Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan, el mayor de la historia reciente de Filipinas y que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, lo que causó la muerte de unas siete mil personas y dejó a 200 mil familias sin hogar.
Bangkok, 20 dic (EFE).– La Policía filipina elevó este lunes a 375 los muertos debido al tifón «Rai», que ha dejado un rastro de devastación a su paso entre el jueves y el sábado por la región central de Filipinas.
Según el último informe, más de 500 personas resultaron heridas y 56 se encuentran desaparecidas debido al tifón, que ha dejado a cientos de miles de personas con problemas de acceso a electricidad, alimentos, agua y atención sanitaria, informó el canal filipino GMA.
El tifón, que tocó tierra el jueves con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, cruzó de este a oeste por unas nueve islas donde ha causado importantes daños en viviendas e infraestructuras.
El chabolismo y la mala calidad de las construcciones empeoran los embates de los tifones, que cada vez son más violentos en Filipinas debido a la crisis climática.
Ante las protestas de los afectados por la lentitud con la que llega la ayuda, el Presidente filipino, Rodrigo Duterte, pidió durante el fin de semana paciencia y prometió dos mil millones de pesos (unos 40 millones de dólares o 35 millones de euros).
Según el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC), hay más de 442 mil personas desplazadas y cerca de un millón de afectados por el tifón.
El NDRRMC señaló que «Rai» provocó daños a tres mil 800 viviendas, al tiempo que dejó 227 localidades sin electricidad y causó deterioro en 41 carreteras afectadas y cuatro puentes.
Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres naturales y, además, se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona que acumula alrededor del 90 por ciento de la actividad sísmica y volcánica del planeta.