Logan, que se estrenará en todo el mundo en la primera semana de marzo, es la más oscura y sangrienta de las tres películas sobre Wolverine. Hugh Jackman ha asegurado que será la última vez que encarne al mutante y aunque Stewart no es tan rotundo sobre su personaje, el profesor Charles Xavier, ve «muy improbable» que vuelva a ponerse en su piel.
Por Magdalena Tsanis
Madrid, 20 feb (EFE).- El actor británico Patrick Stewart aseguró hoy en una entrevista con Efe que Logan, la película con la que él y Hugh Jackman se despiden del universo de los «X-Men», contiene «una declaración política poderosa sobre el derecho de las personas a buscar un lugar en el que vivir a salvo».
«El objetivo principal de los personajes en la película es llegar a la frontera y cruzarla para estar a salvo; y eso, en este momento en que hay cientos de miles de personas luchando por lo mismo, sin distorsionar la historia principal del filme, implica un fuerte mensaje político del que me siento orgulloso», señaló el actor, de 76 años.
Logan, que se estrenará en todo el mundo en la primera semana de marzo, es la más oscura y sangrienta de las tres películas sobre Wolverine. Hugh Jackman ha asegurado que será la última vez que encarne al mutante y aunque Stewart no es tan rotundo sobre su personaje, el profesor Charles Xavier, ve «muy improbable» que vuelva a ponerse en su piel.
El director y guionista James Mangold («Walk the line», «The Wolverine») sitúa la acción en el año 2029, con los mutantes prácticamente extinguidos. Solo parecen quedar un Logan (Jackman) abatido y alcoholizado, el marginado Caliban (Stephen Merchant) y un enfermo profesor Charles Xavier.
Sus días transcurren escondidos en un remoto rincón de la frontera con México hasta que irrumpe en sus vidas una misteriosa niña (la actriz hispano británica Dafne Keen) que también resulta tener un poder oculto.
Mangold plantea el filme como una «road movie» crepuscular, en la que los personajes cruzan EE.UU. de frontera a frontera y se muestran más vulnerables, pero también más peligrosos, que en cualquiera de las anteriores entregas de la saga.
«En el caso del profesor X es peligroso porque ya no tiene la habilidad de controlar por completo el poder de su mente y cuando está fuera de control puede ser devastador», asegura Stewart.
Famoso también por su papel de Capitán Picard en «Star Trek» y reconocido en 2001 con la Orden del Imperio Británico, el actor subraya que la respuesta del público y la crítica hasta el momento está siendo «muy positiva» por el contenido emocional del filme.
«Quizá sea momento de que el mundo de los superhéroes se presente de forma más humana, que sus poderes no sean el aspecto más dominante de su naturaleza, y que su fragilidad sea más evidente», opinó.
En este sentido, el actor aplaude tanto la visión de Mangold como la «valentía» de los estudios 20th Century Fox por haberla apoyado «hasta el final», aunque eso haya implicado que la cinta reciba en Estados Unidos la calificación para adultos, con la consiguiente rebaja de expectativas de taquilla.
Sobre la explícita violencia y el hecho de que en buena parte sea protagonizada por una niña, Stewart subraya que no es gratuita.
«La violencia siempre ha estado en las películas de superhéroes. A mucha gente le preocupaba la presencia de una niña en medio de todo esto, pero aunque es impactante ver algunas de las cosas que hace, hay que tener en cuenta cómo evoluciona», apunta.
El actor subraya que uno de los elementos más «poderosos» de la trama es precisamente cómo esa niña, Laura, que «ha sido creada para ser una maquina de matar», a través de su asociación con Logan y Charles Xavier, desarrolla una nueva sensibilidad.
Mangold escribió el guión de «Logan» junto a Scott Frank, coguionista de «The Wolverine», y Michael Green («Alien: Covenant»).
La huella del western que siempre ha impregnado el personaje de Wolverine se hace aquí aún más patente, con referencias explícitas a otra película que también se mueve en territorio fronterizo y violento, «Shane», de George Stevens. EFE