En dos de los cinco casos presentados, los feminicidas se mantienen prófugos o la Fiscalía General del Estado de Puebla no ha presentado mayores avances. Y ninguno de los casos ha tenido sentencia por parte del Poder Judicial del estado, por lo que se mantienen impunes. Sus familiares no han obtenido justicia.
Por Edmundo Velázquez
Puebla, 19 de febrero (PeriódicoCentral).– La violencia feminicida alcanzó a las niñas en Puebla desde hace años. Los casos han sido igual de cruentos que el ocurrido con la niña Fátima Cecilia, de 7 años, en la Ciudad de México, quien desapareció el pasado 11 de febrero al salir de la escuela y cuyo cuerpo fue encontrado embolsado días después.
Según lo que dijeron las autoridades y enseñaron en un video, la niña habría fue sustraída de la escuela por una mujer. De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, cuando la madre llegó a recoger a su hija, la niña ya no estaba y actualmente existe una recompensa de dos millones de pesos a quien entregue información de la mujer que se llevó a la niña.
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) February 19, 2020
PÁGINA NEGRA realizó un recuento de casos similares al de Fátima en Puebla de 2016 a la fecha. De los cinco casos registrados, cuatro de ellas fueron asesinadas por familiares cercanos, tíos o padrastros por algún pleito familiar o venganza.
En dos de los cinco casos presentados, los feminicidas se mantienen prófugos o la Fiscalía General del Estado de Puebla no ha presentado mayores avances. Y ninguno de los casos ha tenido sentencia por parte del Poder Judicial del estado, por lo que se mantienen impunes. Sus familiares no han obtenido justicia.
Estas son sus historias:
KARINA, SANTA RITA TLAHUAPAN
La niña Karina, de 13 años, ha sido ignorada por las fiscalías de Puebla y Oaxaca quienes no han podido avanzar en el esclarecimiento del crimen y la detención de su presunto feminicida, Mariano Hugo Garay.
El 6 de abril de 2016, el cuerpo de la pequeña fue encontrado en la autopista México-Tuxpan, a la altura del municipio poblano de Santa Rita Tlahuapan. Las autoridades estatales aseguraron de inicio que se trataba del cuerpo de una sexoservidora y dieron por cerrado el caso. El cuerpo fue enviado a una fosa común, sólo tres días después, el 9 de abril.
Fue hasta que la periodista y activista Verónica Villalvazo —mejor conocida por su blog Frida Guerrera, con el que acompaña a familiares de víctimas de feminicidio de todo el país— dio seguimiento al caso que pudo conectar que la niña encontrada en Puebla coincidía con el caso de una menor desaparecida en Oaxaca, desde el día 5 de abril.
El seguimiento de la periodista logró la exhumación del cadáver, lo que corroboró que se trataba de Karina, hija de Elsa Crescencio, una mujer que no habla español y que es originaria de Zacatepec Mixe, en el estado de Oaxaca. El cuerpo fue enviado a su población natal en donde se le sepultó. El feminicida de Karina sigue libre y este 2020 cumplirá cuatro años prófugo.
LUPITA, AMOZOC
El 31 de mayo de 2017, Daniel «N», el padrastro de una niña de cinco años –a quien identificaremos como Lupita pues las autoridades estatales jamás proporcionaron su nombre– la golpeó, violó y luego la degolló.
Todo habría ocurrido bajo el consentimiento de la madre, Anayeli «N». Las primeras investigaciones de la Fiscalía de Puebla plantearon que ambos se encontraban bajo influencia de las drogas cuando ocurrió el feminicidio de la niña.
La Fiscalía detuvo a la pareja como presunta responsable del feminicidio en la calle La Venta de la colonia El Ranchito, en Amozoc ,y según las indagatorias, Daniel agredía constantemente a la niña.
El agente del Ministerio Público y la Agencia Estatal de Investigación realizó las diligencias del levantamiento de cadáver en su casa en Amozoc debido a que los vecinos intervinieron y denunciaron a los padres.
Una vez detenido, en contra de Daniel se formuló imputación en su contra por el delito de homicidio en razón del parentesco y el Juez de Control determinó prisión preventiva oficiosa junto con Anayeli.
