Sólo el pasado fin de semana, se suscitaron ocho crímenes contra mujeres en Baja California. No todos han sido identificados como feminicidios; la autoridad argumenta que los móviles no tienen origen en el género de las finadas. Sin embargo, la cifra confirma que el implicar o no un feminicidio resulta irrelevante para los datos oficiales.
Por Eduardo Villa Lugo
Baja California, 20 febrero (ZetaTijuana).- La cifra es escalofriante: Baja California, una de las entidades con los peores índices de homicidios a nivel nacional, contabiliza casi 800 asesinatos de mujeres en tan solo tres años y dos meses, según cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado de Baja California, pero poco menos de 70 casos tipificados como feminicidio. En Mexicali, solo en tres días se ultimó a cinco mujeres, tres de ellas -según el Vicefiscal Pedro Ariel Mendívil- fueron “víctimas colaterales” de una pugna entre traficantes de personas. Sin embargo, aseguró que ninguno de estos casos debe considerarse feminicidio, ya que no fue una agresión por razón de género. En el caso de Mexicali, se trató de una “confusión”, lo cual no coincide, pues aseguran que el asesino iba a ultimar a un hombre traficante de personas, pero mató a tres mujeres; mientras que en Tijuana, gran conmoción causó el asesinato de la estudiante Marbella Valdez Villarreal.
Al Gobierno del Estado de Baja California se le olvida que tiene una deuda con las mujeres. De 2017 a la fecha, la entidad contabiliza casi 800 asesinatos de féminas, según cifras proporcionadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) por medio de una solicitud de transparencia, donde recaen mayores de edad, adolescentes y niñas, teniendo al municipio de Tijuana como el más peligroso para su género.
Sin embargo, menos del 10 por ciento fue tipificado como feminicidio, pues en el resto -por lo menos hasta este momento- no se pudo identificar que el crimen tuviera una razón de género en los hechos delictivos.
Tan solo el pasado fin de semana, se suscitaron ocho crímenes contra mujeres. No todos han sido identificados como feminicidios; la autoridad argumenta que los móviles no tienen origen en el género de las finadas. Sin embargo, la cifra confirma que el implicar o no un feminicidio resulta irrelevante para los datos oficiales.
El viernes 7 de febrero, en Mexicali ocurrió uno de los incidentes más cruentos cometidos en los últimos meses, pues tres mujeres que se encontraban de visita en una vivienda de la colonia Pueblo Nuevo, una comunidad ubicada al Poniente de la ciudad, fueron acribilladas por un desconocido que descargó sobre ellas su arma calibre 0.9 milímetros.
Cuatro mujeres recibieron impactos de proyectil y solo una logró salvar la vida; en la casa también se encontraba una pequeña de cinco años de edad y un individuo, quienes salieron ilesos del ataque.
Sus nombres fueron revelados como Guillermina Rodríguez López, de 55 años; Juliana Guadalupe Pérez Malagón, de 25; y Luz Maribel Herrera Chávez de 32. Todas se encontraban dentro de la vivienda marcada con el número 524 de Avenida Salina Cruz, casi esquina con Calle Guanajuato, a escasos metros de la Cruz Roja. Sin embargo, esto no fue factor, pues cuando atendieron la emergencia ya habían fallecido.
La joven Dayana Marisol, de 14 años, la única lesionada sobreviviente, recibió atención y narró vagamente que el responsable huyó a bordo de una motocicleta. Fue abandonada a dos calles del sitio de los hechos, toda vez que el matón llegó a ese punto para abordar un nuevo vehículo y escapar.
Apenas un día después, en Mexicali, se movilizó a las policías Municipal y Ministerial a la colonia Castro, rumbo al aeropuerto, debido a un asesinato ocurrido dentro de una vivienda. El cadáver presentaba huellas de sujeción, y por lo expresado por su pareja sentimental, la víctima llevaba en vida el nombre de María del Carmen Corral. Tenía 66 años.
El Vicefiscal regional Pedro Ariel Mendívil, aseveró que ninguno de estos crímenes puede ser considerado un feminicidio, toda vez que los motivos son ajenos a su género, e incluso, los calificó como “víctimas colaterales”.
