El escritor y editor disertó en la Cineteca Nacional sobre el filme A pleno sol (1960), dirigida por René Clement
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).-En opinión del narrador Martín Solares, la novela El talento de Mr. Ripley, escrita por la estadounidense Patricia Highsmith (1921-1975) dio origen a dos extraordinarias versiones cinematográficas: A pleno sol (1960), dirigida por René Clement y El talento de Mr. Ripley (1999) del director Anthony Minghella.
La versión de 1960, protagonizada por Alain Delon, Maurice Ronet y Marie Laforêt, se proyectó la tarde del lunes 14 de agosto en la Sala 4 de la Cineteca Nacional de la Secretaría de Cultura, en la segunda sesión del ciclo Charlas sobre Cine y Literatura: Patricia Highsmith.
El largometraje presenta a Tom Ripley (Alain Delon), un joven estadounidense que llega a Europa para visitar a su amigo y rico heredero Philippe Greenleaf (Maurice Ronet). Tras una serie de humillaciones que Philippe hace pasar a Ripley, éste lo asesina y decide suplantarlo.
En la charla, Martín Solares hizo un rápido recorrido por la biografía de Patricia Highsmith. Explicó que sus novelas sobresalen en el género de novela criminal, porque mientras la mayoría están protagonizadas por detectives que siempre buscan la justicia de un modo quijotesco, ella presenta a un hombre decidió a pasársela bien y a evadir a la justicia.
“Cada que vemos una adaptación de la mano de un buen director como lo fue René Clement, estamos frente a un hecho literario y cinematográfico que nos van a decir algo muy profundo sobre los seres humanos. Highsmith presenta el lado B de la vida, de las novelas negras o el cine noir, el lado del asesino”, comentó el editor.
Refirió que para la creación de El talento de Mr. Ripley, la también autora de Extraños en el tren se basó en experiencias personales, con la conciencia de que le interesaba hablar sobre lo mórbido y el crimen.
“Cada que vemos a un ser cuya especialidad es la mentira, que salta de alma en alma con la intención de apoderarse de las identidades, estamos hablando de la descendencia de un personaje tan influyente como lo fue Tom Ripley”, consideró Martín Solares.
Agregó que el personaje inspiró la existencia de personajes como Hannibal Lecter o Dexter y aseguró que en más de 10 mil páginas que Highsmith escribió, mostró la profundidad del alma humana.
El escritor, Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta 1998 por la novela fantástica breve El centro de la ansiedad, compartió parte de la biografía de la escritora quien, dijo, nunca otorgó entrevistas periodísticas.
“Fue una mujer solitaria con una vida complicada, con una mala relación con su madre y padrastro que cuando pudo se inventó un nombre, pues el real era Mary Patricia Plangman”.
Detalló que nunca quedó contenta con ninguna de las adaptaciones a su novela. Aseguró que la realizada por Clement le parecía detestable porque había dejado mal parado a Tom Ripley.
“Este personaje siempre fue una especie de confesor o alter ego para Patricia, donde encontró la manera de externar sus ideas sobre el mundo y de explorar su lado oscuro”.
En el diario que ella le dedicó a la escritura de El talento de Mr. Ripley, señaló Solares, tenía en la portada la palabra evil (el mal) porque ella quería investigar hasta donde podía llegar el ser humano cuando mentía, y quería hacer el mal.
“Ella decía que quería escribir una novela sobre un hombre que abandona su identidad tan fácilmente como una serpiente muda de piel y esa es el arma de Ripley, un hombre que busca apoderarse del alma de las personas y que parece escuchar los pensamientos más íntimos.
El personaje de Tom Ripley protagonizó cinco novelas: El talento de Mr. Ripley, (1950), La máscara de Ripley (1970), El juego de Ripley (1974), Tras los pasos de Ripley (1980), y Ripley en peligro (1991).
Con la primera novela de la serie de Ripley, Highsmith obtuvo el Gran Premio de Literatura Policiaca y estuvo nominada al Premio Edgar a la mejor novela.