Washington, 20 nov (EFE).- Unas 200 personas se manifestaron hoy ante la Corte Suprema de EU para pedir a los jueces que acepten un recurso para acabar con el bloqueo legal a las medidas dictadas por el presidente Barack Obama hace un año para frenar la deportación de cinco millones de indocumentados.
Al mismo tiempo unas 50 personas se congregaron ante la Casa Blanca para pedir al presidente que haga más para detener la separación de familias que «viven con miedo».
El Gobierno presentó hoy un recurso ante el alto tribunal con el fin de que levante el bloqueo de las medidas migratorias que Obama presentó hace un año para frenar la deportación de los indocumentados, las cuales están en suspenso debido a que un tribunal de apelaciones aceptó una demanda planteada por 26 estados.
«Tengo esperanzas de que la Corte Suprema dará un fallo justo y favorable para nuestras familias y vamos a asegurarnos, vamos a estar ahí», dijo a Efe Lenka Mendoza, que llegó a Estados Unidos en 2000 procedente de Perú y tiene dos hijos «soñadores» («dreamers») y una hija que es ciudadana estadounidense.
Mendoza se habría beneficiado de una de las medidas que anunció Obama hace hoy justo un año, la Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres (DAPA).
«Yo tengo todos mis papeles en regla, tengo toda la documentación que se requeriría para que apenas salga la acción ejecutiva, poder calificar», explicó Mendoza, que llevaba un cartel con la inscripción «estoy lista para DAPA».
Los activistas congregados frente a la Casa Blanca pidieron a Obama que haga más para detener las deportaciones mientras que las medidas ejecutivas están en suspenso, porque hay «demasiada gente que vive con miedo», en palabras de Lizette Arias.
«Aunque los números tal vez digan (que las deportaciones han bajado), la comunidad sigue siendo aterrorizada por los agentes de ICE (la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas)», aseguró Arias, de origen boliviano, a Efe.
«Ahora mismo está en manos del Supremo el hacer que las cosas estén bien para nuestras comunidades», afirmó Jaime Contreras, un líder en Washington del Sindicato Internacional de los Empleados de Servicios (SEIU).
«Pero sabemos que, al final del día, estará en nuestras manos, y vamos a salir y votar en cantidades mayores que en el pasado» en las elecciones de 2016, añadió Contreras, que como muchos otros activistas, instó a los hispanos a rechazar la «xenofobia» de algunos aspirantes presidenciales.