En el primer caso se analiza una confusión, donde el matón solitario intentó ultimar a un traficante de personas que aparentemente residía en una casa contigua. Hipótesis que le abona al caso de feminicidio, pues si el asesino iba a matar a un traficante masculino, y en la casa encontró a mujeres, por qué decidió ultimarlas a ellas. No cabe la línea de la investigación narrada por el Vicefiscal de la confusión, es imposible que se confunda a un hombre con tres mujeres.
En el segundo caso se investiga un robo como móvil, según la declaración del esposo de la occisa.
A estos casos se suma el hallazgo de un cuerpo en un dren del Ejido Chihuahua, en el Valle de Mexicali, el cual presentaba un severo golpe en la cabeza, lo que se estableció como causa de muerte.
No se puede olvidar el lamentable crimen de la joven Marbella Valdez Villarreal, de 20 años de edad, quien cursaba la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California y cuyo cadáver fue localizado el sábado 8 de febrero en un camino de terracería de la colonia El Tecolote en Tijuana, luego de tres días de ausente; la fémina estaba atada de pies y manos.
Además de ella, una mujer fue asesinada por su ex pareja dentro de las instalaciones de la empresa SuKarne, y otra más dentro de una tienda de autoservicios en Playas de Tijuana, lo que dio un fin de semana con ocho mujeres muertas.
LOS CRÍMENES EN NÚMEROS
Mientras el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, duda en sus discursos sobre los crímenes contra mujeres, al grado de considerar que es una campaña de difamación, la realidad en Baja California es que de enero de 2017 a la fecha, es decir, menos de 38 meses, se registró una cifra de 793 asesinatos de mujeres, concentrando la gran mayoría en Tijuana, con más de 550 crímenes.
Según las solicitudes de Transparencia realizadas por ZETA, con números 01295919 y 01296019 a la Fiscalía General del Estado, de 2017 a octubre de 2019, en la entidad se contabilizaron 744 crímenes contra mujeres; solo 61 fueron catalogados como feminicidios.
Partiendo de esos datos, los feminicidios y homicidios de mujeres hasta el 12 de febrero de 2020, alcanzaron los 793, de los cuales apenas 62 se retipificaron a feminicidios, pero con posibilidades de modificarlos en caso de que las investigaciones arrojen lo contrario.
En segundo lugar se encuentra Ensenada, donde en tres años, la cifra se alzó a 65 asesinatos, entre homicidios y feminicidios, al que se agrega un crimen en el poblado de San Quintín en los primeros días de enero donde perdió la vida la joven Adilene Paz Lujano, de 24 años; su cuerpo fue hallado maniatado y con un disparo de arma de fuego.
Mexicali contabilizó 36 en 2019, pero se reportaron otros cinco crímenes en febrero de este año, lo que aumenta los datos hasta 41; de estos, se considera que como feminicidios solo se identificaron 13.
Otro de los datos destacados que arrojó la información oficial proporcionada por la fiscalía, es que también se definió la cifra de niñas muertas víctimas de agresiones cometidas habitualmente por familiares. Los crímenes más crueles son precisamente contra las menores de 12 años. En total se suscitaron veinte hechos delictivos donde perdieron la vida menores de forma violenta. De estos, 17 se suscitaron en Tijuana, dos en Mexicali y uno más en Ensenada.
En 2015, cuando el Congreso del Estado identificó las causales de feminicidio en el Código Penal de Baja California, a raíz ello se inició la contabilidad del mismo. Sin embargo, durante los primeros años fue complicado identificar el tema, sobre todo porque autoridades mantenían una postura de recelo a las nuevas disposiciones legales.
El año más violento para las mujeres fue 2018, cuando la cifra alcanzó los 277 homicidios de féminas, a lo que se sumarían 28 feminicidios reconocidos por la propia autoridad.
LAS VÍCTIMAS EN POTENCIA
Además de estas mujeres asesinadas, otras solicitudes de Transparencia con número 0079920, 0079720, 0079620 y 0080020, ayudaron a establecer a víctimas potenciales y las cifras también resultan preocupantes.
