Sobrealimentarse, comer por impulso, sin apetito, es también uno de los desórdenes alimenticios más comunes, y el estrés tiene mucho que ver. ¿Cómo se puede revertir?
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).– El trastorno por atracón o comer demasiado obliga a quienes lo padecen a comer grandes cantidades de alimentos y golosinas, sin tener apetito, en forma compulsiva, varias veces al día y, a diferencia de otros trastornos alimenticios, no vomitan ni recurren a laxantes.
La doctora en psicología de la salud por la Universidad de Guadalajara, Clelia María García Silva Herrera, señaló que el trastorno por atracón se incluyó recientemente en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, en inglés).
“En la actualidad, las investigaciones que se realizan son dentro de esta nueva clasificación, que se integra al DSM. Hay que aplicar toda una serie de investigaciones para hacer la validación de muchos aspectos que antes se tenían como trastornos no especificados”, informó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
La investigadora, quien se desempeña como docente en la Universidad del Valle de Atemajac (Univa), reconoció que se sabía que algunas personas comían de manera muy desordenada, se daban atracones y tenían determinadas conductas, pero como no estaba clasificado, no se había estudiado su frecuencia ni su relación con la obesidad.
ATRACONES Y ESTRÉS
Señaló que es necesario continuar con las investigaciones sobre el trastorno por atracón, en el que intervienen factores comportamentales y culturales. Además, dijo que ciertos comportamientos de los mexicanos están asociados con una prevalencia de obesidad, pero no se tienen aún los resultados de los estudios que establezcan esta relación.
“Hay poblaciones más susceptibles por otro tipo de situaciones como el estrés, que lleva a comer compulsivamente. Una población que vive con estrés es una población también de bajo nivel socioeconómico y sociocultural, pero también tenemos personas que viven en la opulencia que una de las manifestaciones es la sobrealimentación”, explicó la especialista.
García Silva Herrera recomendó a las personas que padecen algún trastorno alimenticio —como anorexia, bulimia y atracón— que deben buscar ayuda con un profesional de la salud, porque es posible generar un control sobre el comportamiento alimenticio y tener un peso saludable.
Sobre el trastorno de anorexia nerviosa mencionó que es un comportamiento asociado a la mercadotecnia y a los factores de belleza, ya que es una sobreexigencia de la imagen corporal y del perfeccionamiento del individuo, en el que intervienen valores socioculturales.
“A los jóvenes que estén tentados a tener conductas alimentarias alteradas no lo hagan, no vale la pena, porque una vida saludable, hacer ejercicio y un peso adecuado es belleza”, finalizó García Silva Herrera.