Baldenegro, de 51 años, encabezó una campaña contra la tala ilegal en las montañas de la Sierra Madre, hogar de algunos de los últimos bosques vírgenes del norte de México.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El líder indígena mexicano que murió a tiros el fin de semana había huido de su comunidad hace casi 10 años, y fue asesinado cuando regresó a visitar a un pariente enfermo, informaron funcionarios de derechos humanos el viernes.
Isidro Baldenegro, líder de los tarahumaras, una etnia del estado norteño de Chihuahua, es la segunda persona condecorada con el prestigioso Premio Ambiental Goldman en ser asesinada en dos años.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos indicaron que Baldenegro huyó de la comunidad de Coloradas de la Virgen después de recibir amenazas, y fue asesinado a su regreso el domingo.
Baldenegro, de 51 años, encabezó una campaña contra la tala ilegal en las montañas de la Sierra Madre, hogar de algunos de los últimos bosques vírgenes del norte de México.
«Estoy profundamente conmocionado por el asesinato a sangre fría de Isidro, quien tan sólo deseaba para su comunidad la preservación de los bosques tradicionales en la Sierra Tarahumara», indicó Michel Forst, relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos. «Lamentamos la trágica pérdida de un defensor indígena comprometido y altruista. La muerte de Isidro deja un doloroso vacío no sólo en su comunidad, sino en el movimiento global de los derechos humanos».
A través de un comunicado, la Oficina del ACNUR señaló que otros tres activistas contra la tala ilegal en Coloradas de la Virgen fueron asesinados el año pasado. Julio Baldenegro, padre de Isidro y también activista contra la tala, fue asesinado en 1986, crimen que sigue sin ser resuelto.
«Este asesinato es una alerta más sobre la situación de extrema vulnerabilidad que viven las defensoras y los defensores de derechos humanos que en la Sierra Tarahumara buscan preservar la tierra y el territorio en zonas remotas con alta presencia de crimen organizado», afirmó Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Baldenegro recibió un total de seis disparos y sufrió heridas en el pecho, el abdomen y una pierna, de acuerdo con los fiscales. En 2003 fue encarcelado por presunta posesión ilegal de armas y marihuana, pero los cargos fueron retirados un año después luego de que los fiscales determinaron que la policía había cometido abusos en su detención. En ese entonces, Baldenegro acusó a influyentes taladores y rancheros locales de persuadir a la policía de fabricar cargos en su contra.
En una entrevista desde prisión en 2003, Baldenegro advirtió que si alguno de ellos moría por alguna razón, siempre habría otros que continuarían con la lucha.
Las autoridades han asegurado que Baldenegro fue atacado en casa de su tío por un hombre de 25 años. Los fiscales del estado de Chihuahua afirman que han identificado al asesino y se encuentran en su búsqueda.
La activista hondureña Berta Cáceres, que obtuvo el premio Goldman en 2015 por organizar la oposición a un proyecto hidroeléctrico en las tierras ancestrales de su pueblo lenca, fue asesinada el 3 de marzo del año pasado por un grupo armado que irrumpió en su casa por la noche y la baleó en cuatro ocasiones. Un activista mexicano que la visitaba resultó herido en el ataque.
Los observadores dicen que los homicidios de activistas defensores de la tierra son frecuentes en América Latina. De acuerdo con el grupo Global Witness con sede en Londres, más de 450 fueron asesinados en la región de 2010 a 2014.