Lozano, por su parte, subrayó que la inspiración para su sonido les llegó de escuchar grupos como The Chemical Brothers o Daft Punk junto a referencias de México como Café Tacvba.
EU, 20 ago (EFE).- La veterana banda mexicana Kinky, en plena grabación de su nuevo álbum, conversó con Efe en Los Ángeles y adelantó que, tras jugar con los sonidos acústicos en «MTV Unplugged» (2015), ahora se plantean un retorno a unas «raíces muy electrónicas».
«El ‘MTV Unplugged’ fue un proceso muy largo y como que ahora rompimos con esa parte de nuestra vida, como si fuera una vieja novia y volvimos a nuestras raíces muy electrónicas, creo que más electrónicas que nunca. Es muy rejuvenecedor», indicó en una entrevista el vocalista de Kinky, Gil Cerezo.
El nuevo disco de la formación de Monterrey (México) todavía no tiene título y se espera que vea la luz en febrero del año que viene, aunque recientemente se dio a conocer el primer single, «Desaparecer».
Según el guitarrista Carlos Chairez, «Desaparecer» refleja «las ganas de volver a la programación, al detalle electrónico y las percusiones» que tenía el grupo, mientras que el acordeonista Ulises Lozano destacó que «la esencia de la banda» siempre ha estado relacionada con «los sintetizadores y las computadoras».
Cerezo, en cambio, apuntó que la letra de «Desaparecer» intenta «capturar el momento» de la noche en el que la gente trata de «alargar el baile y la fiesta» como sea.
«¿Cuál sería el desgaste último de llevar al máximo ese moverte, moverte y moverte? Pues desaparecer», añadió.
En otro sentido, Lozano explicó que la intención de Kinky es hacer un lanzamiento escalonado de su nuevo disco, ya que hasta que se edite irán desvelando nuevas canciones y vídeos.
Los integrantes de Kinky dejaron claro que su nuevo trabajo será muy diferente a su último disco, «MTV Unplugged», con el que abrazaron los sonidos acústicos y la creación en vivo.
«Fue una buena experiencia. Era algo que no habíamos hecho nunca, pasar a esa onda más teatral donde hay que montar un show. Es muy fácil cambiar una guitarra eléctrica por una acústica, pero ese no era el chiste. Fue más reinterpretar todo, reinterpretar el grupo», argumentó Chairez.
Gracias a su debut en 2002 con un álbum homónimo, Kinky formó parte de la Avanzada Regia, un movimiento que agrupaba a diferentes artistas de Monterrey en el cambio de siglo, y desde entonces ha construido una notable carrera dentro de la música alternativa mexicana.
Cerezo recordó que en sus inicios eran «un grupo de garaje que empieza a tocar en los bares locales, en cualquier escenario en potencia».
«No sólo tocábamos en establecimientos definidos para la música sino también en el jardín de un amigo, en una galería de arte, en espectáculos de danza», dijo sobre los comienzos de la banda, una etapa de «mucho aprendizaje» y de «destaparse los ojos» para conocer cómo funciona la industria del espectáculo.
Lozano, por su parte, subrayó que la inspiración para su sonido les llegó de escuchar grupos como The Chemical Brothers o Daft Punk junto a referencias de México como Café Tacvba.
Por último, Cerezo destacó las ganas de Kinky de seguir en la carretera, ya que estar frente al público es «una adicción».
«Esa emoción, esa energía que se genera entre público y músicos… Pues sí, es lo que nos gusta hacer y creo que cada vez nos gusta más. Es como un videojuego en el que cada vez eres mejor, al perfeccionar cierto movimiento en el control, y lo disfrutas más», concluyó.