Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus al contabilizar más de 257 mil fallecimientos y 10.6 millones de casos. A esto se le agrega la variante amazónica, presente en al menos 17 de los 27 estados del país, y que Jair Bolsonaro se niega a reconocer la gravedad del virus, pues acostumbra a criticar las restricciones.
Por Carlos Meneses Sánchez
Sao Paulo, 19 abr (EFE).- Además de la P.1 de Manaos y la P.2 de Río de Janeiro, los científicos estudian la aparición de más variantes del coronavirus en Brasil y alertan de la posibilidad de que surjan otras más resistentes, si continúa el actual ritmo vertiginoso de contagios en el país.
La alta incidencia del SARS-CoV-2 amenaza con convertir a Brasil en un «granero» de nuevos linajes del virus causante de la COVID-19, que ya ha dejado más de 370 mil muertes y casi 14 millones de infectados en el país.
Datos de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro de investigación médica de referencia en Latinoamérica, indican que en Brasil se han detectado, en algún momento de la pandemia, 92 variantes de las más de 900 descritas hasta ahora en todo el mundo.
P.1, P.2 Y ¿P.4? LAS VARIANTES DE ORIGEN BRASILEÑO
De ese casi centenar, al menos son dos de origen brasileño y han ganado relevancia internacional, P.1 y P.2, y además se investiga una tercera que podría llegar a llamarse P.4.
La que más preocupa ahora es la surgida a finales de 2020 en Manaos, capital del estado de Amazonas, y de la que se sospecha que está detrás del ‘tsunami’ de infectados y muertes que asola al país.
La P.1 tiene 17 mutaciones diferentes, es hasta 2.4 veces más transmisible y puede escapar de los anticuerpos generados en infecciones previas, según un estudio publicado esta semana en la revista ‘Science’.
Ya está presente en 52 países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha incluido en el grupo de las «variantes de preocupación», en el que también figuran la británica (B.1.1.7) y la sudafricana (B.1.351).
También hay otra clasificación con «variantes de interés», menos alarmantes, donde por ejemplo se encuadra otra identificada inicialmente en Río de Janeiro y denominada P.2.
La P.3 emergió en Filipinas y ahora un grupo de científicos del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) ha encontrado otra posible nueva variante en la zona metropolitana de Belo Horizonte, sureste de Brasil.
«De 85 muestras, en dos de ellas hallamos un conjunto de variaciones que no coincide con nada de lo descrito anteriormente», señaló a EFE el profesor de la UFMG Renan Pedra, coordinador de investigación de vigilancia genética en Belo Horizonte.
Esta posible nueva variante brasileña tiene «un conjunto de 18 mutaciones», seis de ellas en la proteína «spike» (espiga), de la que se vale el coronavirus para penetrar en las células humanas.
Algunas de esas alteraciones se han producido en zonas críticas del coronavirus que también mutaron con las variantes P.1, la británica y la sudafricana, todas ellas más infecciosas, según explicó Pedra.
Sin embargo, aún desconocen los efectos biológicos de esas mutaciones inéditas encontradas en Belo Horizonte. Si identifican tres muestras más con las mismas características ya se podría catalogar como un nuevo linaje.
EL EXTRAÑO CASO DE SOROCABA
El pasado 31 de marzo, las autoridades de Sao Paulo, el estado de Brasil más castigado por la pandemia, informaban de un caso con mutaciones similares a las de la variante sudafricana, en la localidad de Sorocaba, a unos 100 kilómetros de la capital paulista.
En un primer momento se sospechó de que fuera una nueva cepa o una evolución de las ya existentes.
«Fuimos a investigar a esa persona para preguntar con quién había estado, si había salido del país, si estuvo en contacto con alguien que había llegado de viaje, pero no encontramos nada», explicó a EFE la científica María Carolina Sabbaga, una de las coordinadoras de la Red de Alerta de Variantes de COVID-19 del Instituto Butantan.
Al final, determinaron que era un caso de la cepa sudafricana, inédita hasta el momento en Brasil. Sabbaga cree que pudo llegar a través de alguien que tuvo contacto con ese linaje en Europa y viajó posteriormente a Brasil.
Aunque, según las muestras analizadas hasta ahora, «no parece» que «se esté diseminando» ampliamente por la región, aseguró, pero advierte que «cuanto más se deje circular el virus, más se prolifera y mayor es la probabilidad de generar variantes y de que aparezca algo malo».
TEMOR A UNA EVOLUCIÓN DE LA P.1
En este marco, los especialistas consultados por EFE coinciden en alertar del crecimiento «aterrador» de casos de la P.1.
«Creemos que hoy en Brasil más del 90 por ciento de los casos nuevos son de P.1, lo que configura un escenario epidemiológico diferente al resto del mundo», indicó a EFE José Eduardo Levi, investigador del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP).
Levi, virólogo también del laboratorio DASA, afirmó que hasta ahora nadie encontró «mutaciones adicionales sobre la P.1», aunque ya hay alguna sospecha de ello.
«El temor que tenemos es que la P.1 desarrolle ahora mutaciones de resistencia a la vacuna», declaró.
A su juicio, la alta incidencia del coronavirus en el país, con un promedio de 65 mil contagios diarios, unida a la lenta campaña de vacunación, con la gran mayoría de los 33.5 millones de vacunados con apenas una dosis, supone un «escenario ideal» para ello.
«La perspectiva es muy mala y estamos con miedo de qué va a pasar con los vacunados que sean infectados con la P.1», expresó.