México, 3 Abr. (Notimex).- Como una figura preponderante de la escena artística mexicana, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) reconoce al compositor mexicano Mario Lavista, quien celebra hoy, su cumpleaños número 69.
Miembro de la Academia de Artes, Lavista, quien estudió composición con Carlos Chávez y Héctor Quintanar, y análisis musical con Rodolfo Halffter en el Conservatorio Nacional de Música, es considerado uno de los compositores mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
De acuerdo con el Conaculta, entre 1967 y 1969 continuó su preparación en Francia, becado por el gobierno francés para estudiar con Jean-Étienne Marie, en la Schola Cantorum, de París; durante su estancia asistió también a los seminarios sobre música nueva de Henri Pousseur.
En Alemania, Karlheinz Stockhausen fue su maestro, además de participar en los Cursos Internacionales de Verano de Darmstadt.
En 1970, de vuelta en México, fundó el grupo de improvisación Quanta, interesado en la creación-interpretación simultánea y en las relaciones entre la música en vivo y la electroacústica.
El artista, quien le resulta primordial que en México convivan compositores e intérpretes con diferentes lenguajes, ha sido generoso al compartir su experiencia y conocimientos, lo mismo como académico que como conferenciante, ejemplo de ello, fue su participación, en septiembre pasado, durante el ciclo «Encuentro entre conservatorianos», realizado en el Conservatorio Nacional de Música.
Durante aquella participación, el creador mostró parte de su trabajo compositivo durante 48 años y presentó obras de los años 70, 80 y 90, además de una pieza reciente, y así planteó a los jóvenes una suerte de evolución en su lenguaje musical.
«Me interesa mucho enseñar una vertiente en la cual he estado muy interesado siempre: las técnicas instrumentales contemporáneas, que consisten en explorar y en estudiar varias posibilidades tanto técnicas, como expresivas que nos ofrecen los instrumentos tradicionales», mencionó en aquella ocasión.
Entre su repertorio figuran piezas como «Marsias, para oboe y ocho copas de cristal» (1982), «Nocturno, para flauta en sol» (1982),»Correspondencias» (1983), «Tres acrósticos nocturnos» (1983), «Ofrenda, para flauta dulce» (1986), «Reflejos de la noche, para orquesta» (1986), «Reponsorio in memoriam Rodolfo Halffter, para fagot y dos percusiones» (1988) y «Aura ópera en un acto» (1988).
Además de «Natarayah, para guitarra» (1997), «Octeto, para octeto de alientos» (1997), «Siete invenciones, para cuarteto de cuerdas» (1998), «Trompo y sonajas, para mezzosoprano y piano preparado» (1999), «Sinfonías» (2000), «Elegía a la muerte de Naco para flauta y piano» (2003), «Les Couleurs du Monde» (2003), «Salmo para soprano, cuatro crótalos y contrabajo» (2009), y «Adagio religioso» (2011), dedicada a Eugenio Toussaint.
Lavista, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1991, ha sido invitado como profesor de composición y análisis a las Universidades de Indiana, Chicago, California, en San Diego; California, en Santa Bárbara; Wisconsin, Florida International, Hofstra, en Nueva York, McGill, en Montreal; además de otras instituciones.
