Hillary Clinton y Donald Trump sostuvieron su último debate en las campañas por la Presidencia de Estados Unidos, en el que se tocaron los planes de inmigración y deportaciones, el muro fronterizo entre México y EU, así como el reconocimiento de una derrota en los comicios del próximo 8 de noviembre. Fue un debate que inició sin sobresaltos y que conforme avanzó aumentó su tensión, que llegó a lo máximo cuando la ex Secretaria de Estado hizo referencia a los escándalos sexuales en los que se ha visto involucrado el magnate inmobiliario.
Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo/AP/EFE).– Por primera vez en toda la campaña, los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos debatieron sobre inmigración y, en particular, sobre los riesgos en la frontera con México.
El tercero y último debate entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, comenzó sin tantos gritos y sombrerazos, como los dos previos, sin embargo la tensión fue en aumento.
Después de hora y media de debate, los candidatos cerraron con un llamado a votar por sus partidos. Al final no hubo apretón de manos. Cada uno se acercó a sus familias, y partieron, cada quien por su lado.
Según analistas, ésta fue la negativa de Trump a reconocer su derrota si las urnas no le dan la victoria, dejando de lado la tradición estadounidense que implica que el perdedor siempre reconoce su derrota.
En su última oportunidad de mostrarse a nivel nacional, el candidato republicano dijo que Clinton quiere otorgar una amnistía para todos los indocumentados que hay en el país e insistió, como lo ha hecho consistentemente en el pasado, en que por la frontera sur de Estados Unidos están entrando ilegalmente personas que le hacen daño al país.
Refirió que entre la audiencia del debate de hoy había cuatro mujeres que son madres de jóvenes que han muerto a manos de inmigrantes.
En su argumentación, Trump, usó una palabra en español para referirse a las personas que entran ilegalmente a su país: «Bad Hombres», dijo. Y señaló que la postura de su rival contradice lo hecho por el Presidente Barack Obama, quien deportó a millones de personas.
«Quiero el muro, tenemos que detener las drogas. Tenemos a hombres malos que se tienen que ir. Cuando la frontera esté segura vamos a tomar una decisión sobre lo demás», dijo el empresario convertido en político, al acusar a su rival de querer «fronteras abiertas».
El magnate neoyorquino defendió la construcción del muro porque, según él, Estados Unidos se queda «con la droga» y México «con el dinero», en alusión también a los tratados comerciales.
Aseguró que mantendrá una buena relación con México y aludió a la reunión que sostuvo en agosto pasado con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, de quien dijo es “muy simpático” y con quien revisará el Tratado de Libre Comercio de America Latina.
Clinton planteó que la propuesta de una deportación masiva de inmigrantes indocumentados no representa los valores estadounidenses. También afirmó que votó en 2006 en el Senado a favor de mayor seguridad fronteriza, pero que eso no suponía construir un muro fronterizo, como propone el magnate neoyorquino.
También insistió en un tema que ha expuesto en los debates previos: el riesgo de que Trump pueda controlar el botón nuclear de Estados Unidos, y describió al republicano como un hombre “incapacitado” para tomar decisiones de ese calibre.
Sobre las filtraciones de Wikileaks –donde en un discurso privado defendía un continente americano sin fronteras comerciales–, la ex Secretaria de Estado de EU explicó que se refería al mercado energético, y rápidamente cambió el tema para exigir que Trump aceptara que Rusia está detrás de esas filtraciones.
EL FRAUDE
Trump se negó a responder la pregunta de si reconocerá la victoria de su contrincante si las elecciones no lo favorecen y dijo que dejaría la respuesta en suspenso, asegurando que la elección estaba cargada a favor de su rival.
«Se lo diré en su momento. Voy a mantener el suspenso», dijo ante los cuestionamientos del reconocimiento de una derrota.
Además alertó de que hay «millones de personas registradas para votar que no deberían estar registradas para votar», al alimentar sus acusaciones de que las elecciones están amañadas en favor de Clinton.
