Dikan, una de las historietas más conocidas de la ahora extinta Yugoslavia, ha encontrado una nueva vida en forma de libro, gracias a dos editores serbios.
Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo/GlobalVoices).- En los 70 y 80 se leyó mucho a Dikan y se siguieron las aventuras del personaje llamado Dikan y su tío Vukoje alrededor de los Balcanes en tiempos remotos. Su autor, Lazo Sredanović, basó las historietas en una idea del editor de la revista Politikin Zabavnik y del guionista Nikola Lekić, quien concibió a Dikan como la versión yugoslava del personaje de historietas Astérix el Galo, combinando un humor universal y una sátira sutil en un contexto histórico.
Leído hoy en día, en un momento en el que algunos gobiernos europeos han sido menos que acogedores con el número récord de refugiados que buscan asilo en el continente, Dikan ofrece un oportuno recordatorio de que todos descendemos de algún modo de inmigrantes.
El primer libro agoto sus ventas rápidamente, y el segundo tuvo tal éxito que el editor se plantea volver a editarlo junto con dos libros más con las otras historietas de Dikan (cuatro volúmenes en total). También han publicado en redes sociales fragmentos divertidos de las historietas, como por ejemplo el diseño de un dispositivo de tiempos de los Sármatas para medir la tozudez y la obstinación (literalmente).
Las historietas de Dikan en concreto se burlan de una de las muchas poblaciones que migraron por Europa a partir aproximadamente del siglo V: los primeros eslavos, cuya cultura y genes han sido fundamentales a la hora de conformar los actuales pueblos eslavos, los cuales constituyen a su vez la mayor parte de los habitantes actuales de Europa Central y Oriental.
El término autóctono para describir a los antiguos pobladores es «Eslavos viejos» en el sentido de «antiguos», y la historieta emplea el término «Eslavos nuevos» para referirse a sus lectores actuales. En las primeras historietas, Dikan y su tío exploran los Balcanes previos al establecimiento de los eslavos.
Tras la disolución de Yugoslavia en los años 90, algunos historiados nacionalistas y revisionistas procedentes de países ex-yugoslavos rechazaron el concepto del Período de las grandes migraciones, e intentaron demostrar que su pueblo siempre había estado en sus tierras ancestrales, y que todos los otros eran «recién llegados». El supuesto subyacente de demostrar la pertenencia ancestral de un territorio confiere un estatus de privilegio hoy en día que también ha servido de base para la movilización nacionalista en países balcánicos no eslavos, como por ejemplo Grecia, Albania, Kosovo y Rumanía.
Posteriormente, las historietas de Dikan fueron más allá de su contexto original, de modo similar a la película de Mel Brooks La loca historia del mundo, incluyendo la Edad de Piedra y el futuro lejano, presentando una versión satírica de ciencia ficción de Yugoslavia como potencia mundial.
El sitio web oficial de Dikan ofrece información básica sobre el esfuerzo de reeditarlo también de manera cómica. Presenta «testimonios» de algunos de los personajes de las historietas, incluyendo algunos históricos, como el emperador bizantino Justiniano, un conquistador y legislador nacido en los Balcanes:
«Todo el mundo me dice: Justiniano, qué emperador eres… Sin embargo, ¿qué preguntaste? ¿Mi opinión sobre Dikan? Oh, esos primeros eslavos son una molestia. Algo entre inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo político. Uno no puede evadirlos. Por lo que evitaré esta pregunta».