Hace exactamente un mes, el sismo de magnitud 7.1 sacó a flote muchos valores ocultos entre los millones de habitantes de una de las urbes más grandes del mundo: la Ciudad de México, donde el veloz ritmo de vida impide, muchas veces, ver por los demás.
Esa solidaridad que nació de la emergencia y de la poca acción de los gobiernos local y federal para ayudar a los capitalinos ha ido menguando, pero hay microempresarios que surgieron aquél día para recolectar dinero, víveres, ropa y toda clase de apoyo a los necesitados, y que mantienen el esfuerzo, pues aún hay miles de capitalinos sin techo, en albergues, en campamentos afuera de sus hogares y también hospedados en casas de familias y amigos.
Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).- Sesiones de fotos, ropa y hasta galletas a cambio de apoyo para los damnificados del sismo que cimbró a la capital mexicana y otros estados el 19 de septiembre pasado. Así fue como se unieron a la infinita cadena de apoyo artistas y microempresarios emergentes.
La economía de las colonias afectadas por el temblor en la Ciudad de México ya recibe otros golpes: negocios dañados y personas que dejan las zonas obligadas porque su domicilio es inhabitable, o por su propio pié ante el temor a otro sismo.
Alrededor de mil 600 comercios resultaron afectados e intentan reponerse de la fuerte sacudida: el Programa Emergente de Recuperación de Negocios ya entregó 131 créditos y tramitado otros 297, según los últimos datos del Gobierno de la Ciudad de México.
Pero de las entrañas de la tierra también surgió la unión, brotó el apetito de ayudar, emergió la empatía, sacó a flote los valores ocultos entre los más de 22 mil habitantes de una de las ciudades más grandes del mundo, donde el ritmo de vida impide, muchas veces, tender a la mano a los demás.
Pequeños empresarios donaron sus servicios y prestaron sus instalaciones para recolectar víveres, salieron a las calles a entregar lo que tuvieran a la mano para salvar vidas.
Hoy –a un mes del fuerte temblor– iniciativas como #reactivandomx y #SoyMiBarrio intentan dar luz a los comercios que ayudaron y que hoy también necesitan ayuda y otros microempresarios como Jennifer y «Qarla» donan su trabajo e intentan crear empleos para los damnificados.
JENNIFER ACOSTA, FOTOS POR VÍVERES
Jennifer Acosta, egresada de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, desde hace más de un año se dedica a realizar fotografía de estudio para familias, mujeres embarazadas y bebés. Ella decidió ofrecer recuerdos a cambio de víveres para los damnificados del 19-S.
Dos semanas después del desastre fue cuando comenzó a ofrecer sesiones fotográficas a cambio de donativos en especie pues, afirma, la ayuda aún es necesaria.
«Dije: ‘¿qué puedo hacer para que la gente –después de los días de emergencia– siga apoyando?’ Porque la ayuda se sigue requiriendo».
Jennifer no ha pedido una cantidad mínima de víveres para poner ojos, talento y manos a la obra. La respuesta de la gente ha sido total, por lo que probablemente la fotógrafa abra una nueva fecha.
«Era lo que la gente pudiera llevarme al estudio y le tomaba sus fotos», y, aunque la idea original era entregar 10 fotografías, en algunos casos ha dado hasta el doble.
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Las personas han confiado en la joven fotógrafa y han donado ropa para bebé y mujer, principalmente; víveres como agua embotellada, comida enlatada y seca, además de artículos de higiene personal y que probablemente sean trasladados a Puebla, donde el apoyo no ha sido tan cuantioso como en la capital del país.
Lo que impulsó a Jennifer a ayudar fue «ver la respuesta de la gente» que sin dudar se movilizó inmediatamente después de que la tragedia alcanzó a su ciudad y pensó en la manera de «poner su granito de arena».
«Requiero hacer algo para apoyar a la gente que lo necesita porque afortunadamente estoy bien, mi familia está bien, todo está bien, entonces aquí lo único que me toca es apoyar», pensó a quien el movimiento telúrico sorprendió en un sexto piso.
El aprendizaje que la catástrofe dejó en la vida de la joven que estudió Comunicación y Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue el valorar cada día y la importancia de continuar con la unión entre la sociedad civil.
«No perder esta actitud que se mostró después de que la tierra se movió, es una actitud que el país necesita muchísimo. Si siguiera esa actitud por siempre, este país diferente», asegura.
Jennifer cree que la ciudadanía, en medio de la tragedia, «demostró de lo que es capaz y que no necesita Gobierno y no necesita a nadie para levantarse solito. Lo que necesita México es un Gobierno a su altura, nada más».
CONKÜ: GALLETAS PARA APOYAR A LOS TOPOS
«Qarla» de la Cruz, la joven creadora de Conkü, una galletería fina que decora y personaliza las golosinas, ayudó con lo que mejor sabe hacer: hornear.
No es la primera vez que Conkü apoya, ya en el sismo del pasado 7 de septiembre recuerda que vendió su producto y el dinero se entregó para apoyar a las personas en Chiapas y Guerrero.
El 19S, su equipo llevó agua a las personas que caminaron horas para llegar a sus hogares, ante el colapso de las vías de comunicación.
«Ya habían pasado 3 ó 4 horas y la gente seguía caminando», recuerda la emprendedora de 24 años, quien apoyó movilizada por la necesidad de las personas.
Ya pasado el momento más crítico, su equipo elaboró galletas y los fondos recaudados fueron donados a brigadas de rescate _como Los Topos– e instituciones de Gobierno de estados afectados.
«Decidimos hornear galletas, hacer lo que sé hacer, ayudar con lo que sé hacer […], tenía que hacer algo por mi país y por las personas», explica.
El proyecto no se quedará en esa campaña de recolección de recursos, «Qarla» planea dar trabajo a las personas que se quedaron sin nada.
«Está bien que donemos, sí lo entiendo, pero que mejor que darles un trabajo fijo a alguien. Darles galletas y un pequeño curso para decorarlas y las distribuyan cerca de donde viven», dice.
La joven cuenta también con Admirable Corazón, una iniciativa en la que dan un poco de alegría y sabor a las personas en situación de calle: un porcentaje de las ventas que hagan van directo a la campaña que en noviembre les comparte galletas y café a mexicanos vulnerables.
«Qarla» no sólo tiene palabras de solidaridad y también critica que el Presidente Enrique Peña Nieto proponga hacer tandas a quienes perdieron su patrimonio, pues, dice, «sólo se está burlando de la gente».