México, 20 Oct (Notimex).- El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, señaló que ante un nuevo paradigma constitucional que pone especial énfasis en la tutela de los derechos fundamentales, se revalora la importancia de los ingresos del Estado.
Como un presupuesto indispensable para sentar las bases que permitan garantizar los derechos de la Constitución y los Tratados Internacionales.
Durante su ingreso a la Academia Mexicana de Derecho Fiscal como miembro honorario vitalicio, donde estuvo acompañado por Manuel L. Hallivis, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal, A.C.; Arturo Pueblita, vicepresidente e integrantes de la misma, el presidente del alto tribunal señaló que México vive una época de cambios.
Aseguró que los mexicanos demandan el respeto absoluto a sus derechos humanos y el de sus conciudadanos en todos los ámbitos de la vida pública, así como la protección de las leyes a su vida privada.
Ante ello, en su discurso expuso que la protección total de los derechos humanos se constituye, ahora más que nunca, como el único horizonte hacia el que debe dirigirse ineludiblemente toda actuación de la autoridad, en todos los niveles y en todas las competencias.
Es indiscutible, argumentó, que los derechos fundamentales tienen un coste, y su eficacia requiere de un Estado fuerte que cuente con los recursos tributarios suficientes para prestar los servicios públicos indispensables para velar por estas prerrogativas.
Ello, con independencia de que éstas impliquen el desarrollo de la infraestructura que impida su violación o que permita restablecer el orden constitucional ante su transgresión, o incluso sirvan para financiar las actividades del Estado encaminadas a la tutela de los derechos prestacionales.
Señaló que en julio pasado, a propósito de la inauguración del Décimo Primer Seminario de Derecho Constitucional Tributario en Iberoamérica, destacó que la doctrina tributaria ha desarrollado diversas expresiones del postulado de igualdad impositiva imposición.
Puso como ejemplo que Benvenuto Griziotti, en su obra “Principios de Política, Derecho y Ciencia de la Hacienda”, en 1931 exponía que los sujetos a la soberanía fiscal deben ser sometidos a las cargas públicas proporcionalmente a su capacidad contributiva y a la paridad de capacidad deben corresponder iguales tributos.
Asimismo, que las exenciones y atenuaciones de gravámenes deben establecerse por la ley, que no se deben conceder privilegios fiscales y no debe darse lugar a doble imposición ni a excesos fiscales, abundó.
Con el paso de los años, la doctrina y la jurisprudencia han evolucionado y se han retroalimentado dando lugar a que el principio de generalidad, sustento del postulado de igualdad, trascienda a las diversas expresiones del fenómeno tributario, puntualizó.
