El Alto Comisionado Filippo Grandi, envío un mensaje al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a otros líderes mundiales señalando que es “perjudicial” describir a los migrantes y refugiados como amenazas para el empleo y la seguridad en los países receptores.
Según ACNUR, 70.8 millones de personas se vieron obligados a dejar sus casas hasta finales del año pasado, desde las alrededor de 68.5 millones de 2017, y casi un 65 por ciento más que hace una década.
GINEBRA (AP) — Las guerras, la persecución y otras formas de violencia dejaron un récord de 71 millones de desplazados en todo el mundo el año pasado, dijo la agencia de refugiados de Naciones Unidas el miércoles. Esto supone un incremento de más de dos millones de personas con respecto al año anterior y el total equivale a los habitantes del 20mo país más poblado del mundo.
El reporte anual Global Trends publicado por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) incluye el número de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos en todo el mundo hasta finales de 2018, en algunos casos tras décadas viviendo lejos de su hogar.
Las cifras, que se dieron a conocer en la víspera del Día Mundial de los Refugiados que se conmemora el jueves, avivarán el debate en la interconexión del derecho internacional, los derechos humanos y la política nacional, especialmente el movimiento en algunos países, como Estados Unidos, contra los migrantes y refugiados.
En la presentación del informe, el Alto Comisionado, Filippo Grandi, envió un mensaje al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a otros líderes mundiales señalando que es “perjudicial” describir a los migrantes y refugiados como amenazas para el empleo y la seguridad en los países receptores. Normalmente, ellos mismos huyen de la inseguridad y el peligro, agregó.
El reporte también ofrece un soporte estadístico a las a menudo conmovedoras historias particulares de quienes luchan para sobrevivir cruzando ríos, desiertos, mares, vallas y otras barreras, naturales y artificiales, para escapar de la opresión gubernamental, de los asesinatos de pandillas, de abusos sexuales, de matanzas de milicias y de otro tipo de violencia en sus países.
Según ACNUR, 70.8 millones de personas se vieron obligados a dejar sus casas hasta finales del año pasado, desde las alrededor de 68.5 millones de 2017, y casi un 65 por ciento más que hace una década. De ellos, casi tres de cada cinco -o más de 41 millones de personas- estaban desplazados dentro de su propia nación.
«Las tendencias globales, una vez más, desafortunadamente, van en lo que yo diría que es la dirección errónea”, dijo Grandi a reporteros en Ginebra. «Hay nuevos conflictos, nuevas situaciones, produciendo refugiados que se suman a los anteriores. Los anteriores nunca se resuelven”.
El fenómeno está creciendo tanto en tamaño como en duración. Alrededor de cuatro quintas partes de las “situaciones de desplazamiento” han durado más de cinco años. Tras ocho años de guerra en Siria, por ejemplo, su población siguen siendo la mayor entre personas desplazadas, con alrededor de 13 millones.
Ante una inflación desorbitada y la inestabilidad política en el país, los venezolanos constituyeron por primera vez el mayor número de nuevos solicitantes de asilo en 2018, con más de 340 mil _ o más uno de cada cinco casos presentados en todo el mundo el año pasado. Los solicitantes de asilo tienen protección internacional mientras esperan la resolución de su estatus de refugiado.
ACNUR señaló que estas cifras con «conservadoras» y que Venezuela enmascara una posible tendencia más a largo plazo.
Se sabe que alrededor de cuatro millones de personas se marcharon de la nación sudamericana en los últimos años. Muchos de ellos viajaron libremente a Perú, Colombia y Brasil, pero solo alrededor de una octava parte solicitaron protección internacional, y el flujo continua, lo que supone que las tensiones en los países que las acogen podrían empeorar.
Grandi predijo un «éxodo» continuado desde Venezuela y pidió a los donantes que proporcionen más ayudas al desarrollo para la región.
«De lo contrario, esos países no podrán soportar más la presión y tendrán que recurrir a medidas que dañarán a los refugiados”, señaló. “Estamos en una situación muy peligrosa”.
Por su parte, Estados Unidos sigue siendo el “mayor apoyo de los refugiados” en el mundo, explicó Grandi en una entrevista. Washington es el mayor donante individual de ACNUR. Además reconoció la labor de grupo de derechos y comunidades locales en Estados Unidos por ayudar a los refugiados y solicitantes de asilo en el país.
Sin embargo, el jefe de la agencia de refugiados detectó deficiencias administrativas en el largo plazo hicieron que la cifra de solicitudes de asilo en el país sea la más alta del mundo, con cerca de 719 mil. El año pasado se presentaron más de un cuarto de millón de pedidos.
Grandi criticó además la reciente retórica hostil hacia migrantes y refugiados.
«En Estados Unidos, igual que en Europa y en otras partes del mundo, estamos siendo testigos de una identificación de los refugiados _ pero no solo de los refugiados, también de los migrantes _ con gente que viene a quitarnos el trabajo y amenazar nuestra seguridad, nuestros valores”, apunto. «Y quiero decirle al Gobierno de Estados Unidos, al Presidente, pero también a los líderes de todo el mundo: Esto es perjudicial”.
Quienes salen de Honduras, Guatemala y El Salvador a través de México enfrentaron la violencia de las pandillas y sufrieron por “la incapacidad de esos gobiernos de proteger a sus propios ciudadanos”, agregó.
El reporte de ACNUR destacó que, de lejos, los países en desarrollo son los que más refugiados acogen.
Las cifras supusieron el séptimo año consecutivo con un aumento en el número de desplazados.
«Un año más, se ha batido otro récord terrible”, dijo Jon Cerezo, de la ONG británica Oxfam. «Detrás de esas cifras, gente como usted y como yo está realizando peligrosos viajes que nunca quisieron hacer, por las amenazas a su seguridad y a los derechos más básicos”.