La gran esfera lunar ha sido ubicada a tan solo unos metros del suelo lo que, junto con una tenue iluminación en la sala, realza los detalles de alta precisión y minuciosidad de la luna.
Por Ana María Alarcón
Houston (EEUU), 20 jul (EFE).- Si la llegada del hombre a la Luna acercó a la humanidad a nuestro satélite, el 50 aniversario de ese acontecimiento ha servido al Museo de Ciencias Naturales de Houston para acercarla aún más, con la exhibición de una luna gigante.
Se trata de un enorme globo de siete metros de diámetro, iluminado desde su interior, que refleja en detalle la geografía, o mejor dicho, la selenografía a una escala de 1:500.000, es decir, cada centímetro equivale a cinco kilómetros de la superficie lunar.
Obra del artista británico Luke Jerram, famoso por sus obras a gran escala, «Luna» (Moon), adquirida por el museo, presenta la superficie lunar al detalle gracias a las imágenes tomadas por un satélite de la NASA por medio de una proyección de mapeo.
La gran esfera lunar ha sido ubicada a tan solo unos metros del suelo lo que, junto con una tenue iluminación en la sala, realza los detalles de alta precisión y minuciosidad de la luna.
Es posible observar puntos relevantes como el sitio de aterrizaje del Apolo XI y la «cara oculta de la Luna», hemisferio que ningún telescopio puede registrar desde la Tierra.
Destaca también con igual exactitud el sitio donde aterrizaron las misiones Apolo XII, XIV, XV, XVI y XVII, al igual que los diferentes rangos de tamaños de los cráteres, valles y montañas.
«Esta obra es como una gran clase de historia con un toque artístico», señaló Carolyn Sumners, Vicepresidenta del Departamento de Astronomía del museo y comisaria de la obra.
«La sensación que produce es como si fueses un astronauta y estuvieras orbitando la Luna», explicó Sumners al destacar el impresionante grado de similitud que tiene la obra con el satélite.
Se exhiben además varios pedazos de meteoritos, pequeños fragmentos puestos de tal forma que el público puede acercarse y tocarlos, entre ellos uno que llegó a la Tierra hace miles de años y fue descubierto en el desierto del Sahara en 2003, compuesto por anortita, un mineral que abunda en la Luna.
También hay un meteorito de Marte que se cree fue producto del choque de un asteroide sobre Marte hace más de un millón de años y que luego cayó a la Tierra atraído por la gravedad. Fue hallado también en el Sahara en 2002.
«Nunca antes había tenido la oportunidad de apreciar la Luna, hasta ahora que la puedo ver así de cerca», comentó emocionada Sumners.
La exposición de esta obra es una de las muchas actividades con motivo del 50 aniversario de la llegada del hombre al satélite de la Tierra organizadas en Houston, ciudad con una vinculación especial con los proyectos espaciales de la NASA.
Con motivo del aniversario y con la ayuda de la obra de Jerram, el científico David Kring, del Instituto Lunar y Planetario, ofrece hoy una «caminata por la Luna» para identificar los impactos de asteroides y los puntos de aterrizaje de misiones espaciales.
Un concierto del quinteto WindSync concluye el acto en honor a la hazaña lograda el 20 de julio de 1969 por los astronautas estadounidenses Neil A. Armstrong y Edwin E. Aldrin, mientras Michael Collins permanecía en el módulo espacial orbitando la Luna a 96 kilómetros de altura.
Otras curiosidades que muestra el Museo de Ciencias Naturales de Houston con motivo de la efeméride es una instalación del Mar de la Tranquilidad donde están la bandera estadounidense y las huellas de las suelas que dejaron los cosmonautas sobre el polvo lunar.
La exposición permite también vivir la experiencia que tienen los astronautas al aterrizar y explorar la Luna y la Estación Espacial Internacional mediante la realidad virtual, un proyecto creado por el equipo del Departamento de Astronomía del museo titulado «Destino: la Luna».