Es “horrible” que Donald afirme que, si es derrotado en las elecciones, se deba a un fraude, dijo la candidata. Lo ha hecho antes con premios televisivos, se burló.
LOS ESCÁNDALOS DE TRUMP CON LAS MUJERES
El republicano acusó a Clinton diciendo que inventó las acusaciones de varias mujeres por abusos o acoso sexual, y que habría enviado a gente para que ocasionara hechos violentos en los eventos de su campaña.
«Es la única manera. Esas historias son totalmente falsas, ni siquiera le pedí perdón a mi mujer porque no hice nada, no las conozco, quieren fama o fue su campaña [la de Clinton] la que lo hizo»
Y reiteró su posición de que se trata de «historias falsas y ya desacreditadas».
Hillary atacó y agitó de inmediato al republicano.
“Ya sabemos cómo piensa Donald”, dijo. Y añadió que el republicano busca generalizar su pensamiento y demostrar que “así somos los estadounidenses”.
Le recordó que dijo que las mujeres que lo acusaban de acoso y abuso no decían la verdad porque simplemente “eran feas”.
Antes de ello, Trump dijo que no existe nadie que respete como él a las mujeres y pidió a Clinton que devuelva millones de dólares que ha recibido a través de su fundación de países como Arabia Saudita «que tortura y expulsa a homosexuales y maltrata a mujeres».
Sobre su fundación y las acusaciones de Trump de desviar recursos de ese organismo para beneficiarse, Clinton defendió las acciones humanitarias que ha realizado, por ejemplo, en Haití.
SEGURIDAD Y POLÍTICA EXTERIOR
Donald Trump dijo que aunque Estados Unidos pudiera deshacerse del Estado Islámico, Irán será quien saque ventaja de su destrucción.
Clinton respondió a los ataques de Trump sobre la guerra en Irak y dijo que él estaba a favor. «En sus contradicciones, muestra que sería el peor Presidente de la historia de Estados Unidos”, afirmó la candidata.
El moderador, Chris Wallace, pidió a Trump que aclarara su postura sobre lo que ocurre en Aleppo.
El empresario se metió en un discurso desorganizado, en el que intentó explicar que Rusia e Irán se aliaron para derrocar al Gobierno de Bashar Al Assad, el Presidente sirio. Agregó que, aunque Estados Unidos pudiera derrocar a Al Assad, algo mucho peor llegaría.
En el último segmento de la noche, Wallace les recordó a los candidatos que, de acuerdo con sus planes económicos, la deuda del país, actualmente de 77 por ciento del Producto Interno Bruto, se elevaría a 86 por ciento, en el caso de Clinton y a 105 por ciento del PIB en el caso de Trump.
El candidato republicano dijo que echará a andar una gran maquinaria económica que le permitirá llevar el 1 por ciento de crecimiento anual actual a niveles de 4, 5 o hasta 6 por ciento de crecimiento.
La demócrata defendió crear una zona de exclusión aérea en Siria y también afirmó aceptaría a refugiados de ese país tras un proceso de supervisión “muy cuidadoso”. Además planteó que el simpatizante yihadista que mató a 49 personas en junio en una discoteca de Orlando, Florida, “nació en Queens, el mismo lugar en donde nació Donald”, esto en respuesta al argumento de Trump de que frenar la entrada de terroristas.
IMPUESTOS Y OBAMACARE
Los candidatos fueron cuestionados cobre cómo abordarán el problema de la práctica quiebra de algunos de los programas sociales más importantes del Gobierno de Barack Obama, especialmente el plan de seguro médico conocido como Obamacare.
Trump dijo que ese plan de Obama fue desastroso y que lo eliminará tan pronto tome el poder si gana.
Hillary Clinton insistió en su propuesta de aumentar impuestos a los más ricos y mejorar el apoyo social a las clases más necesitadas. Las propuestas de Trump de bajar impuestos, dijo, aumentarán la deuda pública.
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LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO
Ambos candidatos fueron cuestionados sobre cómo su plan económico creará más empleos y crecimiento.
