El CGI de She-Hulk se mostró tan defectuoso en el primer avance de la serie de Disney+ que los obligó a mejorarlo. Sin embargo este no es un caso aislado hay producciones que no dieron en sus efectos y aquí los enlistamos.
MADRID, 19 de junio (Europa Press) – Las grandes producciones dedican gran parte de su presupuesto a mejorar, cada vez, los efectos especiales. Un buen trabajo en este aspecto puede marcar la diferencia entre que el espectador abandone la sala convencido de lo que ha visto o, por el contrario, salga del cine pensando que todo lo que acaba de ver no era más que cartón piedra.
Dinosaurios que parecen de juguete, vampiros que dan miedo aunque no precisamente por sus colmillos o superhéroes con complementos que parecen compras de última hora. Todos ellos son ejemplos de usos ridículos del CGI en grandes producciones. Aquí están 20 de esos casos que todavía hoy hacen que se nos escape una sonrisa.
EL AVIÓN DE AIR FORCE ONE (1997)
Harrison Ford interpretando al presidente de los Estados Unidos. Palabras mayores. Pero cuando su avión es secuestrado por un terrorista encarnado por Gary Oldman, termina estrellándose contra el océano de la manera menos convincente. A pesar de que era 1997, hubo efectos especiales similares más conseguidos en la misma época.
PELEAS DE BLADE II (2002)
Dirigida por Guillermo del Toro, Blade II echó mano del CGI cuando Wesley Snipes, en el papel protagonista, se enfrentaba a algunos ninjas vampiros que lo atacan al principio de la película. Como en tantas otras cintas de esta lista, por aquella época las secuencias de acción que desafiaban la lógica entraban en el modo de videojuego.
EL TIBURÓN Y SAMUEL L. JACKSON EN DEEP BLUE SEA (1999)
La muerte de Samuel L. Jackson en Deep Blue Sea sorprendió a los espectadores primero por la trama, pero también por lo poco realista que parecía. Mientras pronuncia un discurso sobrecogedor, Jackson es mordido por un tiburón que se lo lleva como si se tratase de dibujos animados.
SURFEANDO CON JAMES BOND EN MUERE OTRO DÍA (2002)
La última película de Pierce Brosnan en el papel de James Bond abusó del CGI con deficiente resultado. Una buena muestra en la escena en la que el agente 007 sale de un glaciar surcando las olas sobre una tabla de surf. Menos que Casino Royale retomó el rumbo del personaje unos años después.
EL GUSANO DE FREDDY CONTRA JASON (2003)
Freddy y Jason, dos iconos del cine de terror, se enfrentaron por fin en 2003 en una cinta dirigida por Ronny Yu. Sin embargo, el resultado no convenció a casi nadie. Por lo menos dejó alguna escena irrisoria, como en la que Freddy, menos temible que nunca, adopta la forma de un gusano y se pone a fumar marihuana.
EL PERRO DE TRES CABEZAS EN HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL (2001)
La primera película de Harry Potter fue todo un éxito, salvo en un par de cuestiones relacionadas con el CGI. El partido de Quidditch no fue demasiado realista, pero la palma se la lleva el perro de tres cabezas llamado ‘Fluffy’, que parece más un boceto que el trabajo final de una cinta de gran presupuesto.
LOS PANTALONES CORTOS DE HULK (2003)
Han pasado quince años desde su estreno, pero el Hulk de Ang Lee no es fácil de olvidar. El color de su piel era tan verde que parecía bronceado con sulfato, mientras que su pelo parecía una peluca barata. Haciendo caso al CGI, la peor parte se la llevan los pantalones cortos con los que tuvo que lidiar el personaje de Eric Bana.
LOS ZOMBIS DE SOY LEYENDA (2007)
El director Francis Lawrence decidió que la mejor opción para los zombis era echar mano del CGI, en lugar de representarlos mediante actores reales. Sin embargo, el poco realismo de estos personajes les restó sensación de miedo o amenaza para un Will Smith que, a decir verdad, es lo único salvable de la película.
INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL (2008)
Indiana Jones volvió tras 19 años, y esta vez traía a Shia LaBeouf como acompañante. Por si fuera poco, el CGI también fue una sorpresa desagradable en esta película, especialmente en lo que se refiere a los personajes no humanos. Los monos, por ejemplo, eran todos CGI y no de manera precisamente convincente.
LOS BRONTOSAURIOS DE KING KONG (2005)
Peter Jackson revisó el clásico con cantidades industriales de CGI. Así, dejó a los personajes atrapados en una brutal estampida de Brontosaurus. Pero lo que realmente llamó la atención no fue la grandiosidad de estos seres, sino la improvisación y falta de coordinación visual entre los actores y los dinosaurios.
SCOOBY-DOO: LA PELÍCULA (2002)
Si se trataba de una versión en acción real de Scooby-Doo, ¿por qué el famoso perro no parecía en absoluto real? Quizá para retratarlo de esa manera, Warner Bros. podría haber optado por una película animada en 3D.
EL DUENDE VERDE DE SPIDER-MAN (2002)
La trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi tiene varios problemas con el CGI a lo largo de la serie, pero nada tan terrible como el Duende Verde de la primera entrega. A pesar del empeño de Willem Dafoe, por culpa de los trajes parece más un villano de los Power Rangers o una especie de juguete gigante.
JAR JAR BINKS EN STAR WARS: LA AMENAZA FANTASMA (1999)
Para la mayoría de los fans, La amenazada fantasma es una de las peores entregas de Star Wars. La película tiene varios patinazos, pero pocos como la rutilante aparición de Jar Jar Binks, que desde entonces se ha convertido en uno de los personajes más odiados en la historia del cine. Un diseño del todo desafortunado.
EL TRAJE DE LINTERNA VERDE (2011)
Antes de su brillante irrupción como Deadpool, Ryan Reynolds probó suerte en el cine de superhéroes como Linterna Verde. Con un presupuesto de 200 millones de dólares, su bajo rendimiento en taquilla (219 millones) supuso un fracaso. Además, el uso del CGI en la película, especialmente en el diseño de su traje, no se quedan atrás. Decepcionante en todos los aspectos.
EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS (2014)
La batalla que da título a esta película es, además de anodina, demasiado recargada en cuanto a las imágenes generadas por ordenador se refiere. Se debe principalmente al CGI utilizado para crear a la multitud, mucho más artificial que lo que los espectadores pudieron disfrutar en El señor de los anillos.
THE BURLY BRAWL EN THE MATRIX RELOADED (2003)
La saga Matrix incluye algunas de las mejores escenas de lucha de la historia del cine, gracias al coreógrafo de artes marciales y director de cine chino Yuen Woo-Ping. La más recordada probablemente sea The Burly Brawl, por buenas y malas razones. Lo bueno es la dirección y la coreografía. Lo malo es que los personajes cambian a versión CGI cuando la cosa se complica.
DWAYNE JOHNSON EN EL REGRESO DE LA MOMIA (2001)
Sin duda, uno de los casos más flagrantes y recordados de la lista. Universal abusó del CGI tanto como pudo en El rey escorpión, especialmente dando forma al personaje protagonista. Lo hizo hasta tal punto que resulta difícil encontrar al verdadero Dwayne Johnson debajo tanta tecnología.
EL BEBÉ DE CREPÚSCULO 2 (2012)
Hasta los hombres-lobo de Crepúsculo son más convincentes que ese engendro llamado Renesmee. El bebé de Bella Swan y Edward Cullen es posiblemente lo más aterrador en una saga que, al menos en principio, debería dar miedo por otras cosas.
VAN HELSING (2004)
Van Helsing recaudó más de 300 millones de dólares en 2004, pero la cinta protagonizada por Kate Beckinsale y Hugh Jackman contiene algunos defectos reseñables, sobre todo en el departamento de efectos especiales. El más notorio puede que sea lo antinatural que parecen las bocas de los vampiros cada vez que vez se disponen a atacar a una víctima.
X-MEN ORIGINS: WOLVERINE (2009)
La primera película de Wolverine obtuvo el favor del público, pero el cambio de garras del protagonista con respecto a las anteriores películas no fue un detalle precisamente aplaudido por los fans. Incomprensiblemente, esta versión de las garras de adamantium parecen falsas y superpuestas.