Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).- Una dieta baja en grasa es más efectiva que una baja en carbohidratos, si lo que se pretende es perder peso. Pese a que diversos estudios previos han hecho hincapié en este punto, ahora es el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos el que lo confirma.
La investigación comprobó que el enfoque de muchas dietas en las cuales se pretende eliminar el pan, arroz y cereales, podría no ser igual de efectivo, que limitarse a retirar el exceso de alimentos con grasa.
El cuerpo humano requiere de grasa, el consumo diario recomendado varía entre 60 y 100 gramos dependiendo del tamaño de la persona adulta. Ésta es utilizada para múltiples funciones como el mantenimiento de la piel, la absorción de vitaminas, proveer de calor al cuerpo, y muchas otras. Sin embargo, el exceso del consumo recomendado deriva en sobrepeso.
Los científicos evaluaron los hábitos alimenticios de 19 personas obesas durante dos semanas. Los participantes tuvieron la misma rutina, que incluso emparejó la actividad física, con el fin de ser sometidos a varias supervisiones al día.
Los resultados mostraron que mientras quitar los carbohidratos de la dieta llevó a las personas a tener pérdida de grasa corporal de hasta 53 gramos por día, la restricción de ingerir grasas los llevó a pérdidas que alcanzaron los 89 gramos.
“Esto ocurrió a pesar de que la dieta que restringió los carbohidratos es la única que conduce a una decaída en la secreción de insulina”, citó la investigación.
El estudio también refirió que el tiempo de experimentación fue relativamente corto. Por lo que algunas personas podrían tener suspicacias sobre la consistencia de esta conclusión a lo largo del tiempo.
Sin embargo, un modelo de cálculo matemático que proveyó una simulación de qué pasará con estas personas, estableció que la tendencia se mantendrá.
Previamente, un estudio de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos, llegó a una conclusión opuesta. Pero, en esa ocasión, se evaluó a un grupo mayor, de 148 adultos obesos.
La mitad fue sometida a un régimen alimenticio que sólo admitía un límite de 40 gramos de carbohidratos al día, mientras que al resto se le limitó la ingesta de grasas al 30 por ciento del consumo diario de calorías.
Tras el paso de un año, aquellos que limitaron su ingesta de carbohidratos bajaron en promedio 5.5 kilos, además de una mejora en sus niveles de colesterol y triglicéridos, contrario a quienes restringieron las grasas sólo redujeron en promedio 1.8 kilogramos.
La nutrióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), María de la Paz Gutiérrez, sostuvo que la dieta en México prioriza el consumo de carbohidratos, no obstante, estos casi siempre van acompañados de grasas, sal y azúcar.
Esta dieta generalizada en el país desvalora el consumo de proteína que bien podrían ser halladas en la carne de res, pollo, pescado, etc, dijo de la Paz, muchas veces debido a la insuficiencia económica para sufragarla.
La doctora dijo que una dieta normal debe incluir 50 por ciento de carbohidratos, 30 por ciento de grasas y 20 por ciento de proteínas. En el caso de las grasas el punto es conocer cuáles son los distintos tipos.
“Están las saturadas, que son las de la carne; las monoinsaturadas como la del aguacate y las poliinsaturadas, como las almendras y las nueces, pero no conocemos las raciones y caemos en circunstancias de abuso. En una dieta normal, suponiendo que ya fuimos con el nutriólogo, el punto es saber incluirlas todas en nuestra dieta y poder eliminar un poco el producto animal unos cuantos días a la semana”, señaló la experta.