Montevideo, 20 ago (EFE).- Uruguay recomienda «la adopción de políticas de control y regulación del mercado de cannabis» como la que está en vigor en ese país, para enfrentar el problema mundial de las drogas, según un documento presentado hoy para aportar a una reunión especial de la ONU, en 2016, que fue facilitado a Efe.
«Estamos diciendo al mundo que la regulación del mercado de la mariguana es un camino posible y nos basamos en la frase del propio secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de considerar todas las opciones», dijo a Efe en Montevideo Milton Romani, secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND).
Uruguay aprobó en diciembre de 2013 la ley que regula la producción y la comercialización de mariguana bajo el control del Estado, impulsada por el expresidente José Mujica (2010-2015) como una estrategia para luchar contra el narcotráfico y convirtió al país en pionero en este enfoque de las políticas antidrogas.
El documento fue presentado este jueves por la misión uruguaya en Viena ante la junta preparatoria de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema de las drogas, conocida como Ungass, que será realizada en Nueva York en abril del próximo año.
Romani aclaró, sin embargo, que Uruguay no pretende «imponer» su posición al mundo, sino promover un debate abierto, inclusivo y alternativo a la lógica represiva de la actual «guerra contra las drogas».
«En ningún debate lo hemos puesto como condición para ningún documento. Dejamos claro que esta es nuestra posición pero no pretendemos imponer ese punto de vista porque sabemos que otros Estados no lo pueden implementar», sostuvo.
Por otro lado, el documento oficial también recomienda la despenalización del uso de estupefacientes y alienta a los Estados miembros de la ONU «que aún contienen en su legislación elementos de criminalización del consumo de drogas a que evalúen el costo-beneficio de la implementación de esta medida en pro de la salud pública de la población».
En este sentido, el texto reitera la necesidad de pensar la problemática de los narcóticos bajo una perspectiva sanitaria y de derechos humanos y pide la revisión profunda del «marco de los instrumentos internacionales en drogas» para adecuarlos «a las nuevas realidades».
«El país exhorta una revisión de la aplicación de las medidas prohibicionistas del cultivo de cannabis como respuesta para proteger la salud pública y evitar el tráfico ilícito. A su vez, aboga al estudio conjunto de la regulación y control del mercado de cannabis como una alternativa plausible para el logro de los objetivos propuestos», defiende el informe.
De acuerdo con el documento, la experiencia uruguaya ha demostrado que la prohibición «ha incentivado el tráfico ilícito de cannabis» y «la conformación y financiación de organizaciones criminales».
«Uruguay manifiesta que, en referencia al cannabis y en base a la evidencia disponible, la medida más adecuada para proteger la salud pública y evitar que el cannabis en sus diversas presentaciones sean objeto de tráfico ilícito, resulta la regulación y control del mercado», remarca el texto.
Por último, el país suramericano destaca «las incoherencias de los tratados» y pide «la flexibilización de las convenciones» por parte de los organismos responsables de la ONU, como la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), respecto a «la clasificación de sustancias».
Asimismo remarca «los obstáculos a la disponibilidad de sustancias controladas para usos médicos».
Para Romani, la intención inicial de Viena era presentar un informe que fuera votado durante la Ungass 2016, «pero ahora la junta preparatoria tendrá que trabajar los insumos y las posiciones nacionales y regionales, con una propuesta multilateral». EFE