«La puesta en marcha de mecanismos humanitarios y la creación de una unidad especializada para la búsqueda de personas desaparecidas constituye una herramienta para la consecución de la verdad, la justicia y la reparación integral», señaló la MAPP-OEA en un comunicado.

El acuerdo fue anunciado el pasado sábado por las partes en La Habana, sede de las negociaciones desde hace casi tres años, y cuenta con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que recogerá toda la información disponible para facilitar la ejecución de los planes especiales humanitarios.

La MAPP-OEA consideró que este nuevo pacto supone «una oportunidad para atender el sufrimiento de las víctimas del delito de desaparición forzada» y «una pieza clave» en el marco de las negociaciones para «la reconstrucción del tejido social y la paz».

La acordada unidad especializada, cuyos procesos tendrán un carácter extrajudicial y que comenzará a operar después de la firma del acuerdo de paz, coordinará las acciones para localizar a los desaparecidos que se encuentren con vida y en caso de fallecimiento, intentará identificar y hacer una entrega digna de los restos a sus familiares.

Este nuevo organismo también deberá informar de manera periódica sobre sus progresos y elaborar un registro nacional de fosas comunes, cementerios ilegales y sepulturas.

La Misión de paz de la OEA recordó que desde 2010 ha apoyado distintas iniciativas como la sensibilización a sepultureros, la construcción de una ruta de atención nacional a las víctimas o la búsqueda de familiares para la identificación y entrega de los restos óseos, entre otras, agregó la información.

La OEA reiteró su disposición «para seguir acompañando a las víctimas, comunidades, instituciones y a la sociedad en general» en la búsqueda de las 45 mil 646 personas que el Gobierno colombiano estima que han desaparecido a lo largo de los más de cincuenta años de conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).