Gustavo De la Rosa
19/12/2017 - 12:04 am
Enrique Peña Huerta
Un golpe de Estado no se limita a la intervención violenta del Ejército, sino que también abarca el uso de la fuerza institucional por quienes tienen el poder, para sustituir el texto constitucional y dictar su voluntad.
Señor Presidente, usted va a dar un golpe de Estado.
Un golpe de Estado no se limita a la intervención violenta del Ejército, sino que también abarca el uso de la fuerza institucional por quienes tienen el poder, para sustituir el texto constitucional y dictar su voluntad.
Victoriano Huerta utilizó los acuerdos del Congreso de la Unión para que se declarara la ausencia del Presidente de la República, a quien previamente asesinó, y así sustituirlo por Pedro Lascuráin; este tomó protesta y renunció media hora después, dejando a Huera como mandatario de México. Y usted va a hacer lo mismo.
Sabe plenamente que la Ley de Seguridad Interior es anticonstitucional, sabe que va a causar miles de muertes en todo el país, que violenta los Derechos Humanos y que le va a dar un poder metajurídico al Ejército, un empoderamiento militar que equivale a un Estado con suspensión de garantías a los derechos fundamentales de los mexicanos; y eso no es otra cosa más que un golpe de Estado.
¿Imitará a Victoriano Huerta cuando tomó posesión como Presidente en 1913, o vetará la Ley y la regresará al Congreso? Usted no puede lavarse las manos en agua limpia como Poncio Pilato, porque la bandeja donde se las lavará se llenará de sangre.
La historia lo sentará junto a Santa Anna y Huerta.
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