Londres, 19 nov (EFE).- Un informe encargado por las autoridades financieras británicas recomendó hoy estudiar la suspensión de diez antiguos directivos de Halifax Bank of Scotland (HBOS) por su responsabilidad en el colapso que llevó al rescate de la entidad hace siete años.
El documento, que analiza la crisis que sufrió el mayor emisor hipotecario del Reino Unido y cuya publicación estaba prevista para hace dos años, señala que la «responsabilidad última por la caída de HBOS reside en su junta directiva».
Los responsables del banco, que recibió una inyección de 20 mil millones de libras (28 mil 200 millones de euros) de las arcas públicas, carecían de experiencia en el sector bancario y fomentaron una cultura del beneficio «a cualquier precio», según el informe, de 400 páginas.
Entre los motivos que llevaron al colapso de la entidad, el documento cita un «exceso de atención a los beneficios a corto plazo», una «sobreexposición al mercado inmobiliario» y una «cultura que no supo juzgar el equilibrio entre el riesgo y los beneficios».
El abogado Andrew Green, autor del documento, critica la decisión de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA), el antiguo regulador de la City de Londres, de investigar únicamente al exejecutivo del HBOS Peter Cummings, que fue suspendido y pagó una multa de 500 mil libras (705 mil euros) en 2012.
Green considera que los actuales reguladores, la Autoridad de Conductas Financieras (FCA) y la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA), deben extender al resto de la junta directiva las responsabilidades sobre los errores que llevaron al colapso del banco, fundado en 2001 tras la fusión de Halifax y Bank of Scotland.
El informe puntualiza que es necesario investigar la actuación de Dennis Stevenson, antiguo presidente del banco, absorbido en 2009 por Lloyds Banking Group como parte de un rescate estructurado por el Gobierno británico.
Las pesquisas y las eventuales medidas deben ser establecidas «rápidamente, a ser posible el próximo año», indica el documento.
El vicegobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, señaló que «la intención es que la investigación no se ralentice» y «terminar este trabajo lo antes posible».
