Luego de cuatro meses de tandeo y en los que la presa Cerro Prieto se terminó de secar, el Gobierno de Nuevo León intenta bombear agua de los ríos Ramos, Casillas y Pilón hacia el área metropolitana de Monterrey, lo que generó un incendio de tuberías y bloqueos de vía de habitantes de municipios rurales también con escasez.
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).– Locatarios de las comunidades de Allende, un municipio rural al sur del área metropolitana de Monterrey, incendiaron una tubería de Agua y Drenaje y en el municipio de Montemorelos bloquearon una carretera –y también amagaron con incendios– para impedir que el organismo se lleve agua del río Ramos, Casillas y Pilón hacia la zona urbana, donde medio millón de habitantes lleva cuatro meses con tandeo por las presas semivacías.
Esta semana autoridades estatales y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han dialogado con los comuneros molestos, quienes les han reiterado su negativa al asegurarles que ellos tampoco tienen suficiente abasto y cuando disminuyan los cauces hasta las piedras, consideran, nadie los abastecerá.
«No queremos mandarte agua Monterrey, porque tú tienes que pelear la tuya y aquí estamos peleando la nuestra», dijo entre aplausos de sus vecinos Carlos Torres, de Las Raíces, Allende. «¿Somos egoístas por defender al río Ramos? Sí los somos. ¡Nadie se lo va acabar!», aseguró por su parte Karen Guzmán, de la localidad Jáuregui. «¿Por qué tiene que pagar el río Pilón el crecimiento desmedido de Monterrey?», cuestionó un habitante de Montemorelos.
La Conagua publicó el acuerdo de inicio de emergencia por sequía en 764 municipios del país al 15 de julio y expuso que en Nuevo León las condiciones de lluvias escasas son «agravadas por el cambio climático». Este verano la entidad está alcanzando temperaturas por arriba de los 40 grados, olas de calor que también abrasan a California, Francia, España, Portugal, Reino Unido, Irán, China y norte de África provocando incendios forestales y muertes.
En medio de estas condiciones «más secas de lo normal» y baja disponibilidad de agua en la región norte según Conagua, se han registrado enfrentamientos entre localidades por el agua del río Ramos, el Pilón y el Casillas.
«No es sorpresa», aseveró la investigadora en acuíferos transfronterizos Mary-Belle Cruz Ayala, de la Universidad de Arizona. En entrevista comentó que las crisis hídricas suelen derivarse de una «crisis de gobernanza y distribución» más que de escasez.
Más que trasladar agua de ríos de otras localidades también con desabasto, estimular nubes para generar lluvias o cavar más pozos para extraer agua subterránea, planteó, el Gobierno federal debe dejar de concesionar en acuíferos sobreexplotados; regular que las operaciones industriales/agrícolas no sean con agua limpia, sino tratada; e incrementar el uso eficiente en riegos agrícolas, la actividad que consume el 70 por ciento de agua por encima de inmobiliarias, cerveceras o mineras.
«Desde la posrevolución el norte le ha apostado al desarrollo agrícola, proveer forraje para el ganado e industrialización por su frontera con EU. El acuífero de Monterrey tiene un déficit de 11 millones de metros cúbicos y el de La Laguna tiene un déficit de ¡149 millones de metros cúbicos!, pero se siguieron otorgando concesiones», documentó Cruz Ayala.
Y dio una pista sobre por qué. La Ley de Aguas Nacionales (1992) «está rebasada»: no permite a la Conagua cancelar concesiones en acuíferos sobreexplotados porque ese término ni siquiera aparece en los artículos.
«¡NO SE LA VAN A LLEVAR!»
Para compensar la pérdida del agua de la presa «Cerro Prieto», que se terminó de secar la semana pasada, el Gobierno de Nuevo León contempla la extracción temporal de los ríos Ramos, Casillas y el Pilón, que desembocan en la presa «El Cuchillo» y atraviesan los municipios rurales de Allende, Rayones y Montemorelos.
Para evitar que Agua y Drenaje de Monterrey se lleve agua del río Ramos, los pobladores de Allende incendiaron tubería PVC para la obra de interconexión.
De acuerdo con Protección Civil local, los comuneros de Paso Hondo, el Fraile, ejido Terreros y el Porvenir comenzaron el incendio en la madrugada del sábado pasado porque, dijeron, para ellos también el agua está siendo escasa. El monitor los ubica con sequía moderada (D1) y el nivel del río ha bajado. Ese día bloquearon unas dos horas la Carretera Nacional.
