El Senador Bernie Sanders, quien en la precampaña a la candidatura demócrata a la Presidencia se elevó como la voz de los jóvenes estadounidenses contra las grandes corporaciones y la concentración de la riqueza en pocas manos, es ahora, con Donald Trump como Presidente electo de EU, un político necesario ante la polarización que vive ese país, coincidieron especialistas en política internacional. La defensa de las minorías que el Senador lanzó en los últimos días representa una advertencia necesaria para el futuro Presidente que hizo de la construcción de un muro en la frontera con México uno de sus principales ofrecimientos de campaña, plantearon.
Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo).– El modelo económico basado en el libre mercado vive el periodo de cuestionamiento más serio desde que fue adoptado por la mayor parte de Occidente. La reciente votación en el Reino Unido para abandonar la Unión Europea, así como el triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, muestran el descontento entre las clases medias y trabajadoras de los dos países que hace 40 años promovieron el traslado de inversiones a países con mano de obra cada vez más barata y que han visto un declive en su nivel de vida.
Así lo señala Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana y quien publicó el análisis “El triunfo de Trump, gran paradoja de la democracia”, en el que plantea que, si bien el candidato del Partido Republicano forma parte de la minoría beneficiada de la actual política económica, en su campaña “despotricó” contra los resultados visibles de la misma, construyó una narrativa antisistema y “prometió romper con el estado de cosas que tiene a millones de estadunidenses enojados y decepcionados” por la falta de oportunidades y de empleos.
“Lo que vemos es que el mundo está tendiendo a cargar a la derecha”, dice Murillo en entrevista.
“Pero el problema aquí es que lo que hace está ‘haciendo agua’ es un modelo económico que Estados Unidos e Inglaterra impusieron al mundo en los 80; vimos el Brexit en Inglaterra, con la salida de la Unión Europea, y lo que acaba de pasar en Estados Unidos es exactamente la misma respuesta al mismo modelo”, agrega.
En el otro extremo del espectro político, el pre candidato presidencial demócrata Bernie Sanders hizo crecer su campaña advirtiendo también la caída en el poder adquisitivo de la mayor parte de la población, pero apuntando a la responsabilidad de las grandes corporaciones que, insistió, tienen cada vez mayor control sobre las decisiones políticas tomadas en Washington.
Con ese discurso, el Senador independiente y representante de Vermont ganó 21 estados en la elección por la candidatura presidencial demócrata y, en el análisis de la derrota de Hillary Clinton el pasado 8 de noviembre, se cuestiona incluso si el independiente hubiera sido capaz de vencer a Trump.
Por ese capital político, agrega Acuña Murillo, la defensa de las minorías que el Senador ha lanzado en los últimos días representa una advertencia necesaria para el futuro Presidente que hizo de la construcción de un muro en la frontera con México uno de sus principales ofrecimientos de campaña.
“Trump aseguró que era un campeón de la clase trabajadora de este país y, como sabe, hay millones de personas que están trabajando más horas por menos salarios, sin seguridad social y sin poder mandar a sus hijos a la universidad. Si el señor Trump tiene de verdad el valor para enfrentar a Wall Street y a las compañías farmacéuticas, y si trata de trabajar por mejorar la vida de la clase trabajadora, trabajaremos con él asunto por asunto”, dijo Bernie Sanders el pasado domingo en el programa televisivo “Face the Nation!”.
“Pero si su Presidencia se va a tratar de discriminación y de culpar a los inmigrantes, a los afro-americanos o a los musulmanes, nos opondremos vigorosamente”, agregó Sanders.
Este mensaje, apunta Acuña Murillo, refuerza las protestas contra Trump realizadas en los últimos días, sobre todo por estudiantes que forman parte del grupo más amplio de seguidores del Senador Sanders.
“Creo que la postura del Senador tiene mucha fuerza justamente por la coyuntura, porque la población que está saliendo a las calles a decir que Trump no es su Presidente es sobre todo gente joven, la gente que convocó Sanders. Y esa postura lo refuerza”, comentó la investigadora.
“Trump ganó en las dos cámaras; no podría permitirse que tuviera un poder incontestado, y por eso la oposición es necesaria”, agregó.
Para la socióloga y catedrática en temas como democracia y globalización, la interrogante es si dar marcha atrás a acuerdos de libre comercio como los cuestionados tanto en el discurso tanto de Trump como en el de Sanders podrá resolver la desigualdad, pobreza y exclusión de cada vez mayores sectores de la población.
Y, en lo inmediato, dice, está la incertidumbre de la población migrante en Estados Unidos, donde ya se observan manifestaciones de rechazo en las escuelas y actos de intimidación contra las minorías.
Por eso, dice, tal vez la defensa de Bernie Sanders no sea suficiente, “pero es importante; es parte de lo que tiene que pasar para que Trump no lleve a cabo lo que prometió y no tenga un ejercicio irrestricto del poder”.
“SIN BRAZOS CRUZADOS”
Desde California, la activista Ángela Sanbrano coincide: todo acto de resistencia es necesario para expresar que la xenofobia, el racismo y los ataques a la población más vulnerable de Estados Unidos no serán aceptados.
“Es muy importante que haya protestas a todo nivel”, dice Sanbrano, directora ejecutiva de la Red Mexicana de Líderes y Organizaciones Migrantes, con sede en Los Ángeles.
“Es importante expresar no sólo la preocupación que hay por el racismo, la xenofobia y las políticas que afectan a la comunidad más vulnerable, sino para que el Presidente electo Trump entienda que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, agrega.
De la misma manera, menciona, ayudan los posicionamientos de diferentes instituciones de Gobierno, como el del Estado de California, que ha ofrecido proteger a la comunidad migrante y a las minorías.
“Han dicho que no van a dejar que el Gobierno federal viole los derechos de los migrantes en California, y será un estado muy importante para enviar un mensaje a otros estados y al Gobierno federal”, dice.
Las comunidades migrantes latinoamericanas, reportó Sanbrano, han observado un incremento en las deportaciones desde la administración de Barack Obama, pero el temor es que se intensifiquen con la llegada de Trump, por lo que las organizaciones de apoyo se encuentran en “alerta”, intensificando su trabajo de difusión de información sobre qué hacer en casos de cuestionamiento de las autoridades migratorias.
“En este contexto de incertidumbre y de una amenaza que aterroriza a la gente, estamos informando cuáles son sus derechos bajo la Constitución de los Estados Unidos, porque ésta protege a las personas, independientemente de su estatus legal, de no ser discriminada; entonces, es muy importante que la comunidad sepa esos derechos”, dijo.