Hijos, hermanos, cónyuges y sobrinos no escapan a las venganzas entre los cárteles y pese a que los asesinatos, plagios y desapariciones son un cotidiano en los miembros de más bajas de las estructuras criminales, son los casos que involucran a las familias de los líderes de los cárteles las que más impactan a nivel mediático y por las olas de violencia que desatan. Ahí están los casos de Héctor «El Güero» Palma, Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín «El Chapo» Guzmán…
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).- Las familias de los capos suelen gozar de la riqueza que dejan las actividades ilegales, sin embargo, la violencia inherente a esta actividad también alcanza a las mismas.
Hijos, hermanos, cónyuges y sobrinos escapan a las venganzas entre grupos rivales y pese a que los asesinatos, plagios y desapariciones son un cotidiano en los miembros de más bajas de las estructuras criminales, son los casos que involucran a las familias de los líderes de los cárteles las que más impactan, a nivel mediático y por las olas de violencia que desatan.
El más reciente es el ocurrido el pasado 15 de agosto, cuando Jesús Alfredo Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se encontraba en un famoso restaurante llamado «La Leche» en Puerto Vallarta, Jalisco; un comando ingresó al lugar para llevárselo junto con otras cinco personas. Hasta el momento se desconoce el paradero de todos ellos.