El lunes volvieron a bloquear la carretera en ambos sentidos a la altura del municipio citricultor de Montemorelos, con sequía severa (D2) y problemas de abasto. La protesta fue para evitar el bombeo durante 14 días en agosto y septiembre del río Pilón tras detectar excavaciones de Agua y Drenaje en el afluente. Los manifestantes liberaron la vía por la medianoche hasta que maquinaria rellenó con tierra las excavaciones y se retiraron.
«El Gobernador [Samuel García] se está llevando la mejor riqueza y no trae nada, y no lo vamos a permitir. Qué casualidad que ya voltearon a Rayones y Montemorelos, no, volteen cuando necesitamos», acusó un citricultor de Rayones, al sur de Montemorelos por donde pasa el río Casillas que más hacia el sur se vuelve el río Pilón.
Durante el bloqueo de seis horas con presencia de elementos policiales y del Alcalde de Montemorelos, Miguel Ángel Salazar, se escucharon voces gritando: «El agua es de Montemorelos, no de Monterrey», «¡No se la van a llevar!, ¡no se la van a llevar!», «que lo tapen [el pozo]».
Aunque no ha sido el único acto vandálico ni de protesta entorno al agua. «En el tema de la emergencia, sí tenemos muchos casos de vandalismo. No sé si lo hacen por maldad o desesperación, pero nos generan un problema mayor», dijo esta semana Juan Ignacio Barragán, titular de Agua y Drenaje de Monterrey. Planteó que se ha registrado robo de cableado, lo que deja a los pozos hasta 10 horas sin operar y últimamente, remarcó, gente ha entrado a los tanques de agua para mover válvulas, lo cual ha estropeado el sistema hídrico en San Martín, Villa de Santiago, Guadalupe y Juárez.
¿Que opinan?
Pues la gente de las comunidades en los alrededores del Río Ramos no se dejó y prefirieron quemar a la brava material para introducir tuberías de @AyD_ParaTi hacia Monterrey que ceder el agua que consideran suya. pic.twitter.com/yiUUKBMscb
— @QuePasaEnNL ®️ (@LoQuePasaEnNL) July 16, 2022
Al segundo día del bloqueo de la Carretera Nacional, hubo cuatro detenidos por la policía estatal por obstruir la vía y amenazar con incendiar los tubos, como hicieron en Allende el fin de semana. Por la noche las autoridades llevaron pipas.
Por la mañana el titular de Agua y Drenaje no dio conferencia de prensa y acudió a la protesta en el municipio de Montemorelos para intentar convencer a los habitantes de Montemorelos, quienes expresaron su desacuerdo con el proyecto de interconexión del arroyo El Chapotal al Acueducto Linares-Monterrey.
—Nuestra responsabilidad es llevar el agua a todos los municipios del estado. Estamos pidiendo ser solidarios —les dijo Barragán a los locatarios.
—¡No señor! —le respondieron al unísono.
—El río es del Gobierno, de la nación.
—¿Y la nación de qué se compone? —contestaron molestos.
En el caso del municipio de Allende, donde se incendió la tubería, Barragán explicó que «cuando más llueve, menos agua tiene» porque en la parte alta se genera «mucha turbiedad, lo que impide que el agua se pueda potabilizar», por lo que se construirán obras de control para mitigar ese problema.
Pero, aclaró, el agua del río Ramos que se tomará para Monterrey es parte del Decreto de sequía y «no tiene un usuario designado», sino que son «los excedentes» que darían hacia la presa del Cuchillo.
«La parte de las tuberías fue un acto de vandalismo que está ahorita bajo investigación», aseveró Barragán. «La idea es dialogar con la gente para que vean que no se les va a quitar el agua».
Sin embargo, en esa reunión de diálogo cerca del río Ramos, la Alcaldesa de Allende Patricia Salazar y los habitantes rechazaron que Agua y Drenaje traslade el agua del río hacia Monterrey.
«Si tuviéramos la cantidad de agua que normalmente pasa por el río, fuera muy viable, pero ahorita no tenemos ni para nosotros y la queremos para tomar. No podemos quitarle a uno para darle a otro», aseguró la Alcaldesa durante el encuentro de esta semana, donde los comuneros entre gritos de «fuera» no aceptaron ceder parte del agua del río «porque aquí también está faltando».
ROCE POR RÍO CASILLAS
Entre autoridades de Coahuila, donde el 94 por ciento de sus municipios está en algún grado de sequía, y Nuevo León, donde la crisis hídrica empeoró al ya no poder extraer de la seca presa «Cerro Prieto», ya se registró un roce.
Hace unos días, el Gobernador de Nuevo León Samuel García publicó una historia en Instagram donde anunciaba el hallazgo de «una mina de oro»: agua del río Casillas en el Cañón del Tragadero, entre el municipio de Rayones, Nuevo León, y Arteaga, Coahuila, entidad que registró su junio más cálido según la Conagua.
