Las enfermeras Cindy y Érika desaparecieron el 30 de julio de 2017, salieron a un bar y no regresaron a sus casas, el conductor de Uber en el que viajaban también desapareció con ellas. El 5 de agosto del año pasado los restos de los tres fueron localizados en una carretera
Los culpables de los casos de feminicidio fueron sentenciados por ese delito a 23 años de prisión cuando al pena máxima en la entidad es de 50.
Sinaloa/Ciudad de México, 20 de junio (Noroeste/SinEmbargo).– Cuatro hombres fueron sentenciados a 23 años de cárcel por el feminicidio de dos enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Mazatlán, Sinaloa, asesinadas en julio del año pasado.
Uno de los sentenciados, Luis “N”, es el mismo condenado por el homicidio del abogado Miguel Ángel Sánchez Morán, ex Secretario del Ayuntamiento de Mazatlán, ocurrido en mayo 2017.
Las sentencias se dieron en procedimientos abreviados, de acuerdo con el nuevo Sistema de Justicia Penal. Se trata de Luis Humberto «N», Ernesto «N», Marco «N», y Juan «N», el primero de Mazatlán y los tres últimos originarios del estado de Jalisco, informó la Fiscalía General del Estado en un comunicado.
La Fiscalía señaló que Luis Humberto «N» también fue fue sentenciado ayer a 22 años de prisión en un procedimiento abreviado por el delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja del ex Secretario del Ayuntamiento de Mazatlán y ex presidente de la Federación de Abogados de Sinaloa, Miguel Ángel Sánchez Morán, que ocurrió la mañana del 12 de mayo del 2017.
La Fiscalía agregó que en el caso de las dos enfermeras del IMSS y del conductor de Uber, a los cuatro detenidos en agosto pasado tras el hallazgo del cuerpo de las víctimas, también fueron sentenciados al pago de una multa de 23 mil 628 pesos y al pago de la reparación del daño a las partes por la cantidad de 407 mil 403 pesos.
A finales de julio del 2017 las dos enfermeras y el conductor de Uber desaparecieron y sus restos fueron localizados el 5 de agosto de ese mismo mes en un terreno ubicado a un costado de la carretera que conduce al poblado de La Amapa, en la Sindicatura de Villa Unión.
En esa ocasión fueron detenidas las cuatro personas ahora sentenciadas, una de ellas también sentenciada el martes por el homicidio del abogado Sánchez Morán.
En el caso de Sánchez Morán también se acusaba a otro hombre, Junior «N», pero la orden de aprehensión en su contra no se implementó porque fue una de las dos personas asesinadas a balazos el 12 de agosto del 2017 frente a un domicilio ubicado en el Fraccionamiento El Cid.
Tras las sentencias en procedimiento abreviado como parte del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio Adversarial y Oral, tanto la defensa de los ahora sentenciados como el Fiscal tienen cinco días para presentar un recurso de apelación si lo consideran conveniente, de lo contrario la sentencia quedaría como fue dictada.
Los cuatro detenidos se encuentran internos en el Centro Penitenciario El Castillo, en Mazatlán.
¿QUÉ PASÓ CON LAS ENFERMERAS CINDY Y ÉRIKA?
Las enfermeras Cindy y Érika salieron una noche de sábado de finales de julio de 2017 a un bar en la Zona Dorada de Mazatlán. Fue la última vez que se les vio con vida. Dos días después, se reportó su desaparición.
Los familiares de las dos jóvenes acudieron el 1 de agosto a la Fiscalía de Sinaloa para interponer la denuncia por la desaparición de las jóvenes. La única pista que tenían era su estancia en ese bar, a las 4 de la mañana del domingo 30 de julio. En este como en otros casos las autoridades recomendaron a las autoridades de las mujeres esperar 72 horas para interponer la denuncia.
El 5 de agosto de 2017, elementos de corporaciones policíacas recibieron el reporte de una fosa clandestina en un camino que conduce al poblado Las Amapas, en la sindicatura de Villa Unión, medios locales difundieron que ahí habrían sido localizados los restos de las enfermeras, al no confirmarse esa versión se descartó.
Mientras eso pasaba, familiares y compañeros de trabajo de las enfermeras del IMSS, presionaron a las autoridades para seguir con las investigaciones y dieran con el paradero de las jóvenes.
Más de 20 días después, la Fiscalía dio a concoer que sí eran los restos de las enfermeras y estos fueron entregados a los familiares para su sepultura.
Un testigo protegido reveló que en el crimen intervino una célula criminal que después estaría involucrada en otros casos.