A sabiendas que Baja California tiene un problema serio en la atención de violencia familiar, se pidieron datos sobre oficios de la FGE otorgados a las policías municipales de la entidad, para que protegieran a víctimas en potencia.
En total, la fiscalía o el juez han solicitado en más de 3 mil ocasiones a las diversas policías municipales que acudan a realizar rondines y atenciones especiales a víctimas mujeres cuya integridad se encuentra en riesgo, o por lo menos así lo ha determinado la autoridad.
Para ser concretos, el Ayuntamiento de Tijuana informó que cuenta con 2 mil 660 instrucciones para vigilar y resguardar damas que se encuentren en una situación de peligro inminente.
En segundo lugar se encuentra Mexicali, donde contabilizaron 665 oficios para la protección de personas víctimas de violencia. Sin embargo, a diferencia de los otros municipios, la Capital del Estado dividió los casos de hombres, los cuales representan 6% del total antes mencionado. Es decir, 39 casos de varones que solicitaron la protección de las autoridades ante el ataque de ex parejas sentimentales.
Tecate es la entidad más ordenada en la atención de mujeres víctimas de agresiones familiares, pues dividió los incidencias en: atención de medidas cautelares (54), rondines de vigilancia en viviendas específicas (14), seguimiento de violencia familiar (94), canalizados al Departamento de Psicología (11) y traslado de víctimas (6).
Infortunadamente, Ensenada aceptó no contar con dicha información y se comprometió, a partir de la solicitud de Transparencia, a iniciar una base de datos para medir e identificar la gravedad de la situación en el municipio. Rosarito simplemente hizo caso omiso a la solicitud formal de este medio.
En 2015, el Poder Legislativo votó por adherir al Código Penal el delito de feminicidio en su Artículo 129, donde establecieron siete puntos para que pudiera acreditarse:
Haya existido entre el activo y la víctima una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato, noviazgo o amistad.
Haya existido entre el activo y la víctima una relación laboral, docente, o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
III. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.
A la víctima se le hayan infligido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones previa o posterior a la privación de la vida.
Existan antecedentes de amenazas, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
VI. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
VII. La víctima haya sido incomunicada.
En caso que se acredite alguna sentencia condenatoria, el acusado alcanzaría de 30 a 60 años de prisión, según el último Código Penal vigente de Baja California.
EL FEMINICIDIO DE MARBELLA, NI CONFERENCIA NI HIPÓTESIS; EN LA IMPUNIDAD
Marbella Valdez Villarreal, una joven de 20 años, fue reportada como desaparecida el 5 de febrero; como suele suceder, especialmente tratándose de su generación, su búsqueda prendió en las redes sociales. Pero alrededor de la una de la tarde del sábado 8 de febrero, fue encontrada sin vida: maniatada, con huellas de estrangulamiento y su cuerpo abandonado en un camino de terracería atrás del fraccionamiento Barcelona Residencial.
El crimen provocó psicosis, manifestaciones y movilizaciones contra las autoridades, que hasta el momento siguen sin dar a conocer detalles de la investigación ni de la búsqueda de su o sus asesinos. Ni siquiera han convocado a una conferencia de prensa para anunciar algún avance. La impunidad es el segundo acto violento en los feminicidios.
Extraoficialmente, se sabe que tres individuos están siendo investigados por los investigadores que llevan el caso. Los agentes han platicado con amigos de Marbella, con familiares, compañeros de escuela y con sus compañeras de Rendichicas -donde laboraba Marbella- con el objetivo de establecer líneas de investigación y motivos del crimen.
Uno de los avances más significativos es que por medio de la inspección del GPS del vehículo de uno de los sospechosos, se detectó que estuvo cerca de la zona donde se localizó el cadáver de Marbella Valdez Villarreal.
TODAS SE TRATAN COMO FEMINICIDIO
Hiram Sánchez Zamora, fiscal Central de la Fiscalía General del Estado (FGE), informó que debido a la forma que fue asesinada, el caso de Marbella Valdez Villarreal es catalogado como feminicidio.
