Nueva York, 19 jun (EFE).- Los siete aspirantes demócratas a la alcaldía de Nueva York mantuvieron hoy un intenso debate por el voto latino, en una discusión centrada en seguridad, educación, salud y vivienda, pero en la que tampoco faltaron las chispas de buen humor.
El debate monográfico sobre temas latinos, organizado por el canal local de noticias NY1, se celebró en Hunter College, una de las facultades de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), y tuvo elementos comunes de foros similares, con ataques de todos los participantes a la administración del actual alcalde, Michael Bloomberg.
También hubo repetidas afirmaciones de entender y comprender las aspiraciones de los latinos, que son el 23 % de los votantes y el 30 % de la población de la ciudad.
Christine Quinn, actual presidenta del Concejo Municipal y favorita por ahora en las encuestas de intención de voto, aludió repetidamente a su experiencia y a las medidas que ha propuesto o apoyado dentro del ayuntamiento como mejor garantía de una futura administración fuerte.
El defensor del pueblo, Bill de Blasio, que es uno de los principales rivales de Quinn y a la vez uno de los críticos más duros del actual gobierno municipal, lanzó continuas alusiones a la presidenta del Concejo, en un intento de reducir su diferencia en los sondeos.
Mientras tanto, el excongresista Anthony Wiener, el último en llegar a la carrera, subrayó en varias ocasiones su mensaje a favor de la clase media en la ciudad, donde los altos precios de la vivienda y los servicios están haciéndole complicado continuar residiendo en Nueva York.
Por su parte, Erik Salgado, el único latino en discordia, puso las mejores notas de humor, con numerosas frases en español sin ocultar su fuerte acento puertorriqueño y con un cariñoso reproche al moderador, Juan Manuel Benítez, cuando le interrumpió por sus respuestas muy largas: «tú no me dejas hablar, ni en inglés ni en español».
El debate se completó con el fiscal de cuentas, John Liu, el exdefensor del pueblo Bill Thompson (candidato en 2009 y derrotado por Bloomberg), el exconcejal Sal Albanese y el reverendo protestante Salgado.
La discusión comenzó con asuntos educativos, y todos se mostraron de acuerdo, aunque con recetas diferentes, en destinar más recursos para que los niños a partir de 3 años puedan ir a la escuela sin importar la capacidad económica de las familias.
«Solo los más ricos pueden llevar a los niños de tres años a la escuela. Hay que llevarlos a todos, para que no haya disparidades», señaló por ejemplo Liu, quien apostó por que haya programas de ESL y educación bilingüe en todas las escuelas.
En vivienda, hubo críticas prácticamente generales a la gestión de la agencia municipal (NYCHA), así como muestras de apoyo a los residentes en viviendas públicas accesibles, que están sufriendo problemas de mal mantenimiento y abandono.
Hubo diferencias en la cuestión de si la ciudad debe dar documentos de identificación a inmigrantes, ya que mientras Liu se mostró en contra de un «sistema desigual», otros como Quinn, Thompson o Salgado lo apoyaron sin dudas.
Todos sin reservas criticaron la práctica policial de «stop and frisk», por el que jóvenes de minorías son registrados sin motivo en busca de posibles delincuentes.
Tras este debate, los siete candidatos continuarán sus campañas y tendrán nuevos foros hasta las primarias de septiembre, que mostrarán (con o sin una segunda ronda) cuál es el candidato demócrata a suceder a Michael Bloomberg. EFE