Dallas, 19 Jun (Notimex).- El Senado de Texas aprobó en sesión especial la noche del martes una iniciativa de ley que endurece las restricciones para operar clínicas de aborto en la entidad, de tal forma que pudiera conducir al cierre de la mayoría de las que actualmente operan.
La legislación SB5 aprobada cerca de la media noche con un voto de 20 senadores a favor y 10 en contra, será enviada ahora a la Cámara de Representantes de mayoría republicana, donde existen amplias posibilidades de que también sea aceptada.
La legislación propone imponer requisitos gravosos sobre las clínicas de aborto en todo Texas.
Las clínicas estarían obligadas a tener médicos con privilegios de admisión de los hospitales locales ubicados dentro de las 30 millas (50 kilómetros) del sanatorio.
La iniciativa obligaría a las clínicas a realizar actualizaciones costosas a sus edificios, y administrar la píldora de aborto con un médico presente.
Leyes similares han obligado a las clínicas de salud en otros estados a cerrar o dejar de ofrecer servicios de aborto.
«Este proyecto de ley cambia el paisaje del aborto en Texas», dijo Elizabeth Nash, una analista de la política estatal del Instituto Guttmacher.
Los críticos de la propuesta de ley advierten que de aprobarse, esta reduciría el número de clínicas que practican aborto en Texas, de 47 actualmente a solo cinco.
Las clínicas fuera de cuatro áreas metropolitanas – Houston, Dallas-Fort Worth, San Antonio y Austin, se verían obligados a cerrar a menos que los propietarios renueven sus instalaciones, dijo Heather Busby, directora ejecutiva en Texas, de la Asociación Nacional para Repeler las Leyes de Aborto (NARAL).
La iniciativa también busca prohibir en Texas los procedimientos de aborto mediante la telemedicina, en la que los médicos prescriben medicamentos para inducir el aborto durante conferencias telefónicas o de video, al exigir que el médico esté presente físicamente al examinar al paciente antes de escribir la receta.
Las leyes de Texas ya tenían previsto ésto, al entrar en vigor el año pasado un estatuto que requiere a los médicos mostrar imágenes de ultrasonido del feto a las mujeres que buscan un aborto -lo que significa que el proveedor debe estar en la misma habitación que el paciente.
Los defensores del proyecto, incluida la Conferencia Católica de Obispos de Texas, dicen que la legislación protege la salud de las mujeres al hacer el aborto seguro.
«Estos cambios serían una tremenda elevación del nivel de la atención a las mujeres», dijo Joe Pojman, director ejecutivo de la Alianza de Texas para la Vida, un grupo con sede en Austin, que se opone al aborto, excepto para proteger la vida de la madre.
El Senado de Texas concluyó su sesión ordinaria el mes pasado, pero el gobernador Rick Perry, convocó a una sesión especial para aprobar medidas pendientes como la redistritación electoral y otras.