En 1984, seis esferas que almacenaban combustible en la planta de Pemex explotaron consumiendo todo a su paso; las llamas se extendieron rápidamente hacia la comunidad que quedó destruida tras la tragedia.
Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo).- El 19 de noviembre de 1984 los habitantes de San Juan Ixhuatepec, conocida como San Juanico en Tlalnepantla, Estado de México, vivieron una tragedia que marcaría su historia: la explosión de una planta de almacenamiento de gas que dejó más de 500 personas sin vida. Hoy, a 33 años del siniestro los pobladores aún viven con temor.
Aquel 19 de noviembre, poco antes de seis de la mañana, seis esferas que almacenaban combustible en la planta de Pemex explotaron consumiendo todo a su paso; las llamas se extendieron rápidamente hacia la comunidad que quedó destruida tras la tragedia.
Mario Ramón Beteta, quien fuera el director general de Pemex en el momento de los hechos, libró de toda culpa a paraestatal e inculpó a la empresa Unigas, esto durante una entrevista realizada por una reportera del noticiario 24 horas, reportó Proceso. Salvador del Río, el entonces vocero oficial de Pemex, afirmó que «el fuego se inició en el exterior” ya que la planta operaba con normalidad hasta el momento de la explosión.
A pesar de que el 21 de noviembre de 1986, el Presidente Miguel de la Madrid decretó la salida de las empresas gaseras de San Juanico, aún continúan allí.
Ahora, 33 años después, decenas de personas acuden a diario al lugar en el que ocurrió la explosión debido a que se convirtió en un parque, mientras que la fosa ubicada en el panteón de la localidad luce solitaria.
Los habitantes de San Juanico denuncian que varios conjuntos habitacionales se construyeron en los alrededores de las gaseras por lo que viven aún con miedo de que el siniestro pueda repetirse en cualquier momento y desde hace varios años han pedido que las autoridades regulen las operaciones de estas plantas de almacenamiento de gas.