La decisión afecta a los permisos de entrada y no a los permisos de trabajo (con los que cuentan alrededor de 14 mil residentes de la región de Hebrón), pese a que ese era el tipo de licencia con el que contaba el autor de los apuñalamientos en la tarde de ayer que causaron dos muertos y varios heridos en Tel Aviv, informó el diario israelí Haaretz.

La decisión es temporal, mientras se prolongue la investigación de los asesinatos, que cometió el palestino Raed Mahmud Al Masalma, de 36 años y residente de la localidad hebronita de Dura, que había recibido esta misma semana un permiso para entrar en Israel y había encontrado trabajo en un restaurante.

Masalma entró en un edificio de oficinas cercano al restaurante y empezó a apuñalar a varios de sus ocupantes, lo que provocó la muerte a los israelíes Reuven Aviram, de 51 años, y Aharon Yesaev, de 32, y heridas a otras dos personas, antes de que el atacante fuese herido y reducido por la Policía.

Horas después, otro palestino también residente de Hebrón atacó con un arma automática a un israelí, un estadounidense y un palestino, a los que mató, en una carretera que une varios asentamientos judíos en el sur de Cisjordania.

Hoy, la Policía israelí ha detenido a un menor palestino de 15 años que portaba un cuchillo cerca de un puesto de control del centro de la ciudad de Hebrón, supuestamente para tratar de atacar a los guardas allí destacados.

Los sucesos se enmarcan en la oleada de violencia que se inició a principios de octubre y en la que se han registrado más de 80 ataques de palestinos contra israelíes, según fuentes oficiales israelíes, en los que han muerto 19 personas y 172 han resultado heridas.

En este periodo han muerto 90 palestinos (alrededor de la mitad atacantes o supuestos atacantes) por fuego israelí y más de 2.500 han resultado heridos, la mayoría en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.