El 1 de septiembre de 1982, durante su último Informe de Gobierno, José López Portillo pidió perdón “a los desposeídos y marginados, a los que hace seis años les pedí un perdón que he venido arrastrando como responsabilidad personal”. Tras ello, soltó unas lágrimas. Más de 30 años después, el Presidente Enrique Peña Nieto también pidió perdón, pero en su caso por la indignación que causó la llamada casa blanca de Las Lomas de Chapultepec.
Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).– El perdón que pidió el Presidente Enrique Peña Nieto a los mexicanos por el escándalo que causó la llamada “casa blanca” fue comparada por historiadores con la disculpa que ofreció en 1982 José López Portillo a los pobres de México porque no les cumplió.
El historiador y académico Lorenzo Meyer señaló en entrevista con Aristegui CNN que los antecedentes de que un Presidente pida perdón “son muy pocos” y esta disculpa “es una manera interesante de zafarse del problema central. El problema central es la corrupción”.
Héctor Aguilar Camín destacó en su columna del diario Milenio que Peña es el segundo Presidente en México que ha pedido perdón a los mexicanos. El primero fue López Portillo.
El 1 de septiembre de 1982, durante su último Informe de Gobierno, José López Portillo pidió perdón “a los desposeídos y marginados, a los que hace seis años les pedí un perdón que he venido arrastrando como responsabilidad personal”. Tras ello, soltó unas lágrimas.
Más de 30 años después, el Presidente Enrique Peña Nieto también pidió perdón, pero en su caso por la indignación que causó la llamada «casa blanca» de Las Lomas de Chapultepec.
“Pido perdón por la ‘casa blanca’, cometí un error. Este error afectó a mi familia, lastimó la investidura Presidencial. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio que les causé, estoy decidido a combatir la corrupción con toda determinación. En carne propia sentí la indignación de los mexicanos”, dijo el Presidente en su mensaje de la promulgación del SNA en el Palacio Nacional.
“Tenemos que vernos en el espejo, empezando por el propio Presidente de la República. En noviembre de 2014, la información difundida sobre la llamada ‘casa blanca’ causó gran indignación”, recordó.
En noviembre de 2014, el equipo de Aristegui Noticias exhibió la lujosa y moderna residencia de la Primera Dama, Angélica Rivera, valuada en 86 millones de pesos y ubicada en Lomas de Chapultepec, una de las zonas de más alta plusvalía en la capital mexicana.
Entonces, se ventiló que Grupo Higa había vendido la “casa blanca” a Angélica Rivera con financiamiento.
Posteriormente, el Presidente de México fue duramente criticado en el país y en el extranjero por el descubrimiento de que dos grupos empresariales, beneficiados por su Gobierno con obra pública, pusieron a su disposición, prestadas o para compra, propiedades que han tenido distintos usos.