Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).– Sólo el 1 por ciento de los indígenas consintió la construcción de un parque eólico en Juchitán, Oaxaca, y no la mayoría como aseguró en días pasados la Secretaría de Energía (Sener), revelaron los observadores de la primera consulta indígena que se realiza en México para solicitar la aprobación ciudadana de un mega proyecto.
El Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) informó este martes que junto a otras organizaciones –primero con Código DH y ProDESC, y despúes CDH-Tepeyac– han denunciado a través de cinco reportes que la consulta indígena violó los cuatro principios que deben regir cualquier ejercicio de esta naturaleza: el carácter de previo, libre, informado y de buena fe.
La organización no gubernamental dijo que ese fue el motivo por el cual desistió junto al Centro de Derechos Humanos Tepeyac (CDH-Tepeyac) de la misión de observación, «ya que las autoridades no atendieron sus recomendaciones».
«Desde el principio hubo vicios en el procedimiento. De acuerdo con los reportes de las ONGas convocatorias se concentraron en internet -un medio al que pocos en Juchitán tienen acceso- y no en los medios convencionales que utilizan los indígenas para difundir información como el perifoneo o los carteles. La ineficiencia de la convocatoria derivó en asambleas con un promedio de entre 200 y 300 personas en una comunidad de 80 mil habitantes», refirió PODER.
La Secretaría de Energía (Sener) informó que la comunidad indígena zapoteca de Juchitán de Zaragoza, al sureste de Oaxaca, “autorizó” la construcción y operación del proyecto de generación de energía eólica de la empresa Energía Eólica del Sur. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil que conforman la Misión de Observación han documentado durante la consulta serias violaciones a los derechos humanos, omisiones administrativas e indiferencia a los requerimientos de información e interlocución de diferentes miembros de la comunidad zapoteca.
Según la dependencia federal también se tiene el permiso de la comunidad indígena zapoteca de El Espinal, por lo que se iniciará con el proceso de construcción a la brevedad.
El parque de Energía Eólica del Sur consiste en 132 aerogeneradores para una capacidad total de 396 megawatts y una producción estimada en mil 310 gigawatts-hora, y requerirá una inversión estimada de 14 mil 454 millones de pesos.
Desde 1994, el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, ha sido considerada una de las mejores regiones del mundo para el desarrollo de la industria eólica por su calidad del viento y, como consecuencia, comenzó a registrar la llegada de parques eólicos. Actualmente hay 21 parques eólicos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Eólica.
Este día, la organización PODER denunció que en la consulta hubo distintas irregularidades, entre ella que no hubo una traducción adecuada. «Los intérpretes contratados por las autoridades, en repetidas ocasiones, no tradujeron las preguntas de los indígenas al español durante las asambleas. Tampoco tradujeron varias de las intervenciones del Comité Técnico que dirigió el proceso al zapoteco», denunció.
Dijo que ninguno de los documentos con la información detallada sobre el parque eólico se tradujo a la lengua indígena. Además, explicó, los observadores denunciaron que durante la primera etapa de la consulta no hubo un esfuerzo por simplificar la información técnica para la comprensión de un público no especializado.
La organización detalló que el Comité Técnico -que agrupó a los representantes de gobierno que lideraron la consulta- ignoró por lo menos 16 solicitudes de información y 60 preguntas realizadas por los indígenas durante los nueve meses que duró la consulta.
«Algunas de las solicitudes se referían a información sumamente básica para comprender el proyecto, por ejemplo: saber el origen y la situación jurídica de la empresa que construiría el parque eólico; el uso que tendría la energía eléctrica que generaría o los términos de los contratos de arrendamiento», abundó PODER.
Dijo que los reportes de los observadores también dieron cuenta de que el Comité Técnico hizo acuerdos con la empresa a espaldas de la comunidad. Afirmó que aún contra las reglas, el Comité Técnico incluyó a representantes de la empresa como participantes activos en la consulta, con el conflicto de interés que ello implicaba.
Precisó que la Comisión Reguladora de Energía autorizó a la empresa para que comenzará la construcción y generación de energía eléctrica seis meses antes de que concluyera la consulta, en enero de 2015.
También destacó el hecho de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobara la Manifestación de Impacto Ambiental a la empresa sin que la consulta indígena hubiera concluido.
Lamentó el que la consulta no se realizara en un ambiente libre. Explicó que de acuerdo con los reportes de los observadores se registraron por lo menos 20 incidentes de seguridad contra los representantes de grupos indígenas que se oponían a la construcción del parque eólico, que cohibieron la participación.
PODER explicó que entre estos incidentes se reportaron llamadas telefónicas y mensajes de texto con la orden explicita de desistirse de participar en la consulta, hasta actos de intimidación en domicilios y agresiones verbales durante las asambleas.
«Uno de los incidentes más graves se presentó cuando uno de los miembros de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco estuvo en riesgo de ser agredido por una persona presuntamente armada al concluir una de las asambleas», denunció.
Dijo que la consulta indígena de Juchitán pretende convertirse en el modelo de consulta ciudadana para los proyectos que vendrán luego de aprobada la reforma energética. De acuerdo con PODER, el hecho es grave puesto que el proceso no respetó los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas.