El pastel fue almacenado como recuerdo por años en el congelador de la familia hasta que un día le perdieron la pista.
Ciudad de México, 20 de enero (La Opinión/SinEmbargo).- Inez y Harvey Warninger se casaron el 17 de marzo de 1915 en Crookston, Minnesota.
Su nieto, Ronald, creció con recuerdos del pastel de bodas, que se almacenó en el congelador de la familia desde entonces.
De niño, siempre le dijeron, tanto a Ronald com a la hermana, que nunca tocaran el pastel.
Con el paso de los años, sobre todo cuando Inez y Harvey fallecieron, Ronald y su hermana quisieron encontrar el pastel de bodas.
Miraron por todas partes, en todas las casas familiares y sótanos, pero no lo encontraron. Toda la búsqued fue en vano.
Ronald perdió la esperanza de encontrarlo… hasta que cumplió 67 años.
En 2015, Ronald estaba limpiando su garaje, en Washington, cuando notó una sombrerera en lo alto de un estante. La bajó y encontró dentro vio una lata de conservas en su interior.