Los casos ocurrieron cuando Joseph Ratzinger era el arzobispo de Múnich; mientras que los autores del informe lamentaron la ausencia del actual cardenal del estado alemán, Benedicto XVI niega las acusaciones, cosa que para los autores y abogados resulta «poco creíble».
Berlín, 20 ene (EFE).- El informe sobre los presuntos abusos sexuales en la archidiócesis alemana de Múnich atribuye al entonces arzobispo y actual papa emérito Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía.
El documento, encargado por la archidiócesis a un equipo de abogados y que fue presentado hoy, destaca, asimismo, que Joseph Ratzinger ha rebatido «contundentemente» estas acusaciones.
El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad.
Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano.
El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto.
Los abogados que presentaron el informe denominaron en repetidas ocasiones como un «balance del horror» el análisis de los casos de abusos que abordaron en su estudio.
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
Los responsables del informe consideran «poco creíble» la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo «ningún interés reconocible» en actuar frente a ellos.
Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Los abogados consideran «poco creíble» la afirmación de Ratzinger de que no estuvo presente en la reunión en la que se decidió ese traslado.
Ulrich Wastl, uno de ellos, aseguró que Ratzinger tenía «que haber conocido los acontecimientos» y que «muy probablemente» sabía qué pasaba en la archidiócesis.
Los autores del informe lamentaron en su presentación la ausencia en la rueda de prensa del actual cardenal de Múnich, Reinhard Marx, quien en 2008 encargó un informe psiquiátrico sobre H., aunque no abrió una investigación interna.
Marx presentó el año pasado su dimisión como gesto ante los abusos de menores cometidos en la Iglesia católica, renuncia que fue rechazada por el papa Francisco.
Se espera que el cardenal se pronuncie esta tarde sobre los contenidos del informe.