EMELY, EN TULCINGO DEL VALLE
Emely «N», de 11 años, fue estrangulada y abusada sexualmente dentro de su propia casa, en su propia cama, en Tulcingo Del Valle. Su madre la encontró en su habitación, alrededor de las ocho de la mañana del domingo 14 de enero.
Según reportaron medios regionales, la niña fue atacada dentro en su domicilio ubicado en la calle Romero Rubio del municipio localizado en la mixteca poblana. La niña fue violada y asesinada durante la madrugada mientras el resto de su familia dormía.
La madre de Amely la llamó para que se bañara y al notar que no respondía fue a buscarla a su habitación. La pequeña ya no tenía signos vitales, además su cuerpo presentaba un sangrado abundante en la zona genital.
Al lugar acudieron elementos de la Fiscalía General del Estado para el levantamiento del cadáver. Hasta el momento existe un testigo clave, su hermano de 15 años.
El joven ha brindó información importante sobre los hechos, declarando que su padrastro le ordenó ausentarse y adelantarse a colocar un puesto donde venden verdura cada domingo. Este hecho puso al hombre como el principal sospechoso del feminicidio pero jamás la Fiscalía General del Estado presentó a algún detenido por los hechos.
FLOR ITZEL, EN CHICONCUATLA
La niña Flor Itzel, de seis años de edad, fue asesinada y su cuerpo encontrado la mañana del 25 de octubre del 2018 al fondo del barranco Ixhuacatla, perteneciente al municipio Chiconcuautla, municipio de la sierra norte de Puebla.
Dos días antes, el 23 de octubre pasado, la madre de Flor Itzel, la señora Avangelina Aureles Santiago, de 41 años, denunció su desaparición y comenzó la búsqueda de la menor de edad en redes sociales; además, fue boletinada como parte del programa Alerta Amber.
Según informó su familia, la menor se encontraba en su casa el martes y no fue a la escuela pues estaba enferma del estómago. Sin embargo, en algún momento del día la dejaron de ver y al buscarla no dieron con ella. Inmediatamente, los vecinos se organizaron en una primera búsqueda, sin resultados. Fue hasta la madrugada de este jueves cuando localizaron el cadáver.
Por el feminicidio de la niña hubo cinco detenidos, quienes fueron presentados ante la agencia del Ministerio Público de Huauchinango y se abrió la carpeta de investigación número 679/2018.
Versiones preliminares señalan que la niña fue encontrada con un disparo en la sien derecha, de acuerdo a los datos de la Policía Ministerial en Huauchinango y que habría sido víctima de un secuestro.
La familia de Flor Itzel es originaria de San Lorenzo Tlaxipehuala, perteneciente al municipio de Chiconcuautla, donde fue enterrada la niña. Entre los detenidos se encontraban dos tías de la niña quienes ayudaron en su secuestro y asesinato como parte de una venganza familiar.
MAYRA, EN CHIETLA
La mañana del lunes 27 de enero del 2020, los vecinos de Escape de Lagunillas, perteneciente al municipio poblano de Chietla, encontraron el cuerpo sin vida de una menor de 9 años de edad. La víctima presentaba señas de ataque sexual y diversos impactos de arma de fuego; horas después, su mamá también fue encontrada sin vida y con señas de tortura en otro punto del municipio.
Las víctimas fueron identificadas como Isabel «N», de 40 años de edad y Mayra «N», de 9 años, ambas originarias de Escape de Lagunillas. Durante la mañana se dio el hallazgo de la niña, quien además estaba atada de pies y manos.
Horas más tarde, en campos cañeros se reportó el hallazgo de un hombre quien quedó en calidad de desconocido y hasta la fecha no ha sido identificado. Versiones extraoficiales señalaron que el hombre habría sido asesinado por grupos de la delincuencia organizada mientras que a Mayra e Isabel las habían matado por una venganza familiar.
Gilberto Higuera Bernal, el encargado de despacho de la Fiscalía General del Estado (FGE), reveló que la menor presentó 13 impactos de bala y hay rastros de que intentó defenderse de sus violadores y homicidas pues tenía disparos en las manos.
Por los hechos se investigó a la abuela de la menor de edad y a otro familiar más. La principal línea de investigación detallaba que un terreno en disputa habría sido el objeto del pleito entre la abuela y la madre de la niña. Hasta el momento la Fiscalía no ha presentado más avances ni ha confirmado si se consignó a algún familiar por el feminicidio de Mayra y su mamá.