«En el Cañón del Tragadero en la Sierra Madre encontramos más agua y muy pronto estará distribuyéndose en la ciudad para incorporarla a la red de Agua y Drenaje de Monterrey para su suministro y abastecimiento», dijo entusiasmado luego de beber del ojo de agua que los agricultores de Rayones usan.
Sin embargo, el Alcalde de Arteaga, Ramiro Durán, aseguró que esa agua de la sierra se inicia desde el ejido Nuncio, en Coahuila, donde la utilizan los ganaderos para sus huertas y animales, y por una pendiente natural baja una parte a Rayones, Nuevo León. Ambos municipios se ubican actualmente en sequía moderada.
«Si de las Trancas, Rayones, él la quiere conducir o entubarla para Monterrey, está en pleno derecho de hacerlo porque atraviesa por Nuevo León. Pero los límites con Coahuila los vamos a defender nosotros aquí en el municipio de Arteaga para la población», declaró a la prensa. «La idea no es crear un problema, sino que solamente nosotros pediríamos que respetaran el agua de los arteaguenses».
Ante ello, el Gobernador García comentó en Instagram: «Aprovecho para desmentir ilusos: El Tragadero está en Rayones. Por eso se llama Tragadero de Rayones, NL (Río Casillas)”.
USO DOMÉSTICO VS INDUSTRIAL
Como parte del acuerdo de inicio de emergencia por sequía publicado por la Conagua, se prevé que los titulares de concesiones de aguas nacionales para usos industrial y agrícola puedan proporcionar a terceros de manera provisional el uso total o parcial de las aguas concesionadas, aunque no es de manera obligatoria.
En Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró esta semana que las cerveceras y las refresqueras en Nuevo León «ya tomen la decisión de no consumir agua para cerveza, para refresco y que se destine toda el agua para uso doméstico».
Al solicitarles un comentario, la Cámara de la Industria de Transformación en Nuevo Léon (Caintra) respondió a SinEmbargo que a través de su campaña «Sumemos un chorro», las empresas integrantes han abonado 25 millones de metros cúbicos al sistema de Agua y Drenaje entre la cesión temporal de agua y rehabilitación de pozos, además de la donación a través de cisternas comunitarias, botellas, garrafones, pipas y camionetas.
«Las refresqueras y cerveceras sí nos están apoyando», dijo a su vez el titular de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán. «Ya está prácticamente muy avanzada la perforación de un pozo profundo que está llevando acabo la empresa Heineken; adicionalmente nos está dando 20 litros por segundo uno de esos pozos. Y las empresas refresqueras han habilitado alrededor de 12 pozos en toda la ciudad. Más bien ahorita necesitamos que sean las empresas medianas con pozos las que nos apoyen, lo cual se está dialogando».
Sin embargo, para Greenpeace México, la industria de las bebidas podría hacer más en una entidad donde los habitantes se despiertan a las cuatro de la mañana para almacenar agua y las industrias extraen más de 10 millones de metros cúbicos de agua, como es el caso de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, ahora filial de la holandesa Heineken (6,980,000 metros cúbicos), concesiones para la elaboración de productos de Coca-Cola (2,080,111 metros cúbicos) y Topo Chico (1,210,000 metros cúbicos), expuso con cifras oficiales.
«El consumo de la industria refresquera podría satisfacer las necesidades de abastecimiento de aproximadamente un millón y medio de personas, es decir, la quinta parte de la población de Nuevo León, por lo que en un panorama de incertidumbre de disponibilidad de agua ante el cambio climático, el esquema de concesiones de aguas nacionales debería ser replanteado», planteó la organización ambiental.
En coordinación con la Secretaría de Gobernación (Segob) y Conagua, en Nuevo León se concluirá la segunda etapa del proyecto «El Cuchillo» y la presa «La Libertad». A corto plazo, se acordó con los sectores industrial y agrícola que compartirán parte del volumen de agua que tienen concesionado, mediante la canalización de un total de hasta 500 litros por segundo de agua para destinarla al abasto de la población.
Pero, observó Greenpeace México, las autoridades «han hablado muy poco» sobre el impacto del cambio climático en el ciclo del agua y su baja disponibilidad, y la urgencia de preservar zonas ambientales para la infiltración pluvial a los acuíferos para enfrentar años secos, como el Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
Mientras tanto, habitantes y autoridades miran hacia el cielo en espera de las lluvias de agosto. «Tenemos que asumir que lo único que tenemos cierto es la incertidumbre», comentó la investigadora de la Universidad de Arizona, Mary-Belle Cruz.