Asunción, 20 nov (EFE).- Paraguay acudirá a la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP21), que se celebrará en París a partir del próximo 30 de noviembre, como el país de la región que menor volumen de gases de efecto invernadero emite, pero uno de los que presentan mayores tasas de deforestación en el mundo.
«Paraguay es el país de la región que menos gases de efecto invernadero emite», expresó hoy Jorge Martínez, consultor para la Secretaría del Ambiente de Paraguay (Seam), que expuso en un encuentro con medios de prensa la postura de Paraguay para la COP21, en la que participará una delegación encabezada por el presidente paraguayo, Horacio Cartes.
Martínez precisó que Paraguay emite actualmente a la atmósfera 95 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, lo que equivale a menos del 0.1 por ciento del total de emisiones de estos gases en todo el mundo.
Aunque sus emisiones son bajas en comparación con otros países, Paraguay se ha comprometido a reducir en un 20 por ciento el volumen de emisiones totales hasta el año 2030, cuando se estima que enviará a la atmósfera 333 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, el 0.3 por ciento del total mundial, señaló.
Martínez puntualizó que el cálculo sobre el volumen de emisiones se estima con base en el crecimiento del producto interior bruto (PIB) del país, que se prevé que sea sostenido en los próximos 15 años.
Pese a la baja producción de gases de efecto invernadero, Paraguay mantiene un rápido ritmo de destrucción de la masa boscosa, que es clave para la absorción de gases de carbono y la mitigación de los efectos del cambio climático.
La tasa de deforestación sitúa a Paraguay como el sexto país del mundo con mayor reducción de bosques, con la pérdida de unas 325 mil hectáreas anuales, según la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Martínez afirmó que la conservación de bosques «no debe frenar la generación de beneficios económicos» para el país, cuyo desarrollo económico está asentado sobre el modelo de producción y exportación de productos agrícolas.
Detalló que Paraguay conserva 18 millones de hectáreas de superficie boscosa, de las cuales unos 6 millones son áreas naturales protegidas, mientras que los 12 millones restantes pertenecen a propietarios privados, en su gran mayoría productores agrícolas y ganaderos.
Paraguay aprobó en 2004 una ley de Deforestación Cero, que rige para la región oriental del país hasta 2018, pero que no afecta a la región del Chaco, declarada reserva de la biosfera por Naciones Unidas y que registra una de las tasas de deforestación más altas del mundo.
La organización ambientalista WWF considera que tanto la región chaqueña como el ecosistema del Bosque Atlántico del Alto Paraná, en la región oriental, deben ser conservados a toda costa debido a su «importancia mundial» para contrarrestar el cambio climático.