Mare, que cuenta con 17 años de trayectoria, toca en sus letras temas de feminicidios, desapariciones y desigualdad, ya que cree firmemente que las historias comunes son las que le dan valor a la música. «La palabra se ha convertido en mi herramienta para poder nombrarme, para poder cuestionar, para poder proponer cosas diferentes y me ha permitido entablar estos diálogos a veces incómodos pero que son necesarios», contó.
Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).- «Qué belleza la que tú presentas bajo de ese traje, ¡qué belleza, mujer! pero que sea más tu coraje, ¡no dejes que nadie te pise!», dicen las rimas de Mare Advertencia en su canción «Qué Mujer». Mare, una joven oaxaqueña que ha encontrado en el rap una voz colectiva para denunciar las situaciones que le indignan, cuestionar y abordar temas como feminicidio, desigualdad social, la reivindicación de los pueblos originarios, desaparición forzada y segregación racial.
Marlen Cruz, o Mare como le dicen, es una mujer zapoteca, originaria de una zona de alta marginalidad en Oaxaca que deja volar su creatividad y talento en el rap. El camino no ha sido sencillo, en especial por ser mujer de un pueblo originario en el mundo del rap y en una sociedad como la mexicana. «Una cosa es primero reconocer el contexto en el que vivimos, vivimos en una sociedad machista, en un país clasista, racista, ahí entro yo como rapera, zapoteca, periférica y mujer», contó Mare en entrevista con SinEmbargo.
Esta joven cuenta con casi dos décadas de trayectoria, sin embargo, aún se le considera una artista emergente, aspecto que señaló como un ejemplo de los retos que implica su actividad, a pesar de esto, Mare prefiere quedarse con los logros y las redes que ha logrado construir, «siento que tenía que ser así», dijo de manera muy amable.
«El lugar del que vengo, justo me abrió las puertas para poder conocer un mundo que es muy injusto, un mundo de violencia que desde donde vengo como mujer zapoteca, periférica, migrante es de dónde decido confrontar ese mundo y mi herramienta principal es la música, la palabra se ha convertido en mi herramienta para poder nombrarme, para poder cuestionar, para poder proponer cosas diferentes y me ha permitido entablar estos diálogos a veces incómodos pero que son necesarios», señaló la artista.
Ella no es la única que da voz a temas que lo necesitan y reconoce el valor de la gente que estuvo antes y que está ahora desde otras trincheras, que aportan a la labor, en sus palabras que ella pueda tener la visibilidad que ahora tiene, habla de los esfuerzos de generaciones pasadas y actuales.
LA MÚSICA COMO UN PRETEXTO PARA APORTAR A LA COMUNIDAD
Sus letras ponen en la mesa temas que, lamentablemente, son una realidad cada vez más común en el país, como los feminicidios, las desapariciones y la desigualdad, sin embargo, también tienen un halo de unión que viene de sus raíces oaxaqueñas. «Yo vengo de una comunidad, de un sentido comunitario por decirlo así, como familiar, con las redes de apoyo. Yo crecí de esa manera, viendo cómo las redes salvan, viendo cómo necesitamos de nuestra manada, somos animales sociables al final de cuentas que necesitamos encontrar nuestras colectividades, lamentablemente también este sistema nos ha vendido el individualismo como la forma de éxito, pero no podemos estar sin el resto», acotó la joven.
Mare destaca la importancia de la colectividad para la salud emocional, aspecto que relaciona mucho con la Guelaguetza, no con la fiesta folclórica y de danza en la que se piensa de manera general, sino en el sentido de lo que realmente representa para su comunidad zapoteca: «el término viene de un apoyo reciproco, de yo te apoyo y tú me apoyas y eso es en el trabajo, en la fiesta en el día a día».
