Luego de años a la expectativa de un nuevo juego de Zelda, el más reciente capítulo llegó junto con la nueva consola de Nintendo y según nuestro experto en videojuegos, la espera valió la pena.
Por Oswaldo Rodríguez
Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo).– Tuvieron que pasar más de seis años desde la última vez que vimos un juego de la saga de Zelda en una consola casera de Nintendo; es cierto que tuvimos dos remasterizaciones en el Wii U, sin embargo, nunca se comparará a tener un nuevo juego de la saga. Por fin llegó hace casi dos semanas el Nintendo Switch y con él The Legend of Zelda: Breath of the Wild, también disponible para el Wii U. Y la espera valió la pena.
Breath of the Wild fue calificado por la prensa a nivel mundial y las opiniones no son muy distintas. El juego es una verdadera joya en la industria y es posiblemente el o uno de los mejores en la historia de los videojuegos, así como en un caso personal, se convirtió en mi juego favorito de la saga.
Para muchos seguirá siendo Ocarina of Time o Wind Waker, pero en esta ocasión alguien más ocupó ese puesto para mí y es Breath of the Wild. Y si es que alguien podía regresar a la cima de la industria con una gran entrega, esa compañía era Nintendo, después de un paso no tan afortunado con el Wii U, Nintendo regresó y nos entregó un juego que sobrepasa, combina y toma lo mejor de los juegos que hemos tenido a lo largo de los últimos años y vamos, esto no quiere decir que es una copia , sin embargo, Nintendo aprende de mecánicas que no tenían sus juegos, así como en su tiempo otras compañías aprendieron de la Gran N para desarrollar buenas entregas.
Breath of the Wild es un título con un mundo abierto. A diferencia de otros títulos de mundo abierto, disfruté caminar y escalar por todos y cada uno de los rincones de este mundo, tanto así, que a pesar de tener un caballo a mi disposición lo usé muy poco y preferí aventurarme a pie y desarrollar mis habilidades de escalador.
Y aquí hay una parte fundamental. La stamina, este básico concepto de necesitar energía para realizar tareas dentro de este basto mundo abierto, lo cual, sorpresivamente me pareció un detalle impecable, disfruté cada segundo la sensación de cansarme, de sentirme limitado por mi propio cuerpo, como en la vida real.
Claro que este atributo se puede maximizar hasta cierto punto de «no cansarte tan rápido», pero al final, seguimos bajo la misma primicia, un título que te plantea a un personaje más humano que en otras ocasiones, donde se considera la física de su cuerpo y que tanto puedes lograr con ello. Para esto, cabe destacar que necesitas de este atributo para escalar, si no te puedes caer, para nadar, si no te puedes ahogar, para correr, si no… no puedes escapar, para planear, si no dejas de volar y básicamente mueres. Y claro, al momento de atacar.
Ahora bien, el sistema de juego es el mejor en un título de la saga de Zelda, con un nivel increíble, funcional y sobre todo amigable para el usuario. Al principio no estaba tan seguro de cómo me iba a sentir con tantas opciones dentro de mi menú, sin embargo, mi preocupación se fue dentro de las primeras horas de juego.
Tenemos un inventario de armas, arcos y escudos, limitado en un principio, pero con la posibilidad de ampliarlo juntando unos objetos específicos dentro del juego. Por otro lado tenemos nuestro inventario de atuendos que realmente funcionan y tienen atributos, desde cuánta defensa de brindan, así como algunos pueden hacerte más sigiloso, darte resistencia a altas o bajas temperaturas. Lo cual hacen que modifiques tu forma de jugar cada que llegas a una zona determinada del mapa.
Cocinar es una de las cosas más divertidas del juego, seguramente muchos de ustedes no cocinan ni en su casa, pero aquí es indispensable ya que es necesario para recuperar vida, así como para ganar ciertos efectos temporales dentro del juego. Pero no es solo cocinar por cocinar, ya que ciertas combinaciones de elementos te darán más regeneración de vida por crear un gran platillo o menos por, literalmente crear una cosa desagradable, pero al final, te cura, aunque sea un poco.