Explicó que por una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, todos los homicidios donde las víctimas son mujeres se atienden bajo el Protocolo de Feminicidio, lo que significa que hay ciertas técnicas del tratamiento digno a las mujeres.
En el caso de Marbella, dijo que el Ministerio Público ha realizado varias pruebas técnicas de investigación, así como inspecciones; se han recabado muestras genéticas. Sobre el o los presuntos responsables, Hiram Sánchez dijo que están explorando todas las líneas de investigación, pero no hay resultados.
De acuerdo al fiscal central, el asesinato de Genoveva Álvarez Soto, asesinada el sábado 8 de febrero en su lugar de trabajo, presuntamente por su ex pareja, también es considerado como feminicidio. La mujer trabajaba en la sucursal de SuKarne ubicada en la calle Alejandro Von Humboldt, colonia Garita de Otay, y se presume que el responsable es Jonathan Erick González Ramírez.
De este caso, Guillermo Ruiz Hernández, fiscal General del Estado, informó que la investigación va muy avanzada; sin embargo, hay problemas para obtener órdenes de aprehensión por la falta de jueces.
Detalló que hay más de veinte órdenes de aprehensión que no se han podido girar por la falta de jueces, situación que se la hizo saber al Poder Judicial de Baja California.
En la FGE también investigan el homicidio de Maritza Karina López Pérez, de 21 años, quien apareció calcinada junto con otros dos cuerpos (aun no identificados).
La joven había sido reportada por su padre como extraviada el 25 de enero, cuando salió del domicilio de su abuela, ubicado en la calle Arroyo de la colonia Patria Nueva, y no regresó.
El 5 de febrero se localizaron tres cuerpos calcinados en avenida Tehuacán de la colonia Ejido Francisco Villa, Delegación Florido Mariano. El padre de Maritza Karina señaló que acudió al Servicio Médico Forense y manifestó que uno de los cuerpos calcinados es el de su hija.
Por esta razón, la Fiscalía en Delitos contra las Mujeres por Razón de Género, ha iniciado una carpeta de investigación y se coordina con la Fiscalía de Personas Desaparecidas y no Localizadas, que fue la que inició con el reporte de su localización.
CUATRO FEMINICIDIOS EN TIJUANA DURANTE MES Y MEDIO
De acuerdo a cifras presentadas por la propia FGE a ZETA, en lo que va del presente año se han registrado cuatro feminicidios en Tijuana, y podría aumentar con el desarrollo de la investigación de los otros casos donde mujeres han sido asesinadas.
Pero esos cuatro casos, en tan solo mes y medio, es una cifra considerada alta, pues en todo 2019 se reportaron un total de 16 feminicidios en esta ciudad.
El año pasado, 228 mujeres en Tijuana fueron privadas de la vida de manera dolosa, en 2020 ya son 17.
En Mexicali, durante 2019 un total de 12 mujeres fueron ejecutadas; cuatro de esas sí fueron catalogadas como feminicidios.
En 2020, en la Capital del Estado se han matado a cinco mujeres; dos de ellas entran en el rubro de feminicidio.
Durante el año pasado, en Ensenada, fueron asesinadas 15 mujeres; tres de ellas fueron redireccionadas como feminicidios. En este año, una mujer ha sido asesinada.
La cifra de mujeres ultimadas en Playas de Rosarito durante el 2019 fue de 10; de esas, tres casos fueron catalogados como feminicidios. Este 2020 han ocurrido dos casos de mujeres asesinadas, uno registrado como feminicidio.
En Tecate, durante 2019, seis mujeres fueron asesinadas, pero ningún caso se catalogó como feminicidio; en el presente ninguna mujer ha sido privada de la vida.
En total, durante 2019, en Baja California, 271 mujeres fueron asesinadas; 26 de ellas encajan en la clasificación de feminicidio. Y en lo que va de 2020, en la entidad, 24 mujeres han sido privadas de su vida; siete de ellas reuniendo las características delfeminicidio. Luis Gerardo Andrade Ramos.