La demócrata afirmó que el plan del empresario neoyorquino representaría “probablemente a una recesión”. También mencionó diversos puntos sobre su propuesta para impulsar la economía de EU: desde ayudas en educación, a las pequeñas empresas y alzas de salarios.
Trump respondió a la candidata demócrata diciendo que, con un plan económico como el de ella, los impuestos en el país aumentarían al doble e insistió que Estados Unidos debe obligar a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a pagar por la protección militar que su país les ofrece. En la lista incluyó a Japón, a Alemania y a Arabia Saudita.
Además dijo que India está creciendo al 8 por ciento y aseguró que esa cifra es casi desastrosa para ellos. En comparación, Estados Unidos, apuntó, creció al 1 por ciento el año pasado.
Insistió en que el TLCAN, del que México es parte, fue una de las peores decisiones que ha tomado el Gobierno de EU y aseguró que Clinton quiere apoyar el Tratado de Asociación Transpacífico.
El empresario neoyorquino se calificó como «un hombre de resultados» y dijo que él construyó un emporio a partir de un prestamos de un millón de dólares.
Hillary le puso un gancho al hígado a Trump al decirle que se contradijo al importar materiales para sus empresas, y al mismo tiempo defender el proteccionismo: «La misma Torre de Nevada usa material chino», señaló. Esto luego de que atcara los tratados comerciales a los que acusa de robar empleos a los estadounidenses.
Clinton destacó una vez más su experiencia en el servicio público ante la inexperiencia de Trump: le recordó que en 2011, cuando ella presenciaba la intervención militar que acabó con la vida de Osama Bin Laden desde la Casa Blanca, el magnate estaba conduciendo su programa «The Apprentice».
JUECES, ABORTO Y ARMAS
La ex Secretaria de Estado de EU respondió a la pregunta sobre los cambios en el Tribunal Supremo y el puesto vacante del juez conservador Antonin Scalia y la oportunidad que tendría de nombrar un juez de corte liberal en caso de llegar al poder.
“El Tribunal Supremo debe representarnos a todos, que se enfrente a los poderosos, respete los derechos de los americanos”, expuso Clinton.
Por su parte, Donald Trump dijo que es imperativo que la Suprema Corte se conforme con los mejores jueces, que deben apoyar el segundo artículo de la Constitución, el cual otorga a los estadounidenses el derecho de portar armas. El candidato republicano agregó que los jueces deberían presentar propuestas conservadoras como el derecho a la vida que significa poner fin al aborto legal en el país.
Clinton reviró a la respuesta del magnate inmobilario sobre que un Juez liberal pondría en riesgo el “derecho sagrado” de los estadounidenses a portar armas, y afirmó que es compatible la defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución con impulsar una regulación que limite las ventas de armas y las muertes de ciudadanos.
La demócrata expuso que criticó una decisión del Tribunal Supremo respecto a la Segunda Enmienda porque iba en contra de una medida para prevenir muertes de niños, jóvenes y adultos.
Sobre el aborto, aunque con dificultades, el candidato republicano dijo que si, como tiene planeado, selecciona jueces pro vida para la Suprema Corte, lo más probable es que ese tribunal regresa a cada estado de la unión la capacidad de decidir si permite o no el aborto.
Mientras que la ex Secretaria de Estado planteó que apoya el derecho de cada mujer a decidir: “Puedes regular si tienes en cuenta la vida y la salud de la mujer”. Y pidió a Trump a conocer a las mujeres que tienen que decidir sobre un aborto en la fase final de un embarazo e insistió en que el Gobierno de EU no puede meterse en esa decisión.
En esta ocasión, el empresario llevó como invitado al debate al medio hermano del presidente Obama, Malik Obama. Clinton llevó al multimillonario y frecuente crítico de Trump Mark Cuban, y a la directora ejecutiva de Hewlett Packard Enterprise, Meg Whitman, una de las figuras republicanas más destacadas que apoyan a la ex secretaria de Estado.