No hay un texto, pero no es improvisación. No hay escenario, pero tienen la utilería necesaria para interactuar con sus cuerpos y hacer cuestionar a chicos y grandes sobre la importancia del lenguaje corporal. Cosas perdidas se presenta en La Titería, hasta el 26 de noviembre.
Ciudad de México, 19 de enero (SinEmbargo).– Verónica Olmedo es actriz y directora de Cosas Perdidas, una obra sobre tres barrenderos de muy diferentes personalidades, que buscan hacer reflexionar al público infantil, aunque también engancha a jóvenes y adultos.
Magazine platicó con ella para profundizar más sobre el teatro corporal y los obstáculos que tienen que pasar las puestas en escena para niños.
– ¿De qué trata la obra?
– Es una historia de tres barrenderos que están intentando hacer su trabajo, pero cada uno tiene un carácter distintos. Está una jefa, que quiere que todo salga bien; hay un personaje más que es muy juguetón, que además de disfrutar su trabajo, lo hace contento pero cumpliendo; y una tercera que quiere quedar bien con la jefa y también jugar. Al final, terminan con más solidaridad, jugando, a partir de hacerse responsables de sus propias acciones.
Es una intervención escénica con la que podemos cuestionarnos qué rol estamos jugando como personas en la vida cotidiana y cómo convivimos con los demás. Hemos hecho esta obra en patios de escuela, en parques, en plazas y la idea es que esos tres personajes llegan a un lugar y ahí empieza a suceder todo.
– ¿Podrías explicar en qué consiste la técnica del teatro corporal?
– No tenemos texto, tampoco es mímica, todo se va realizando a partir de la acción de barrer, de limpiar y la relación entre los personajes va siendo cotidiana, pero con un trabajo corporal mucho más definido.
Por ejemplo, cuando barremos tenemos una coreografía específica de las distintas formas que encontramos de usar las escobas. Hay unos ritmos que hacemos con los objetos, nuestra utilería sólo son tres botes de basura, tres escobas y un recogedor y con eso vamos haciendo toda la obra.
Al no haber texto, todo lo vamos expresando a través de los gestos y las mismas acciones.
Sólo hay dos textos que son fundamentales y que a los niños les queda muy guardado, porque son cosas muy importantes. Lo que platicamos con ellos es que uno no necesita que todo el tiempo te hable la gente y te diga cómo se siente, sino que si percibes bien a las personas, te das cuenta si alguien está enojado o triste y podemos corresponder con eso, como parte del lenguaje no verbal.
– ¿A qué tipo de público va dirigida?
– Vamos para niños de más de cuatro años, pero con la experiencia nos hemos dado cuenta que la obra y la anécdota y todo lo que va sucediendo llega a varios niveles, he llegado a definir que es una obra familiar en la que a veces los papás se ven representados en los personajes, sobre todo con el regañón.
Como tratamos problemas fundamentales de ser honestos y responsables, nos llega a todos en distintas edades.
– En tu experiencia como directora, actriz y guionista, ¿cuáles son los principales obstáculos a los que te has enfrentado para hacer lo que te gusta?
– Yo creo que esta obra ha funcionado, llevamos tres años con ella en teatro escolar, hemos llegado ya a los teatros aunque estaba pensado para espacios al aire libre, a veces llegamos a primarias de 600 niños y pensamos que no van a enganchar. Cuando nos damos cuenta, los de quinto y sexto son los más latosillos y aún así están muy entrados en la historia. Yo pienso que hay que confiar en las problemáticas que uno va planteando, en las obras que montamos y escribimos, pensar que hay problemas más éticos que de entretenimiento que reciben muy bien los hicos.
– ¿Cómo consideras que está actualmente el panorama del teatro en México, sobre todo infantil?
– Pienso que ha crecido mucho, ha habido muchas propuestas diversas, desde teatro corporal, pero también hay de marionetas, de títeres. Yo pienso que hay una diversidad de estilos y de lenguajes que ha profundizado cada vez más en lo que se le pueda decir a los niños, incluso las temáticas de lo que ahora tomamos como anécdotas para contar en las obras, se han modificado mucho.
En el cine es muchísimo más visible, de cuando pasamos de sólo Disney y las princesas a los temas que toca Pixar, por ejemplo, que ha abierto el panorama hacia otras vertientes, de ecología, de convivencia entre las personas, y en el teatro ha pasado lo mismo, se ha diversificado mucho porque escuchamos mejor a los niños y regresamos eso a la sociedad.
Cosas Perdidas
Elenco: Flor Sandoval, David Ortega, Verónica Olmedo.
Director: Verónica Olmedo
Teatro: La Titería. Vicente Guerrero #7, Col. De Carmen
Temporada: 14 de Octubre al 26 de Noviembre
Días y Horarios: Viernes 17:00 hrs, Sáb. y Dom. 12:00 hrs
Género: Teatro Corporal
Precio: $150 localidades generales
Sinopsis: Tres barrenderos comparten su trabajo diariamente. Ponerse de acuerdo y comunicarse en un reto que los moviliza y los cuestiona sobre su manera de estar en la vida. Las opciones son seguir siempre como están o incorporar el juego para encontrarse, comunicarse y resolver de maneras creativas.