«Yo creo que la música se vuelve un pretexto para poder aportar a la comunidad, yo hablo en primera persona desde el sentido que las palabras las digo, las creo yo pero son saberes compartidos, historias comunes, lo que yo estoy diciendo puede tener que ver contigo, puede tener que ver con gente que está escuchando porque vivimos en un mismo territorio, porque compartimos experiencias de vida en algunos sentidos como el ser mujer, como el ser racializadas, incluso vivir en una época de violencia porque el territorio mexicano lamentablemente así es, venimos de consecuencias de una guerra contra el narcotráfico declarada, donde se supone que ahora ya no hay, pero la violencia aquí está», afirmó Cruz.
«Estas historias comunes son lo que le da valor a la música, lo que puede hacer que cuando alguien que no me conoce o que no conoce mi contexto, escuche [la música] y le resuene es porque al final hay historias comunes y esas coincidencias nos pueden también unificar».
Piensa poco en qué le gustaría dejar al mundo, se enfoca en el cómo buscar formas de vida más dignas y cómo quiere llegar a terminar su vida, «cómo heredar las cosas que yo haga, pero no mi historia, sino por ejemplo, decir, yo vengo de un pueblo originario, donde hay un territorio comunal, donde hay territorio que sigue protegido al día de hoy, dónde hay bosque, lleno de diversidad, se siembra sí, pero también se protege el monte, ese es el mismo monte que vieron mis bisabuelos, mis tatarabuelos, que yo todavía puedo ver y espero que siete generaciones, adelante ese cerro siga vivo, me importa más esa parte de pensar que exista este mundo que yo conocí».
Mare Advertencia dice que todo lo que sabe lo aprendió de su abuela, su madre, otros pueblos y comunidades por lo que espera que en siguientes generaciones, los pueblos sigan teniendo una voz, escuchen a la tierra y se busquen relaciones más justas.
VANS MUSICIANS WANTED, UNA GRATA SORPRESA
Marlen explicó que ella una persona muy migrante, algo que no puede hacer en esta pandemia en la que se cancelaron los eventos presenciales. «Nos enfrentamos como creadoras a nuevos retos, en este caso es cómo seguimos difundiendo la música, cómo seguimos haciendo música, cómo llegamos a nuevos públicos o nuevos oídos y entonces plataformas como VANS Musicians Wanted se vuelven esa opción, donde podemos encontrar proyectos nuevos, proyectos que quizá no conocíamos, algunos ya nos vamos conociendo, pero creo que justo es una nueva oportunidad».
VANS Musicians Wanted es una plataforma global de música que busca incentivar la expresión creativa, en esta edición Mare Advertencia representará a México ya que quedó dentro del Top 5 de América, junto a artistas como PYT (San Jose, California), TheBe$tJR (Chicago), Joy Sales (Brasil) y Diamond Cafe de Canadá.
«Es mi primer concurso, mi primera competencia, no me esperaba cómo que me iba a suceder, ha sido una sorpresa realmente en el sentido de que sé que hay mucho talento, hay muchos grupos nuevos, hay mucha propuesta emergente, hay mucho, tanto en letra como musicalmente hablando, hay mucha creatividad; era como solo probar suerte como ‘vamos a ver qué pasa’, y mira afortunadamente la recepción ha sido buena, afortunadamente seguimos en esta competencia ahora global, sigo procesando, en realidad todavía no sé qué va a pasar».
Este 22 de septiembre, Vans Musicians Wanted presentará en un concierto virtual a las 15 mejores bandas a nivel global, mostrará a artistas de América, Europa y Asia, de países como Estados Unidos, Irlanda, Inglaterra, Gales, Francia, Corea, Malasia, Singapur, Indonesia, Canadá, Brasil, Australia y México. Entre los premios están premios productos Vans, la distribución mundial de su música, un equipo Kramer, un paquete de premios Premium TuneCore, presencia en las listas de reproducción de Spotify y la oportunidad de compartir el escenario con el músico británico YUNGBLUD.
La rapera mexicana cree que la música se trata un poco de probar suerte, de creer en su proyecto y compartirlo con el mundo, las respuesta de este es algo que ella ya no puede determinar, en este caso ha sido positiva por lo que llegó a ser finalista. Este resultado es una reafirmación para Mare de que es el camino que debe seguir y en el que lo que hace es valioso.