La experiencia de 2021 les enseñó a los programadores que no solo podían organizar un festival virtual exitoso, sino que las películas aún podían triunfar incluso cuando los cineastas, el público, los compradores, vendedores y la prensa no estaban todos en el mismo lugar físico.
Por Lindsey Bahr
Estados Unidos, 20 de enero (AP).- Las luces estarán apagadas en el Eccles Theater y menos cinéfilos llenarán la calle principal de Park City cuando el Festival de Cine de Sundance inaugure el jueves por la noche su 44a edición. Pero si 2021 demostró algo, es que el principal festival de cine independiente del mundo es más que su localidad de esquí.
Este año, Sundance es nuevamente en línea y llega armado con nueve días de documentales de alto perfil sobre personalidades que van desde Kanye West y la princesa Diana hasta Lucille Ball y Bill Cosby; las primeras películas de conocidos y desconocidos, reuniones virtuales y sesiones de preguntas y respuestas con cineastas. El festival había planeado regresar a las montañas nevadas este año, pero dos semanas antes de que miles de personas se reunieran en Park City, Utah, los organizadores decidieron no cancelar ni posponer, como muchos han hecho en medio de la oleada de ómicron.
La experiencia de 2021 les enseñó a los programadores que no solo podían organizar un festival virtual exitoso, sino que las películas aún podían triunfar incluso cuando los cineastas, el público, los compradores, vendedores y la prensa no estaban todos en el mismo lugar físico. Varias películas que se estrenaron en Sundance el año pasado resuenan esta temporada de premios, como Summer of Soul o Passing (Claroscuro). El festival también se jactó de una adquisición récord: Apple TV+ pagó 25 millones de dólares por la conmovedora CODA (CODA: Señales del corazón). El precio fue impulsado, al menos parcialmente, por la necesidad de los servicios de streaming de entretenimiento nuevo, una demanda que únicamente se intensificó durante la pandemia.
Y este año, la programación del festival es tan sólida como siempre, con docenas de películas capaces de iniciar conversaciones.
Las selecciones de la noche de apertura el jueves incluyen Emergency, una comedia oscura que aborda temas como la raza y la agresión, así como el documental de Eva Longoria La Guerra Civil, sobre la pelea de 1996 entre Oscar De La Hoya y Julio César Chávez y las cuestiones de identidad que planteó para muchos mexicanos-estadounidenses.
“Esa pelea realmente dividió a la comunidad mexicana en los Estados Unidos”, dijo Longoria. “Dividió los hogares”.
Para algunos realizadores, es una oportunidad de hacer ruido antes de un estreno comercial. La serie documental de Kanye West “jeen-yuhs: A Kanye Trilogy” debutará en el festival antes de que la primera parte llegue a Netflix el 16 de febrero (y las otras dos en las dos semanas siguientes). El festival también albergará el estreno de “We Need to Talk About Cosby” de W. Kamau Bell, que estará en Showtime más tarde, y la primera parte de “Phoenix Rising”, sobre el camino de Evan Rachel Wood para nombrar a su presunto abusador, Marilyn Manson, antes de su lanzamiento en HBO.
Algunos ya causaron sensación en otros festivales, como Happening (El acontecimiento) de Audrey Diwan, un drama francés sobre una estudiante universitaria que busca un aborto en la década de 1960, que ganó el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.
Pero la mayoría busca atención y distribución. Sundance siempre se ha jactado de ser un festival de descubrimiento y ha ayudado a impulsar las carreras de muchos cineastas, de Steven Sodebergh a Ryan Coogler.
892, de la debutante Abi Damaris Corbin, se basa en la historia de un exmarine que asalta un banco. Es uno de los títulos de mayor perfil, con John Boyega como protagonista y la actuación del difunto Michael K. Williams. Boyega dijo que lloró al leer el guión.
“Simplemente pensé que esta historia debía contarse”, dijo Boyega.
En otro título candente, Watcher, Maika Monroe interpreta a una estadounidense que acaba de mudarse a Rumania y comienza a sospechar que la están acosando. El thriller atmosférico de la directora Chloe Okuno captura una experiencia familiar para las mujeres y cuenta películas como Lost in Translation (Perdidos en Tokio) y “Perfect Blue” como influencias estilísticas.
“Para muchos cineastas independientes, Sundance es el sueño”, dijo Okuno. “Uno trabaja para llegar a esto”.
Otros esperan con ansias las nuevas películas de realizadores como Lena Dunham, que estrenará Sharp Stick, sobre una veinteañera (Kristine Froseth) que vive en Los Ángeles; y Cooper Raiff con Cha Cha Real Smooth, en la que además actúa con Dakota Johnson.
También hay muchos debuts de nombres conocidos, como Tig Notaro, quien junto con su esposa Stephanie Allynne dirige AM I OK?, sobre dos mejores amigas interpretadas por Dakota Johnson y Sonoya Mizuno. Ramin Bahrani tiene el documental 2nd Chance, una mirada viva e incisiva al hombre que inventó el moderno chaleco antibalas. Y la guionista de Carol, Phillys Nagy, dirige a Elizabeth Banks y Sigourney Weaver en Call Jane, una de las dos películas del festival sobre Jane Collective, un grupo clandestino de Chicago que practicaba abortos a principios de la década de 1970.
Como siempre, los problemas sociales apremiantes se exploran de innumerables maneras en películas como Alice de Krystin Ver Linden, protagonizada por Keke Palmer como una mujer esclavizada que descubre que en realidad es 1973, y documentales más sencillos como Aftershock de Paula Eiselt y Tonya Lewis Lee, una mirada conmovedora a la crisis de salud materna y su impacto desproporcionado en las mujeres negras.
Algunos acuerdos ya están en marcha: Searchlight Pictures adquirió Fresh, un thriller de citas protagonizado por Daisy Edgar-Jones y Sebastian Stan, para transmitirlo en Hulu a partir del 4 de marzo.
Sin embargo, es un momento agridulce para muchos, especialmente para los cineastas que apenas comienzan sus carreras y esperaban la energía de una reunión en persona.
“Creo que estaba anestesiado al principio. En los últimos días, comencé a sentirlo un poco más”, dijo Okuno. “Obviamente, es muy decepcionante para cualquier cineasta. Al mismo tiempo, lo entiendo perfectamente”.
Una película, Final Cut del director de The Artist Michel Hazanavicius, incluso se retiró del festival cuando este pasó al formato virtual.
Pero Jackson aprendió el año pasado que Sundance puede ser igual de gratificante en línea.
“No hay nada virtual en los sentimientos de los cineastas, la emoción de la audiencia y el impacto del trabajo”, dijo.
Aunque las entradas ya se agotaron para muchas películas individuales, todavía hay muchas opciones disponibles para los fanáticos del cine para quienes Park City nunca fue una opción. Jackson recomienda el Explorer Pass, que describe como un microcosmos del festival.
“Los festivales nos permiten elevar voces y perspectivas que pueden no ser lo que el mercado está buscando, pero ciertamente una vez que se ve el trabajo, el mercado se expande para acomodarlos, y eso es lo que hemos visto a lo largo de la historia”, dijo Jackson. “Estar allí primero y ayudar a apoyar estas voces y estas perspectivas y personas que dicen la verdad al poder, eso es lo que hace un boleto: es una inversión en esta increíble libertad de expresión creativa”.