Estos viajes son uno de las más agresivos para los inexpertos, pues el sol quemará tanto como en la playa, la piel y el organismo se deshidratarán más de lo normal y los labios sufrirán como en un clima seco. Para evitar sufrimientos, es mejor tomar precauciones.
Por Jano Remesal
Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo/HuffingtonPost).- No es por asustar, pero el sol y el frío son el enemigo al acecho junto al teleférico. Juntos son más peligrosos que un novato fuera de pista.
«El esquí es una de las prácticas más peligrosas para la piel del rostro. La potente radiación UVB no perdona, dañando el ADN de las células cutáneas», explican desde la firma cosmética Germaine de Capuccini.
Al grito de «más vale prevenir que curar», debes ir avisando desde unos días antes a tu cuerpo sobre el fin de semana de nieve que se le viene encima: hidratación extra en manos y cara, especial atención a la melena, prevención del síndrome de pies fríos con plantillas térmicas… Y antes de salir de casa, repasa el neceser, no vayas a llevarte un disgusto al llegar a la estación.
MASCARILLAS
La mascarilla o crema para el cabellos es la mejor amiga del momento ducha postnieve. No tengas prisa, masajea el pelo como si no hubiera un mañana y aplica todo el producto que sea necesario, como bien dice la etiqueta, de la raíz a las puntas. Las hay de todas las marcas y precios, pero ya sabes que el rollo DIY (do it yourself, o hazlo tú mismo) está muy de moda.
La mascarilla de cara está pensada para mimar tu piel, provocando un efecto culito de bebé más que apetecible. Si el día ha sido duro, prueba a dormir con la mascarilla puesta. Pero acuérdate de retirarla por la mañana con abundante agua, no vaya a asustarse el personal pensando que Hulk hace snowboard.
PROTECTOR SOLAR
Porque el sol reflejado en la nieve quema de lo lindo, sin avisar, y además combinado con las gafas de ventisca da un tono rojizo-blanquecino nada favorecedor. Que tu protector sea de amplio espectro: la cara siempre —y las manos en muchos momentos— tendrá que vérselas con el sol mientras esquías.
La altitud hace efecto lupa sobre el manto blanco, así que no salgas nunca del hotel sin haberte embadurnado debidamente.
CREMA HIDRATANTE
Muy en contra de la creencia popular, el cuerpo no necesita menos hidratación en invierno que en verano. Debajo de la camiseta térmica pegadita hay un cuerpo que sufre por una alarmante falta de líquidos.
Bebe mucho para hidratarte por dentro, y utiliza crema para hidratarte por fuera. Como nuevo.
PROTECTOR LABIAL
Lo de pasarse el fin de semana chupeteándose los labios como si tuvieras restos de un chocolate caliente es un clásico. Tan antiestético hábito es debido a que la boca es la zona del rostro más expuesta a todo tipo de factores agresivos: radiación solar, frío, deshidratación, vientos, cambios bruscos de temperatura…
Lo mejor es llevar siempre encima un bálsamo reparador, bien situado en el bolso de los frutos secos y/o barritas energéticas. Úsalo cada vez que sientas molestia o sequedad, es la única forma de no volver a casa con los labios agrietados.
CREMA DE MANOS
Aunque lleves guantes, al final de la jornada tus manos estarán pidiendo a gritos hidratación. No se la niegues. Ten en cuenta que te habrás pasado el día entero apretando y soltando los bastones, o haciendo fuerza para levantar tu cuerpo del suelo, así que no escatimes y prueba con una crema de manos de garantías.
Y como irse de fin de semana en plan deportista no significa no poder mostrar una cara B radiante a la hora del après-ski, busca maquillajes pensados específicamente para el invierno.
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