Meneses González informó que sus prótesis están dirigidas principalmente a niños, debido a la etapa de crecimiento que hace necesario que todo el tiempo se reemplacen y ajusten las piezas. No obstante, el ingeniero enfatizó que pueden ser utilizadas por cualquier persona.
Ciudad de México, 19 de diciembre (SinEmbargo).- El Ingeniero José Luis Meneses González, egresado del Instituto Tecnológico de Tuxtepec, desarrolló un proyecto que permite la fabricación de prótesis de manos y brazos mediante impresión tridimensional (3D).
Su proyecto busca ayudar principalmente a familias de bajos recursos, según informó el ingeniero en entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dónde también agregó que la ventaja del uso de prótesis creadas en 3D es su bajo costo, que oscila entre los dos mil y los cinco mil pesos.
El joven comentó durante su entrevista, que obtuvo el financiamiento a través de la incubadora del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), la cual le permitió adquirir dos impresoras 3D, que son el equipo principal que emplea para la manufactura de las piezas.
El bajo costo de las prótesis, hace posible que personas de escasos recursos puedan obtener una. A diferencia de prótesis fabricadas con métodos convencionales, que tienen un precio de entre los 15 mil y los 100 mil pesos.
El egresado de ingeniería en electrónica es miembro de la comunidad E-Nable, que se dedica a brindar apoyo con prótesis de impresión 3D, y ha recibido colaboración por parte de asociaciones como Choca esos 5, de Colombia.
Meneses González informó que sus prótesis están dirigidas principalmente a niños, debido a la etapa de crecimiento que hace necesario que todo el tiempo se reemplacen y ajusten las piezas. No obstante, el ingeniero enfatizó que pueden ser utilizadas por cualquier persona.
Meneses explicó que la fabricación de la prótesis de mano se lleva poco más de dos semanas y las medidas de la extremidad se obtienen mediante un molde de yeso; en caso de un paciente a distancia, se utilizan fotografías donde se muestren las longitudes con la ayuda de una cinta métrica.
El diseño virtual de la prótesis se ejecuta en programas como Autocad o Inventor, para continuar con la fase de impresión 3D que tiene una duración de 48 horas, en promedio, dependiendo de la complejidad de las piezas.
La computadora, por su parte, indica las coordenadas para realizar las piezas, de tal suerte que el modelo plasmado en la máquina se traduce a un código. Cuando la impresora recibe las coordenadas y crea las piezas mediante el uso de una extrusora; el engrane pasa una boquilla caliente y derrite el plástico que después de unas horas se convierte en la pieza diseñada.
El mexicano también comentó que el proyecto busca vincularse con centros médicos que requieran este tipo de asistencia.