Con casi 245 mil muertos y más de 10 millones de infectados por la COVID-19, Brasil es uno de los epicentros mundiales de la pandemia, al lado de Estados Unidos e India.
Sao Paulo, 20 feb (EFE).- Caravanas de coches volvieron este sábado a las calles de diversas ciudades para pedir que el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sea sometido a un juicio político con fines de destitución por su cuestionada gestión frente a la pandemia de la COVID-19.
Varios movimientos, en su mayoría de izquierda, convocaron para este sábado y domingo protestas en al menos 70 ciudades del país para reivindicar la aceleración del proceso de vacunación contra el coronavirus, la vuelta de las ayudas estatales a los más vulnerables y, también, la destitución del mandatario ultraderechista.
En Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil con unos 12 millones de habitantes, las manifestaciones ocurrieron en diversos puntos.
«Hoy estamos aquí para decir que el pueblo brasileño está decidido a imponer un límite al genocidio», expresó Guilherme Boulos, líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo y quien disputó la Presidencia brasileña en 2018 y, el año pasado, la Alcaldía de Sao Paulo.
Boulos, uno de los principales líderes de la izquierda brasileña, y cientos de manifestantes se concentraron en una céntrica plaza de la ciudad, desde donde cerca de 150 coches partieron rumbo a la icónica Avenida Paulista.
Con casi 245 mil muertos y más de 10 millones de infectados por la COVID-19, Brasil es uno de los epicentros mundiales de la pandemia, al lado de Estados Unidos e India.
El gigante suramericano atraviesa una avasalladora segunda ola de la emergencia sanitaria y ha visto su campaña de vacunación, iniciada hace un mes, paralizarse en varias ciudades por la falta de nuevas dosis de vacunas, un escenario atribuido por muchos a la falta de planificación y gestión por parte del Ejecutivo brasileño.
«Las más de 240 mil muertes no son naturales, no fueron inevitables. Fueron resultado de un Gobierno con una política criminal que ha trabajado contra las vacunas», sostuvo Boulos.
Además de llamar la atención con sus bocinas, los manifestantes exhibieron carteles con mensajes contra el mandatario ultraderechista y su ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, y exigieron medidas más eficaces para combatir la COVID.
Pese al recrudecimiento de la pandemia, con un promedio por encima del millar de muertos por día, Bolsonaro se mantiene como uno de los líderes mundiales más negacionistas sobre la gravedad de la enfermedad, a la que llegó a calificar como «gripecita».
Asimismo, sigue sin respetar las orientaciones de las autoridades sanitarias, como evitar las aglomeraciones o hacer uso de mascarillas.
Hasta el momento, ya fueron remitidos a la Cámara de Diputados al menos 62 pedidos de apertura de un juicio político contra Bolsonaro, de los que tan solo 5 fueron rechazados, mientras que los demás están sobre la mesa del recién elegido presidente de la Cámara Baja, Arthur Lira.