Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).- Pocas personas pueden decir que han visto pasar una parte fundamental de la historia del siglo XX ante sus ojos. No como meros espectadores, sino casi devorándolas. Ilona Marita Lorenz es una de ellas.
Nació en Alemania en 1939, en vísperas de la invasión de Polonia. Su padre, alemán, era capitán de barco; su madre, americana, había sido actriz. De niña estuvo internada en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Poco después de acabar la guerra, con siete años, fue víctima de una violación.
Se embarcó a menudo con su padre en los años siguientes. En 1959 llegó a bordo del Berlin a La Habana revolucionaria. Un grupo de barbudos, encabezados por Fidel Castro, subió al barco. El flechazo fue inmediato. Una semana después, el Comandante enviaba a buscarla a Nueva York y la convertía en su amante. Tenía diecinueve años.