México

El asesinato de 9 periodistas en México este año convierte al país en el más mortífero para la prensa

19/12/2016 - 7:48 pm

Las zonas de conflicto siguen siendo el principal escenario de asesinatos de periodistas, encabezados por Siria, con 19 muertos, seguido de Afganistán con 10, Irak con siete y Yemen con cinco.

París, 19 diciembre (SinEmbatrgo/EFE).- Nueve periodistas fueron asesinados en México en 2016, lo que convierte al país en el más mortífero para la prensa de entre todos los que no están en guerra, según se desprende del informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la mortalidad en la profesión.

En total, 57 profesionales del periodismo fueron asesinados en el mundo a causa de su profesión, 10 menos que en el año anterior, a los que hay que sumar 9 ciudadanos que ejercían el periodismo de forma no profesional y 8 colaboradores de medios de comunicación.

RSF considera que el descenso registrado en el número de periodistas asesinados responde al hecho de que muchos de ellos han abandonado las zonas de conflicto, como Siria, Irak, Libia o Yemen, convertidas como consecuencia de eso en «agujeros negros informativos en los que reina la impunidad».

A ello se suma, según el informe, a que la brutalidad ejercida por regímenes dictatoriales contra periodistas les ha llevado a aplicarse una autocensura por miedo a ser asesinados.

Tres cuartas partes de los asesinados habían sido amenazados previamente por sus actividades periodísticas, lo que prueba para RSF «el fracaso de las iniciativas internacionales destinadas a la protección de los periodistas».

Las zonas de conflicto siguen siendo el principal escenario de asesinatos de periodistas, con Siria a la cabeza, con 19 muertos, seguido de Afganistán con 10, Irak con 7 y Yemen con 5.

En total, el 65 por ciento  de los asesinatos se produjo en esas regiones, una tendencia diferente a la registrada en 2015, cuando numerosos periodistas fueron asesinados en países en paz, como los del semanario satírico francés «Charlie Hebdo».

Pero la organización llamó la atención sobre la situación en México en 2016, un país que no está en guerra pero en el que las actuaciones de los cárteles criminales, sobre todo de «Los Zetas», «hacen reinar el terror en los estados del noreste del golfo de México».

Su objetivo es, según RSF, «disuadir» a los periodistas de «meterse en sus asuntos», para lo que «multiplican los secuestros y los actos de barbarie».

Pese a esa persecución, «las autoridades policiales y judiciales, muy corrompidas, cierran los ojos», cuando no contribuyen en la labor de represión de los periodistas, puesto que el informe revela que son agentes policiales los principales responsables de las agresiones a reporteros.

A nivel internacional, RSF señaló que solo 4 de los periodistas asesinados lo fueron fuera de su país.

La organización denunció el progresivo deterioro de la libertad de prensa en los últimos años en ciertas regiones del mundo.

En los últimos 10 años, 780 periodistas han perdido la vida en el ejercicio de sus funciones, con picos importantes en 2007 y 2012 (87).

 

CONFLICTOS ARMADOS CAUSAN LA MITAD DE MUERTES: CPJ

Los conflictos armados en Siria y otros países de Oriente Medio han causado más de la mitad de las 48 muertes de periodistas en 2016, según un informe difundido hoy por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés).

La cifra supone una reducción respecto a 2015, cuando el CPJ documentó 72 muertes, aunque la organización señaló que los fallecimientos en combate y en incidentes de fuego cruzado han alcanzado este año la cifra más alta desde que el CPJ comenzó a elaborar estos informes en 1992.

En 2016, más de la mitad de los casos se dieron en Oriente Medio, con Siria a la cabeza por quinto año consecutivo, con al menos 14 periodistas muertos hasta el momento.

La guerra en Siria sigue dejando una trágica marca en el ejercicio del periodismo; el dato eleva el total de informadores fallecidos a 107 desde el inicio de la guerra en 2011.

Entre ellos se incluyen los casos de periodistas como el fotógrafo de 20 años de edad Osama Jumaa, quien murió mientras informaba sobre las secuelas de un bombardeo en Alepo.

«Los periodistas que cubren guerras continúan muriendo a un ritmo extraordinariamente alto, como reflejo de la brutalidad e imprevisibilidad de los conflictos modernos», afirmó el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon.

Sin embargo, señaló que el declive en la cifra de periodistas que han sido asesinados en 2016 es «una buena noticia» y demuestra «la importancia crítica de la lucha para poner fin a la impunidad».

Tras Siria, Irak y Yemen fueron los países más peligrosos para la prensa en 2016, con seis fallecimientos cada uno.

En el caso de Yemen, la cifra de periodistas fallecidos ha aumentado a medida que los combates se han intensificado.

Así, los conflictos de Siria, Irak, Yemen, Libia, Afganistán y Somalia acabaron con la vida de un total de 26 periodistas.

Según el CPJ, los periodistas que cubren conflictos no solamente corren el riesgo de morir en combate, sino también de ser secuestrados o asesinados por el Estado Islámico y otros grupos radicales.

El Estado Islámico se adjudicó la autoría del asesinato del periodista sirio Zaher al-Shurqat, entre otros, quien recibió un disparo mientras realizaba una cobertura en la ciudad turca de Gaziantep en abril.

La organización, con sede en Nueva York, destaca que el Estado Islámico es responsable de la desaparición de al menos once periodistas desde 2013, cuya muerte no ha podido ser confirmada.

De acuerdo con los datos del informe, 18 periodistas fueron blanco de asesinato selectivo en 2016, la cifra más baja desde 2002.

 

En este sentido, el CPJ considera que una de las razones de este declive podría ser que los medios «están asumiendo menos riesgos» a la hora de enviar a sus informadores a zonas de conflicto.

Asimismo, apunta que la impunidad persiste «a niveles alarmantes», lo que fomenta la autocensura y otros instrumentos para silenciar el periodismo crítico, en tanto que los profesionales huyen al exilio o renuncian a su labor informativa para evitar riesgos graves.

En Latinoamérica el CPJ documentó la muerte de un periodista en Brasil -la cifra más baja desde 2010-, João Miranda do Carmo, y dos en México, Elidio Ramos Zárate y Marcos Hernández Bautista, ambos en el estado de Oaxaca.

La organización aún está investigando 27 muertes de periodistas ocurridas este año para saber si estuvieron relacionadas con su profesión.

De esos casos pendientes de verificar, siete corresponden a periodistas muertos en México y dos en Brasil.

El CPJ destaca casos mediáticos de periodistas como Pavel Sheremet, nativo de Bielorrusia y galardonado con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa de 1998, quien murió asesinado el pasado julio en Kiev (Ucrania) cuando un artefacto explosivo detonó en el coche que conducía.

El 75 por ciento de los periodistas muertos en 2016 se dedicaba a la cobertura de conflictos y guerras, mientras que el 38  por ciento cubría asuntos políticos.

El empleo más común desempeñado por los periodistas fallecidos este año fue el de fotógrafo y camarógrafo, seguido por el de redactor en medios digitales.

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