Todas y Todos» calificó su asesinato de caso «grave y emblemático de la vulnerabilidad» de los defensores de la naturaleza y los derechos humanos.
La Delegación de la Unión Europea (UE) y las embajadas de los Estados miembros en México pidieron a las autoridades identificar y juzgar a los responsables de su asesinato.