México, 19 Nov (Notimex).- El cantautor uruguayo Jorge Drexler impregnó de su perfume a fanáticos mexicanos durante el concierto que ofreció en esta ciudad, como parte del cierre de su gira al lado del músico franco-uruguayo Luciano Supervielle.
En el Teatro Metropólitan, que lució a su máxima capacidad, los artistas presentaron, durante dos horas, un espectáculo minimalista y electro-acústico que hizo un recorrido por la discografía de Drexler.
Tras la apertura del intérprete español Marwan, los protagonistas de la noche arrancaron su “show” mediante los temas “Causa y efecto” y “Polvo de estrellas”.
Ésta última fue en honor a las víctimas de los recientes atentados en París, explicó Drexler. Pero también a los de Siria y Líbano, dijo para luego lograr que los miles de asistentes se hermanaran a través del viaje de éxtasis musical.
“Sanar” fue el siguiente corte mientras detrás de ellos lucía una estructura gigante en forma de conos encontrados, forrados de telas iluminadas de diversos colores.
Previo al siguiente tema, el ganador del premio Oscar 2005 por el tema “Al otro lado del río” de la película “Diarios de motocicleta”, explicó que la letra abundaba en lo que le sucedió después de leer “El pianista del Gueto de Varsovia”, libro de las memorias del músico polaco de origen judío Wladyslaw Szpilman.
Acto seguido, llegó lo que Drexler denominó como su “momento favorito”, pues se instalaba en una silla al costado para disfrutar de la maestría de Luciano Supervielle en homenaje a su compatriota, el compositor Felisberto Hernández.
“La edad del cielo”, “Eco” y “Fusión”, fueron las canciones que continuaron en el repertorio que llevó al público a experimentar un vaivén de emociones hasta que llegó el turno de una melodía especial.
“A lo largo de esta gira, Luciano y yo hemos reconocido sonidos antiguos que hace mucho no usábamos, por lo que este tiempo ha sido como un flashback, como el recordar de algunos años”, dijo Drexler para luego enorgullecerse de presentar “Perfume”.
Se trata de la primera canción que Luciano y él compusieron. Es un tango, explicó. Y aunque no se sienta un cantante de este género, “lo hice como un acto de valentía”.
Con el buen humor que le caracteriza, Drexler invitó al público a “manifestarse” a través de silbidos, primero en desorden y luego a tono con “Guitarra y vos”. Luego de un majestuoso coro proveniente de cada rincón de la sala, llegó la oportunidad de abrir espacio a “Sea”.
“Gracias por todo, gracias por venir, gracias por comprar una entrada. Estoy muy contento por estar en este escenario y es gracias a ustedes”, destacó el artista que ya se preparaba para compartir a dueto con Marwan el éxito “La milonga del moro judío”.
El momento de improvisación llegó a través de “Corazón de cristal”, “When I’m sixty-four” de The Beatles y luego transportó a lo rítmico con “Se va, se va, se fue”.
“Resulta que nos fuimos a Colombia para grabar el más reciente disco “Bailar en la cueva” y se nos llenó el material de cumbia, así que aquí está”, expresó y más tarde solicitó que todos abandonaran sus asientos para disfrutar de “Deseo”.
En la recta final del concierto, Jorge Drexler hizo una pausa para hablar de Bolivia y la deuda pendiente que tiene con ese país, ya que hace muchos años le dio asilo a su padre.
“Hoy, este tema ‘Bolivia’, lo dedico a todas las personas que están cruzando el Mediterráneo, desde el norte de África, de Libia, Siria y Afganistán intentando una vida mejor.
“No se trata de cerrar aeropuertos, sino de vigilar bien. No se puede dejar de entender que quienes dan asilo hoy, mañana también lo necesitarán, porque la historia es circular, a nosotros nos puede tocar mañana. Gracias, Distrito Federal. Hasta la próxima”, resaltó.
Con “La luna de Rasqui”, a dueto con David Aguilar, “Bailar en la cueva” y “Todo se transforma”, los artistas concluyeron su espectáculo lanzando besos y la tradicional “selfie” con sus fans.