El mapa del juego, por sí solo es increíble y algo que lo hace único es lo cambiante y real que es ¿a qué me refiero con esto? cuando llegamos a un entorno de calor, tenemos un termómetro y básicamente, como a una persona normal, el calor extremo te afecta físicamente, lo cual te complica estar dentro de este ambiente, pero para eso tenemos trajes o pociones especiales que nos hacen inmunes a estos efectos. Si estamos en un ambiente frío, aplica la misma regla.
Pero hay algo muy particular que disfruté mucho, sobre todo porque desafiaba mi estrategia para escalar y necesitaba replantear mi punto de llegada a ciertas zonas; al momento de llover, las superficies se vuelven resbaladizas y difíciles de escalar, algo que en un punto se vuelve frustrante, pero a la vez lo agradezco mucho. Algo tan sencillo y cambiante como el clima se vuelve desafiante, así como en la misma lluvia si hay relámpagos y tienes equipado algo de metal tienes que cambiarlo por algo de madera para que no te caiga un rayo y al contrario, en un clima cálido no puedes traer objetos de madera, ya que se comienzan a prender en fuego.
Durante nuestro recorrido por el juego nos toparemos con «Shrines» o coloquialmente conocidos como «mini-calabozos», estos en un principio nos otorgarán cuatro «poderes», unas bombas remotas, un imán para levantar objetos de metal, un poder para detener objetos en el tiempo/espacio y un poder para poder congelar el agua y crear cubos enormes de hielo. Todos y cada uno de estos poderes son útiles en todo momento del juego y en estos «mini-calabozos» lo son aún más, ya que cada uno te hará pensar en cómo resolver los diferentes tipos de acertijos para poder conseguir un cofre y unos orbes que te ayudarán a subir tu vida y tu stamina.
Así como deberás usar las bombas remotas para detonarla en un momento específico, como detener un objeto en movimiento para poder pasar, mover objetos pesados de metal o congelar el agua para poder pasar sobre superficies húmedas o pequeñas albercas dentro de estos «mini-calabozos»
El sistema de combate, en todo momento es fiel a lo que estamos acostumbrados en la serie, con ciertos momentos de grandeza, acción y gran pensamiento para saber cómo salir de una situación. Así como existen armas con diferentes elementos como el hielo, fuego o electricidad, los enemigos reaccionarán de diferente manera dependiendo con qué los ataques y por otro lado tenemos nuestras flechas, con también distintos elementos que destacarán en diferentes situaciones y contra otros enemigos; hay unas flechas muy especiales que se llaman «ancient arrows» las cuales destacarán contra los guardianes, estos enemigos antiguos con una gran fuerza que no descansarán hasta verte en el suelo.
Gráficamente el juego luce muy bien y sobre todo muy en su propio estilo al cual la saga ya nos ha acostumbrado, si bien no son gráficos «realistas» y vaya que estamos acostumbrados a que hoy en día los juegos tienen que destacar en esta parte, es agradable ver que un juego de Nintendo salga de esa rutina y nos presente un concepto diferente y agradable a todo lo que estamos acostumbrados, pero aún así el juego luce increíble, tanto en el modo TV como en el modo portátil.
Y por último la historia, de la cual no profundizaremos, pero hasta el día de hoy, puedo comentar que invertí poco más de 50 horas en el juego, entre exploración, mini-calabozos, la historia y misiones secundarias. Y aún estoy lejos de terminar al 100 por ciento el juego. La historia es increíble llena de emociones, de sentimientos y está increíblemente bien lograda, nos regresa esos sentimientos que solo la serie de Zelda puede lograr en los jugadores. Es lo más que puedo decir de la historia, no quiero contarla, no quiero hablar de su trama. Es algo que todos deberíamos de experimentar y disfrutar.
Breath of the Wild puede que sea el mejor juego de la saga y hasta el mejor juego de la historia.