Pasan los años y Lady Di sigue viva, es un icono. La sociedad, veintitrés años después de su trágica muerte, siente empatía por ella, una mujer que se entregó a las causas humanitarias mientras trataba de hallar la felicidad.
Madrid, 19 de junio (EFE).- ¿Qué tienen en común Naomi Watts, Emma Corrin y Kristen Stewart? Poco o nada, salvo que las tres han sido elegidas para meterse en la piel de la princesa del pueblo, Diana de Gales, un persona de enorme exposición mediática, fascinante, con gran sentido del humor, a pesar de su soledad y su tristeza.
Pasan los años y Lady Di sigue viva, es un icono. La sociedad, veintitrés años después de su trágica muerte, siente empatía por ella, una mujer que se entregó a las causas humanitarias mientras trataba de hallar la felicidad.
«Diana fue el más poderoso de los iconos de la moda y el estilo de su tiempo», decía Giorgio Armani. Y es que Lady Di tenía algo que le hacía única. Poseía inocencia y notas de diversión, una mezcla que nadie ha vuelto a lograr, era parte de su personalidad.
Su estilo aún inspiran, es todo un mito que vuelve a la gran pantalla en Spencer, película que dirigirá por el cineasta chileno Pablo Larraín y que interpretará la americana Kristen Stewart, de 30 años.
De aire rebelde y cañero con un punto «punk», esta actriz, que no mantiene ningún parecido con la imagen inocente y dulce que mostraba Lady Di, va a interpretar los días más difíciles de Diana de Gales: la separación del príncipe Carlos de Inglaterra, mientras pasaba las fiestas navideñas con el resto de la familia real británica en Sandringham.
Antes, en 2013, la actriz Naomi Watts, de 51 años, también se metió en la piel de Lady Di para dar vida a la icónica figura en el biopic Diana, un retrato íntimo de los dos últimos años de vida de la princesa, dirigido por Oliver Hirschbiegel .
En este largometraje se ve la imagen de una Diana perseguida por ese destino que jamás eligió y profundiza en sus raíces como mujer antes que en la figura de princesa, alejándose de la polémica que la enfrentaba con la Casa Windsor.
Naomi Watts, de facciones dulces y ojos claros, interpretó a una persona acosada por la prensa, que nunca se permitió cometer error alguno hasta que decide vivir de verdad. Fue entonces cuando, entre labores diplomáticas y trabajos humanitarios, Lady Di descubrió el verdadero amor.
Emma Corrin, de 24 años también interpreta a la celebérrima princesa del pueblo en la cuarta temporada de la famosa serie The Crown de Netflix.
Emma Corrien, que sí guarda un cierto parecido físico con la Diana de Gales -mirada azul lánguida y tímida, facciones dulces y cabello dorado-, es una actriz, aún poco conocida, que interpretó un pequeño rol en la serie «Grantchester».
«La princesa Diana fue un icono y su efecto en el mundo sigue siendo profundo e inspirador. Explorarla a través de los guiones de Peter Morgan es la oportunidad más excepcional, ¡y me esforzaré por hacerle Justicia!», dijo la actriz nacida Royal Tunbridge Wells, Reino Unido.
«Más que emocionada y honrada de unirme a The Crown en su cuarta temporada. He estado enganchada a la serie desde el primer episodio y pensar que ahora me uno a esta familia de actores increíblemente talentosos es simplemente surrealista», dijo Corrin en un comunicado de Netflix.
«Además de tener la inocencia y la belleza de la joven Diana, Corrin tiene, la complejidad para retratar a una mujer extraordinaria que pasó de ser una adolescente anónima a convertirse en la mujer más icónica de su generación», dino Morgan, el creador de la serie.
La gran profesionalidad y los dotes de interpretación que ha demostrado durante el rodaje ha hecho que Corrin se postule como una de las prometedoras actrices de la nueva generación del cine y también como icono de la moda.