El Buró Federal de Investigación (FBI) informó que mientras algunos rehenes estaban siendo liberados, Mateen dijo que iba a poner «cuatro chalecos con bombas» a rehenes en los próximos 15 minutos.
Miami (EU.), 20 de junio (EFE).- El autor de la matanza de Orlando del pasado día 12, Omar Seddique Mateen, amenazó con poner explosivos en cuatro personas que estaban retenidas en la discoteca Pulse, según transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvo la Policía reveladas hoy.
El Buró Federal de Investigación (FBI) informó que mientras algunos rehenes estaban siendo liberados, Mateen dijo que iba a poner «cuatro chalecos con bombas» a rehenes en los próximos 15 minutos.
Mateen aseguró además que tenía un chaleco como el «usado en Francia», en referencia a los atentados yihadistas de París de noviembre de 2015, en los que murieron 130 personas y hubo cientos de heridos.
Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre por arma de fuego en Estados Unidos (EU) se identificó como «soldado islámico» y juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico.
Las tres conversaciones entre Mateen y los negociadores de la Policía de Orlando duraron en total 28 minutos, aunque las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, aunque sin éxito.
Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró además que en los «próximos días» se iban a registrar «más de este tipo de acciones».
El agente especial del FBI Ron Hopper dijo en rueda de prensa en Orlando que en estos momentos no existe «ninguna evidencia de que (Mateen) estuviera relacionado con grupos terroristas islámicos».
Hopper aseguró que Mateen llamó «premeditadamente» al teléfono de emergencias 911 de «manera relajada y calmada».
Por su parte, el Jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del «sospechoso y solo del sospechoso», rechazando así que alguna de la víctimas fatales pudieran haberse producido por parte de los agentes que participaron en la operación.
Mateen, estadounidense de origen afgano, entró a la discoteca de ambiente gay Pulse con un fusil de asalto y una pistola, en un masacre en la que murieron 50 personas, incluido el autor de la matanza, y resultaron heridas otras 53.